Hola!!! Este capítulo se lo quiero dedicar a una amiga, pues hoy es un día especial. Así que va para ti, a mi fan numero uno.🤗🤗
Y a las demás, muchísimas gracias por seguirme y seguir la historia!!♥️♥️
SOFÍA.
Los días pasaron y ya era sábado. Mañana tendría que volver a Londres, muy a mi pesar. Así que debía de aprovechar las pocas horas que me quedaba con Tom, quien, desde el otro día, se encontraba mucho mejor.
Aquella mañana de sábado, Tom había salido, pues tenía una sección de fotos para la película y me encontraba sola en el hotel. Preferí no ir y quedarme en el hotel. Total solo iba a tardar un par de horas.
Rebusqué en mi bolso y encontré la tableta de pastillas anticonceptivas que tomaba desde hacía unos años. Últimamente era muy estricta tomandomelas, sobre todo desde que mantenía relaciones íntimas con Tom. No quería ningún percance y más desde que Christine se había quedado embarazada. Yo no quería ahora mismo ser madre por muchas ganas que tenga de serlo.
Me la tomé y entré al baño para ducharme. Había dejado una bonita falda y una blusa sobre la cama, pues Tom me dijo de ir a almorzar cuando llegara.
Me duché rápido, me puse la ropa interior y salí del baño descalza.
-¡Dios!- solté un grito y me llevé la mano al pecho del susto.
No me lo esperaba que llegara tan pronto. Pero allí estaba, vestido con un pantalón color beige, una camisa celeste y deportivas blancas, sentado en el sofá.
Sonrió al verme.
- Perdona por asustarte, cariño. Pero terminé antes de lo previsto y al llegar escuché la ducha y supuse que estabas en el baño. No te quise asustar.
- No te preocupes.- lo miré de nuevo y sonreí.
Llevaba las gafas puestas otra vez. Instintivamente me acerqué a él, quien me extendió una mano para que lo hiciera. Y allí me encontraba, delante de él.
- Te ves muy linda así- dijo con una sonrisa pícara.
- Tom...- sabía por dónde iba, pero mi cuerpo reaccionaba solo cuando él me tocaba.
Puso sus manos en mis caderas y me besó debajo del ombligo. Me miró, por encima de las gafas, con esos ojos azules que tanto me gustaban. Volvió a cogerme de las manos e hizo que me sentara a horcajadas sobre sus piernas. Sus manos se deslizaron por mi espalda y comenzó a besarme por el cuello hasta llegar a mi boca.
- Tom...
-¿Si?- preguntó desde algún punto de mi cuello.
-¿No íbamos a ir a almorzar?- pregunté tragando saliva e intentando controlarme.
Noté como me besaba por el hombro bajando el tirante de mi sujetador. Mis manos estaban en sus hombros. Paró y se quedó mirándome. Sonrió.
- Aún es pronto- dijo y volvió por dónde estaba.
Suspiré, este hombre podía con mi cordura y mi autocontrol.
Con la otra mano, empezó a bajar el otro tirante y a besarme por el pecho, por encima de la tela del sujetador. Noté como aquél calor tan agradable, se instalaba entre mis piernas y más, al notar que Tom se removió debajo de mí. Su entrepierna lo decía todo.
Bajé mis manos hacia su camisa, para empezar a desabrocharle botón por botón. Fijó de nuevo, su mirada en la mía y sonrió. Yo seguí desabrochando su camisa sin apartar mi mirada de la suya. Acaricié con mis manos, su pecho desnudo y soltó un suspiro. Sus manos subieron por mi espalda hasta llegar al broche de mi sujetador, el cual desabrochó y, tras quitarmelo por completo, lo tiró al suelo. Subí mis manos hacia su cuello y lo besé en los labios.
Sus manos bajaron hasta mi cintura y, con un gesto rápido, me tumbó en el sofá. Volvió a besarme por el cuello, para seguir hacia mi pecho.
Me acarició por encima de la ropa interior que me quedaba y sentí que perdía la poca cordura que me quedaba. Me retorcí al sentí su mano ahí.
- Tom- suspiré.
- Tranquila, pequeña- dijo mientras paraba de besarme y tocarme para quitarse la ropa.
Me apoyé sobre mis codos, contemplando el espectáculo que me estaba ofreciendo. Tiró su camisa al suelo, se quitó los zapatos de un tirón y empezó a desabrocharse el pantalón, que lo dejó caer al suelo mientras se bajaba los bóxer. Se sacó la ropa de los pies y, mientras se acercaba a mí, pensé que no era normal que este hombre estuviera tan bueno.
Se puso de rodillas entre mis piernas, me cogió de la cara, tirando de mi labio y dijo:
- No te muerdas el labio.
Solté el labio y sentí sus manos de nuevo en mis caderas, tirando de mis bragas para abajo, que las tiró junto a su ropa.
Se inclinó sobre mí y empezó a besarme. Mis piernas se enredaron en sus caderas y se hundió en mí.
- Eres... Eres tan perfecta, Sofía- dijo en un susurro mientras se movía encima de mí.
- Tú eres mi todo, Tom.
- Tú también lo eres para mí...
Sentí como una oleada de placer inundaba mi cuerpo. Solté un gemido acompañado de su nombre y, al instante, Tom hizo lo propio.
Salió de mí y apoyó su cabeza sobre mi pecho, acomodando sus manos bajo mi espalda. Yo acaricié su cabeza.
- Voy a echar de menos estos momentos contigo- dijo Tom.
- Queda menos para que vuelvas a Londres. Sabes que siempre te espero.
- Lo sé... Gracias por estos días juntos, mi vida. De verdad, no me esperaba verte. Sentía que me volvía loco sin ti tantos días.
- Todavía nos quedan unas horas juntos, aunque no me guste la idea de irme. Pero tengo que volver. Chris y Alice llevan bien la tienda pero Christine ya mismo tendrá que dejar de trabajar. Y tú, ya mismo volverás a Londres y me tendrás todo el tiempo contigo.
Tom rió y yo me uní a sus risas.
- Eso si... Sólo deseo eso, tenerte para mí todo el tiempo.- dijo en tono de broma.
Iba a contestar, pero mi estómago decidió hacerlo antes. Y lo hizo fuerte, pues ambos lo escuchamos.
- Veo que alguien tiene hambre- dijo Tom levantando la cabeza de mi pecho.
Me llevé una mano a la cara y reí. Tom se levantó y extendió una mano para que me levantara. La recibí y me levanté del sofá. Empezamos a vestirnos.
- Vamos a almorzar o alguien se muere de hambre- bromeó Tom.
- ¡Tom!- exclamé divertida.
Me sacó la lengua y tuve que volver a reírme. A divertido no le ganaba nadie.
Terminamos de vestirnos y salimos de la habitación.
Me llevó a un restaurante cercano a la playa. En Los Ángeles, la playa era preciosa, nada que ver el clima de Londres. Tom vio como miraba la playa y dijo:
- Ahora damos un paseo por ahí. Veo que te gusta.
- Esto es precioso, Tom. No tiene que ver con el clima de nuestro país. - dije mientras me llevaba el tenedor a la boca.
Y así fue, cuando terminamos de almorzar, Tom me llevó a pasear por la playa. Me quité los zapatos. Era agradable sentir la arena bajo los pies.
Tom me miraba sonriendo, sabía que yo disfrutaba de las pequeñas cosas. Lo agarré de la mano y caminé con él por la orilla de la playa, sintiendo el agua en mis pies. Miré a Tom, quien parecía relajado.
Cubría sus ojos con unas gafas de sol y llevaba una gorra. No era por los fans, pues eso no le preocupaba, pero de vez en cuando, sé que le gustaba pasar desapercibido.Al caer la noche, volvimos al hotel, donde cenamos en el restaurante. Subimos a la habitación después de la cena.
Se me llenaron los ojos al ver la maleta, la cual debía de volver a llenar de mis cosas. El avión salía pronto y Tom me acompañaría al aeropuerto. Saber que iba a estar tantos días sin él, me entristecía demasiado, pero era así su trabajo.
Sentí sus brazos rodeándome por detrás. Apoyé mi cabeza sobre su pecho e inspiré hondo mientras que él me besaba en la cabeza.
- Tranquila. Queda menos para volver a estar juntos, tú misma lo dijiste esta mañana.
- Si...
- Venga, te ayudo hacer la maleta y nos vamos a dormir. Necesitas relajarte- dijo, me besó en el hueco del cuello y se separó de mí.
Sabía que a él también le costaba que nos separaramos, pero era lo que nos tocaba.
Me ayudó hacer la maleta y después nos acostamos. Aquella noche, volvimos hacer el amor, tantas veces que apenas dormimos. La luz del día apareció por la ventana anunciando mi ida de al lado de la persona que más quería en el mundo.
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Dulce Amor (Completa)
FanfictionCuando a Sofía le encargaron aquella tarta, no se imaginaba para quien iba a ser. Después de aquel encuentro, todo cambió. Sofía, era una chica con algo en su pasado que Tom ayudará a superar. ¿Cómo será la amistad que Sofía y Tom Felton empezarían...