Últimos capítulos...
Los últimos meses del embarazo pasaron rápidos, abril pasó en un suspiro y mayo lo hizo igual.
Había dejado de trabajar por insistencia de todos, no por mí. Pero tenía como amigos y marido, a las personas más pesadas del mundo. Así que me pasaba los días en casa haciendo pasteles, haciendo ejercicios para el parto o salía a pasear con Willow. Aunque había días que me los pasaba tirada en el sofá con Blanquito ronroneando sobre mi barriga.
Tom estaba rodando una mini serie aquí en Londres. Lo que le dejaba bastante tiempo para estar conmigo.
Un día a finales de mayo, me encontraba doblando algunas prendas de ropa en mi habitación, cuando me dio un dolor en la barriga. Solté una camiseta, que la estaba doblando, en lo alto de la cama y me senté allí mismo.
Me llevé las manos de nuevo a mi vientre, sintiendo un nuevo dolor. Me levanté de la cama para llamar a Tom, quien se encontraba abajo hablando con su amigo Derek y me sentí el pantalón mojado. Miré hacia abajo y lo vi mojado. Me puse nerviosa.
-¡Tom!- grité- ¡TOM!
Oí a Willow ladrando y unos pasos corriendo por las escaleras. Tom llegó apresurado.
-¿Qué...?- empezó a preguntar, pero de repente, vio mis pantalones.
-Creo... Creo que la niña viene ya...- dije.
- Pero, aún falta una semana.- dijo Tom algo perplejo y asustado
-¿Qué sucede?- dijo Derek desde la puerta.- Voy por el coche.- añadió en cuanto me vio.
- Tom, la bolsa está en el vestidor- dije volviendome a sentar.
- Voy, cariño.- dijo y entró como una bala al vestidor.
Salió al segundo con la bolsa en el hombro, salimos de la habitación, me ayudó a bajar las escaleras y a montarme en el coche de Derek, en la parte trasera. Él se subió delante con su amigo.
- Inspira, expira, Sofía- dijo Tom haciendo él mismo los ejercicios.
Hice lo mismo y oí a Derek reírse.
- Tienes que verte, Tom. Estas muy cómico.
- Calla y conduce- le ordenó de tal manera que me tuve que reír.
Seguí haciendo los ejercicios de respiración hasta que llegamos al hospital. Allí, me ayudaron a bajar del coche y me sentaron en una silla de ruedas para llevarme hacia dentro.
Me llevaron hacia la zona de paritorios, donde me subieron a una camilla y una enfermera me ayudó a cambiarme. Luego, vi como me ponían los goteros, cuando la ginecóloga me revisó.
- Oxitocina- dijo una enfermera viendo como la miraba.- Te ayudará a dilatar, estás solo de ocho centímetros, te queda muy poco, señora Felton.
Yo no sé cómo podía aguantar tanto, sentía que me rompía por dentro, no sabía cómo explicar cómo me sentía realmente.
Me pasaron a un paritorio al poco tiempo, después de que la ginecóloga me volviera a revisar y decirme que ya había dilatado lo suficiente, donde me subieron a una camilla y, mientras me preparaban, entró Tom con una bata verde, gorro incluido.
Me reí al verlo así.
- Bueno, Sofía, ha llegado el momento. Empuja cuando te lo diga, ¿de acuerdo?
Yo asentí y Tom me sujetó de la mano.
- Vale, empecemos. Empuja, Sofía.
Empujé con todas mis fuerzas. Notaba a Tom nervioso, pero aún así me daba ánimos. Yo apretaba su mano y el borde de la camilla con todas mis fuerzas.
Empujé varias veces, quizás tres o cuatro, no las conté, solo empujaba cuando me lo decía la doctora.
- Venga, Sofía, un ultimo empujón y tu bebé estará fuera.- dijo la doctora.
- Vamos, mi vida, tu puedes- dijo Tom.
Respiré hondo e hice acopio de las fuerzas que me quedaban y empujé, empujé como nunca lo había hecho.
- Muy bien, aquí está la pequeñita- dijo la doctora y escuché el llanto de un bebé.
Miré a mi marido, quien sonreía siguiendo, con la mirada, a la enfermera que había cogido a la niña, quien se acercó a mí y me la dio envuelta en una sábana.
Sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas al ver aquella pequeña criatura entre mis brazos. Incliné un poco la cabeza para darle un beso en su cabecita y miré a Tom, quien también tenía los ojos llenos de lágrimas.
- No sé explicar este momento- dijo conteniendo las lágrimas.
- Ya la tenemos aquí.- fue lo único que pude decir.
- Es preciosa, Sofía. Hemos hecho un buen trabajo- dijo con una sonrisa.
Asentí y dije:
- Bienvenida al mundo, mi pequeña Evelyn Sarah Felton. Mi pequeño ángel.
Sentí como Tom me besaba en la cabeza y luego, besó a la pequeña. Al levantar la cabeza, vi como las lágrimas recorrían su cara. Sabía lo que este momento significaba para él.Me subieron a una habitación con la bebé para que pudiera recibir las visitas. Tom no se separó de mí en ningún momento, solo para ir a comer y poco más. Decía que no nos quería dejar solas.
Por mucho que le insistiera su madre o la mía, no quería irse. Incluso yo más de una vez le dije que se fuera a casa para ducharse y descansar, pero no había manera. Todo lo hacía en la habitación.
En cierta manera, me gustaba que fuera así de protector con nosotras. Sólo había que ver cómo miraba a la pequeña Evelyn.Los días pasaron y nos dieron el alta del hospital, con lo que podíamos volver a casa. Cosa que agradecía. Allí estaba más tranquila.
Los medios de comunicación, se hicieron eco que Tom y yo habíamos sido padres. Está claro que no permití que ninguna foto de mi hija circulara por ningún lado. Simplemente Tom subió una foto de la manita de Evelyn cogiendo su dedo, en la que puso "Bienvenida a este mundo, mi pequeña princesa". Pero nada más.
Era muy celosa de la privacidad de mi pequeña. No iba a exponerla tan pronto. Tom estaba de acuerdo conmigo.
La privacidad de nuestra hija era primordial.Contar los gritos que Chris daba cada vez que la niña hacia cualquier cosa cuando ella la tenía en brazos, era mejor hacer oídos sordos. Habíamos optado ya por ignorarla. Hasta su hija la miraba como diciendo que su madre se estaba volviendo loca..
En cambio, cuando Paul o Alice venían a verla, apenas levantaban la voz ni hacían ruido. Paul babeaba cada vez que cogía a la niña y lo hacía aún más si veía a Ava, su novia, con ella en brazos.
A Alice, simplemente, no se le borraba la sonrisa de la boca.Mi hermano Andrew recibió a su pequeña sobrina con una sonrisa enorme, pero, en cuanto la sostuvo entre sus brazos, se puso a llorar.
Mis padres y los padres de Tom, estaban encantados con su nieta, como era de esperar.
Los hermanos y sobrinos de mi marido, quedaron maravillados con la pequeña Evelyn.
Sin duda, Evelyn iba a ser la más mimada de la familia. Desde luego, que para Tom y para mí se convertiría en la persona más importante de nuestras vidas.
Era nuestro pequeño ángel...
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Dulce Amor (Completa)
FanficCuando a Sofía le encargaron aquella tarta, no se imaginaba para quien iba a ser. Después de aquel encuentro, todo cambió. Sofía, era una chica con algo en su pasado que Tom ayudará a superar. ¿Cómo será la amistad que Sofía y Tom Felton empezarían...