–¡Odio a los trillizos!– Grité a los cuatro vientos, sin importarme quién podría escuchar, estaba apunto de explotar.Era el colmo, estaba teniendo un colapso debido a mis imbéciles hermanos, llevaba días organizando un maldito evento, y estaba llegando a mi límite. Jake y James son presidentes y vicepresidentes de la organización de Richwood, la cual está encargada de realizar perfectamente todos los eventos que sean de interés escolar, y para mi maldita suerte, mis hermanos deciden todo lo que sucede a dentro y fuera de esta.
Por lo que decidieron convertirme en la organizadora oficial del evento, sin consentimiento y sin chance de renunciar, tengo encima de mi los jodidos ojos del director, además tengo que estar todo el día detrás de supervisores, patrocinadores, y estudiantes mediocres que no saben seguir una simple indicación.
Una jodida semana más, para poder ser libre de esta sentencia.
-No puedes estar hablando en serio, todos los aman. Solo míralos.– Comenta Marcus.
Estoy en mi descanso de quince minutos, en los cuales mi gemelo trae mi desayuno favorito, tacos.
–Son una mierda.– Digo mientras meto un bocado del taco a mi boca, Marcus y yo visualizamos a Jake, este se encuentra rodeado de un grupo de chicos y chicas, todos prestan atención cuando él habla, le dirigen toda su concentración a cada gesto, a cada oración que sale de su boca, es como si nadie nunca quisiera perderse de lo que Jake pueda decir, es el centro de su mundo, y el es feliz así. –No entiendo cómo es que ama estar rodeado de tantas personas.
–Es que él es normal, kencie.– Dice sonriendo, y localizó una mancha de mostaza en su mejilla, resultado de su desayuno cero fitness, una hamburguesa con todo y tocino extra.
– Y el maldito vicepresidente, ayer faltó a la junta general, debido a que tenía una cita para arreglarse el cabello, ¡Quiero matarlo!– Di un gran bocado a mis tacos, la ira corría por mis venas, el estrés, y la carga de trabajo estaba agotando mi poca paciencia, mientras James se encuentra rodeado de chicas, todas quieren tenerlo cerca, el príncipe se asegura de tratarlas siempre bien, es como si pudiera entenderlas mejor que ellas mismas, es un chico diferente, por lo que todas lo pueden notar a distancia, y por lo tanto, se mueren por él siendo igual de mujeriego que Jake pero de una manera más delicada.
–¿Y Jason hará algo?– Pregunto curioso Marcus, aunque era una pregunta obvia, Jason nunca se inscribe a actividades extra curriculares, odia estar más tiempo del debido en las instalaciones institucionales, lo busqué entre la multitud y lo encontré solo en una esquina de la cafetería, con esa vibra de "no te acerques" lejos de los reflectores, del centro de chismes y lejos de encajar en la sociedad, es como si estuviera en contra de todo.
–No lo haría ni por qué mi vida dependiera de ello.– Un suspiro escapo de mi boca, esto suena algo dramático pero es cierto.
La alarma de mi teléfono dio lugar en la mesa, recordando la hora de regresar al martirio.– Llévame a algún lugar donde nadie sepa quién soy.– Suplique mientras le daba un último bocado a mi comida.
–Después de que te encargues del baile.– Dijo en una sonrisa, se que mi sufrimiento le divierte.– Por cierto, ¿Con quién irás?
–No iré, odio esos eventos superficiales.
–Yo llevaré a Chloé.– Su sonrisa seductora apareció.
–Si tienes amor propio, no lo harás.– Me levanté sin terminar mi desayuno, el simple hecho de recordar a Chloé me causo nauseas.– Nos vemos.– Me despedí de Marcus y me dirigí con Jake, tenía que obligarlo a asistir a la junta de hoy.
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She's Nothing But A BOY.
Teen Fiction«Pronto sabrán que ser una chica y tener ocho hermanos no es la mejor combinación...» Mackencie White tendrá que aprender a sobrevivir a un hogar en el que no existen los límites, y donde todo está dominado bajo la influencia de sus hermanos atrayen...