Algo olía mal, podía presentirlo, estaban sucediendo muchas cosas extrañas en la casa White y ya estaba llegando al colapso mental. Los dolores en mi espalda y cabeza se hicieron presentes por segunda vez en el día, provocando aún más molestias.
Primero, Matthew y sus secretos con mis padres.
Segundo, el que alguno de mis hermanos podría ser gay.
Tercero, mi secreto con Shean.
Cuarto, odio a las plásticas y no entiendo porque estar con ellas me agrada.
Quinto, ¿Qué pasó aquella noche que hizo a James alejarse de nosotros?
Todo se está derrumbando y no encuentro ninguna maldita respuesta, medite unos minutos antes de hacer algo de lo que podría arrepentirme, pero al final me decidí, era momento de llamarle al jefe de la familia, mejor conocido cómo, Matthew White.
Después de varios segundos en donde mi corazón no dejaba de latir, escuche cómo el audio se ajustaba, comencé a sentirme nerviosa por tener que hablar con él después de tanto tiempo de pretender que no me importaba.
—¿Me extrañaste?— Susurró su voz al momento que mis ojos se llenaban de lágrimas, podía imaginar su sonrisa al otro lado del mundo.
—Mierda, ¿por qué te fuiste a Londres?— Susurré tras un largo silencio en donde no pude decir nada, las lágrimas cayeron mojando mi rostro, de alguna manera siempre quise preguntarle esto pero mi orgullo fue mi mayor enemigo, pero ahora con todo lo que estaba pasando sentía que estaba apunto de explotar y mi orgullo ya no me importaba demasiado.
—Tenía que irme Kencie, pero créeme que los extraño— Susurró detenidamente cómo eligiendo las palabras—¿Qué pasó ahora con los chicos?
—¡Todo es una mierda! Todos tienen secretos y eso está acabando con mi paciencia, desde que te fuiste todo comenzó a derrumbarse... vuelve.— Susurré echa un mar de lágrimas, no podía evitar derrumbarme por mucho que odiara llorar, quería sentirme tranquila, tener a mi familia unida como siempre y extraño a Matt.
—Sabía que llamarías, era cuestión de tiempo para que los chicos explotarán. Los Whites tienen demonios y no podrán combatirlos solos, debes ayudarlos antes de que acaben con ellos mismos. —Susurró llamando mi atención, ¿él sabía desde antes todo esto?
—¿Cómo puedo ayudar?— Murmuré limpiándome las lágrimas con la manga de mi hoodie.
—Deja de pelear con ellos Kencie, si quieres que te traten mejor solo habla con ellos, sabes lo estúpidos que son, necesitan que seas directa— Esta vez había regresado Matthew, regañando y ordenando como siempre, pero ¿cómo sabía que estaba peleada con ellos?
Maldito Lucas, ¡lo voy a golpear!— Maldito hablador, ¿Lucas te contó esto verdad?— Pregunté enfurecida.
—Claro, cada semana debe darme un informe semanal, noté que últimamente tienes muchos planes, ¿estás viendo a alguien?— Preguntó seguro de sí mismo, maldita sea, aun estando lejos controlaba a Lucas como una maldita marioneta, en seguida me arrepentí de llamarle.
—¡No!— Gruñí ocultando mi nerviosismo, de alguna u otra manera Matthew sabría tarde o temprano, pero aún no estoy lista para contarle sobre Shean y yo.
—Bien, pues deja de pelear con ellos, parecen niños inmaduros y patéticos.— Gruñó enfurecido a lo que yo explote.
—¡Pues tú no eres muy diferente maldito! Se que también ocultas algo con nuestros padres, escupelo White, ¿cuál es tu secreto?— Gruñí enfurecida, mientras notaba cómo al otro lado de la bocina todo era silencio.
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She's Nothing But A BOY.
Teen Fiction«Pronto sabrán que ser una chica y tener ocho hermanos no es la mejor combinación...» Mackencie White tendrá que aprender a sobrevivir a un hogar en el que no existen los límites, y donde todo está dominado bajo la influencia de sus hermanos atrayen...