Aviso Importante: La historia puede contener lenguaje explícito, escenas fuertes u violentas. Así que ya están advertidos.
¡Mierda!
—¡Yo debí haber ganado esta carrera!—Golpeo el volante con rabia, sintiendo el impacto del golpe en las palmas de mis manos. No me importaría matar a ese maldito en este preciso instante.
Abro la puerta del auto de una patada y cuando salgo tiro del casco que protegía mi cabeza durante la carrera, dejando así libre a mi cabello ondulado color avellana. Entrecierro mis ojos mieles al ver a Marcus, él lleva el cabello despeinado cayéndole hacia un lado. Sus cejas levantadas dándole así expresión a sus ojos iguales a los míos. Su nariz ligeramente torcida le da un aspecto despreocupado y sus labios finos forman una sonrisa burlona. Aunque me cuesta admitirlo, se nota a kilómetros que está en buena forma.
Le lanzo una mirada de desprecio, él se encuentra recargado en el auto con esa sonrisa que tanto odio, está presumiendo su maldita victoria.
—Querida Kencie. Parece que ya no eres tan buena en esto—. Dice en tono burlón.
Me acerco a él con las manos apretadas en puños, de repente, tengo unas inmensas ganas de romperle la maldita boca. Le lanzo el casco con fuerza cayéndole en su estómago, el lleva sus manos hasta ahí y suelta un gemido. Sé que le ha dolido y estoy feliz por eso.
— Cállate imbécil. Hiciste trampa.
—¿Hacer trampa? No es necesario cuando juegas en contra de una niñita.
1...
-Me vuelves a decir así y la sangre no me detendrá. —advierto —, ¡Hiciste trampa!
—¡Claro que no! — Grita en tono defensivo mientras frunce el ceño— Oh, ya entiendo. Si pensar eso te hace sentir mejor entonces hazlo, pero yo gane limpiamente.
2...
—¿De qué hablas? ¡Yo siempre gano!
— Yo gane porque soy mejor que tú. Acéptalo hermanita. Una mujer no puede hacer lo que un hombre como yo hace.
3...
Me cruzo de brazos y rió arrogantemente —Repítelo y te golpeo—. Lo reto con la mirada; él calla apuesto que esta pensando si es lo más prudente.
—Yo. Soy. Mejor. Que. Tú. —Repitió arrastrando las palabras y levantaba su dedo corazón. Lo fulmine con la mirada, ¿cómo se atreve ese idiota?
Inmediatamente se pone a la defensiva, me conoce tan bien como para saber que no saldrá ileso. Me acerco lentamente y le lanzo un golpe en su mejilla tan fuerte como puedo.
¡Mackenzie White ha explotado, señoras y señores!
El toca su mejilla, la cual ahora tiene marcada mi puño, y exploto de risa al ver que arruine su "más preciada posesión"
—¡Maldita sea Kencie! ¡Aun así me debes tu mesada!
—No te daré nada por qué hiciste trampa— me volteo ignorándolo dando final a mi venganza, al menos por ahora.
—¡Si no lo haces, le diré a todos que fuiste tú la que incendío la oficina del director! Y sabes que si te dan un reporte más tendrán que expulsarte.
Me doy la vuelta sobre mis talones.
— ¡Joder, esa fue tu idea! Además, Jake sabe que tú traías los cerillos—.
Nos retamos con la mirada, al ver que ninguno de los dos cede, el decide hablar.
—Jake no te ayudará, solo le interesará salvar su trasero. Además, confesare que tú fuiste la que hizo el graffiti del perro meón en el logo de la escuela.
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She's Nothing But A BOY.
Teen Fiction«Pronto sabrán que ser una chica y tener ocho hermanos no es la mejor combinación...» Mackencie White tendrá que aprender a sobrevivir a un hogar en el que no existen los límites, y donde todo está dominado bajo la influencia de sus hermanos atrayen...