Capítulo 23.- El peligro se avecina.

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Pasarón los días y el ambiente familiar mejoró muchísimo, los chicos habían recobrado sus costumbres, dejando atrás aquella nostalgia que nos había invadido tras la despedida de mi hermano mayor.

Mis hermanos hablan frecuentemente por videollamada con Matt, quién resulta estar muy feliz y cómodo con su estilo de vida nuevo, parece ser que la escuela es increíble, así como también las chicas, siempre nos presume que tomó la mejor decisión.

Yo en cambio, he estado evitado hablar con él, una parte de mí está aún enojada por la simple idea de que nos abandonará; ¿sabrá que hay universidades en Canadá? Y encima, nos deja a cargo del chico más aburrido de toda la historia.

Maldito sea, odio esto.

Me froté los ojos para evitar llorar, no derramaré ni una gota más por ese traidor.

—¿Todo bien Kencie?— Preguntó Marcus, quién sabía que algo podría estar mal. Su mirada de preocupación se hizo evidente cuando vio mis ojos rojos.

—No es nada, estaba recordando al traidor—. Conteste de mala manera, todos estaban al tanto de mis sentimientos y aunque habían intentado hablar conmigo para que lo perdonará, todo había sido en vano, lo odiaba ahora más que nunca.

—¡Chicos! les tengo un anuncio— Exclamó Lucas apareciendo en la habitación con una carpeta, se plantó frente a nosotros y nos extendió unas hojas— Solicitó su atención unos minutos, Jake pausa el videojuego— Ordenó.

—Iba en primer lugar, mierda—Gruñó este malhumorado al apagar la consola.

—¿Qué rayos es esto?— Se inquietó Scott.

Lucas se plantó erguido, emanando seguridad y autoridad —Hable con nuestros padres en la mañana antes de que se fueran al trabajo y pusieron en duda mis capacidades para controlarlos, lo cual es inaceptable, será la primera y última vez que pierdo el control, de eso estoy seguro— Aseguró—. Es hora de comentar las reglas.

—Mierda Lucas, estamos de vacaciones—. Discutió Marcus azotando el control del xbox en la mesa de centro.

—Relájate un poco— Reprochó Jake—Anoche no rompimos nada ni tampoco se salió de control.

—Aun así hay que establecer algunas reglas—Comentó Lucas— En primer lugar, en el día serán totalmente míos.

—Vaya Lucas, estas llevando esto a otro nivel—Bromeó Scott haciendo que todos explotarán a carcajadas.

¿A qué mierda se refiere ahora?

—Jamás me habían dicho algo tan atrevido—. Agregó Marcus lanzando un beso al aire a Lucas.

—¿Quién dice que no éramos tuyos ya?—Bromeó James, quién después de anoche, se le veía un poco más relajado con los chicos.

—Basta chicos...— Lucas comenzó a estresarse, ya que no lo estábamos tomando con seriedad— A lo que me refería es que, les tengo un trato: En el día harán lo que yo les ordene y en la noche les doy control completo de todas sus decisiones. No puedo controlarlos todo el tiempo, pero puedo comprometerme a hacerlo en el día. ¿Qué les parece?

—¿No nos ordenarás nada en toda la noche?— Aseguró Scott pensándolo.

No sonaba tan mal, podríamos salir a cualquier hora, ir a fiestas, y emborracharlos, sin que Lucas se interponga. Los chicos y yo intercambiamos miradas, antes con Matt podíamos tener libertinaje todo el día a menos de que Matt estuviera de mal humor o tuviera algo planeado, sin embargo Lucas no es como Matt, por lo que no podemos esperar lo mismo.

—¿Estás seguro que no nos controlarás?— Preguntó Jake escéptico. —Incluso si queremos hacer algo estúpido, ¿no tratarás de impedirlo?

She's Nothing But A BOY.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora