Capítulo 18.- Venganza en tacones pt 2.

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–—Perdón Kencie...–—Escuché a mis espaldas, y tomándome desprevenida me pusieron algo en la nariz que tenía un olor penetrante, poco a poco sentí desvanecerme hasta que luego no sentí nada, en mi mente se formuló la palabra "ayuda" pero ya era tarde, al cerrar los ojos un silencio abrumador me consumió.

Abrí los ojos lentamente, la cabeza me latía fuertemente como si me estuvieran pegando con un martillo, miré a mi alrededor y no pude ver nada, me encontré en una habitación oscura, intente moverme y me encontré atada de manos. Me incorporé del piso, el cual estaba frío, temerosa me levanté sin poder saber en donde me encontraba, intente recordar algo pero tenía un vacío mental. Lo último que recordaba eran esos labios, unos que se sentían tibios y suaves, aunque recordar también era bastante doloroso y confuso.

–—¡Ayuda!–—Grité sin embargo sólo escuché la respuesta del eco, caí de rodillas debido al mareo que sentía.–—¡Ayuda!–—Grité nuevamente hasta que caí de nuevo en el piso, cerré los ojos y me quedé dormida. Cuando me volví a despertar me encontré sentada en una silla, mis manos aún estaban atadas y mis ojos estaban vendados con una cinta que me impedía ver.

–—Ya debió de haber despertado.–—Dijo alguien que se encontraba también en la habitación.

–—¿Y si nos pasamos de sustancia?–—Contestó alguien más.

–—¿Y si la matamos?–— Preguntó otro.

–—Voy a desatarla, esto es una estupidez.–— Soltó otra persona, enseguida sentí como mis manos fueron liberadas.

Yo aún no reconocía las voces, el dolor de cabeza estaba presente y el mareo aún no se iba del todo, sin embargo era lo suficiente para intentar escapar. Junté toda la energía en mi y la fuerza para pararme y darle un golpe a la persona que acababa de soltarme, escuché el impacto de mi puño contra su cuerpo y un quejido, sabía que le había dolido lo que me daba oportunidad de quitarme la cinta de los ojos, poco a poco la imagen se volvió clara, frente a mi se encontraban mis hermanos, y en el piso Lucas quejándose de dolor.

–—¿Qué?–—Pregunté con mi voz entre cortada, sentía la adrenalina en mi corazón del susto que me habían provocado.

–—Esto es una intervención.–—Contestaron todos al unisóno, asumí que seguramente habían practicado.—Anunció Matthew, este tenía un semblante serio. Lucas se levantó y se incorporó a un lado de todos.

–—Inicia la sesión.–—Dijo Jake mientras le pegaba a un mueble con un martillo de madera, como los que usan los jueces.

–—Has sido acusada.–—Continuó su trillizo James.

–—De querer salir con uno de nuestros mejores amigos.–—Concluyó Marcus.

–—¿Qué puedes decir a tu defensa?–—Preguntó Scott.

Todos me miraron expectantes mientras yo intentaba recobrar el aliento, ¿Me habían drogado solo para obligarme a hablar de mis sentimientos? ¿Pueden ser más inmaduros e idiotas que esto? Intente respirar para calmarme pero no funcionó, así que explote.

Señoras y señores, volvió Mackencie.

Alce la vista y comencé a reírme, como si no hubiera mañana.–—Ustedes...Se atrevieron a drogarme, a dejarme dormir en el suelo, ¿Solo para que les hablará de Shean? Tomé la silla que tenía detrás de mí y la lancé a un lado, esta se hizo añicos en el suelo.

–—Les dije que atarla no sería buena idea...–—Susurró Lucas y nadie contestó, se miraron entre ellos mientras buscaban a que alguien contestará.

–—¡Vamos, atrévanse a pelear conmigo!–—Grité nublada por la ira, muy pocas veces había mostrado este lado de mi, mi lado salvaje, Black Kencie.

She's Nothing But A BOY.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora