–—¡Leah Mackencie! ¡Estas castigada!Pausa, tengo dos cosas que decir.
Primero, si, Leah, es mi primer patético y estúpido primer nombre, cabe mencionar que lo odio, y aquellos que lo saben están altamente advertidos.
Y segundo, ¿Acaso no se cansa de castigarme? No he estado libre de un jodido castigo desde que tengo memoria, pero no me arrepiento de estarlo esta vez.
La razón para quedar castigada por millonésima vez, retoma ayer en la escuela, estaba caminando tranquilamente, bueno, estaba corriendo a la cafetería, moría de hambre y lo que más deseaba era comer una hamburguesa, o tal vez lasaña o cualquier cosa que no sea pizza, la odio, la idea de comer algo en forma de triángulo resulta desagradable, retomando mi historia, en eso una puta se atravesó en mi camino haciéndome caer.
Y esa fue su condena de muerte.
–— ¿Pero porque?–Grito a la defensiva, no pueden castigarme esta vez, tengo una cita con mi Xbox–— ¡Ella se lo busco!–—Digo gritando, esto es mierda, ella es mierda, y todo por una puta.
No es nada personal, pero la mayoría de las chicas para mí son putas y no me equivoco en eso. Lo digo gracias a mi experiencia de bullying, cuando era pequeña todas las chicas de mi clase solían burlarse de mí por mis diferentes intereses, desde la ropa hasta con mi actitud. Y eventualmente las chicas comenzaron a usarme para llegar a mis hermanos.
Siguiendo con mí historia...
–— ¡¿Cuál es tu problema?!–—Le grito a Sophia "La puta". Me levante del suelo hecha una furia–Fíjate por donde caminas. –Gruñí.
–—Y tú deja de correr, que estorbas. –—Dijo poniendo una mano en su cadera y dedicándome una mirada de superioridad.
Hey, hey, hey ¿Acaso me acaba de decir una puta que estorbo?
–—¿Cómo quieres arreglar esto?–—Pregunte amenazadora, mi puño se vería muy bien en su mejilla. Pero recordé la odiosa voz de la vieja cuarentona, un reporte más es mi muerte. Respiro y contengo la fuerza en mis puños, le dedico una mirada seria y me doy la vuelta repitiendo "Una puta no vale la pena" una y otra vez.
–—Oye espera. –—Dice con voz muy aguda, demasiado para mi gusto, y me volteo. –Disculpa lo de antes...– Hace una pausa nerviosa y sigue– Es que estoy en mis días y ya sabes. –Dice con una risa nerviosa y yo entiendo el mensaje que realmente quiere decirme.
Oh no, no lo hagas.
Se pone un mechón de cabello rubio atrás de la oreja y prosigue–—Y en realidad quería pedirte un favor. Yo y Scott tenemos algo y serias un amor si pudieras...
Y la interrumpo–Me vale madres. ¿Qué quieres?
–—Bueno quería saber si tiene intereses en ser algo más, tú eres su hermana y pensé que podrías preguntarle. –—Toma mi mano entre las suyas en señal de súplica.
Tal vez no sepa mucho de cosas de mujeres, pero aparte de puta es hipócrita.
Y odio las hipócritas. Y la odio a ella.
–—Te diré un secreto–Digo con una sonrisa–—Tengo suerte de que mi hermano juegue contigo, así no tendré que pretender que me agradas. –—Miro como frunce el cejo y cambia su mirada a una de rabia, sé que la he ofendido.
Harta de todo, la empujo para quitarla del camino, pero como tiene tacones termina en el suelo, se intenta levantar pero se resbala y se percata que uno de sus tacones se ha roto, al ver su cara y su berrinche de "esto es tu culpa" no evito las risas y todos al rededor lo hacen conmigo, después de tanta humillación me voy antes de que llegue la vieja cuarentona.
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She's Nothing But A BOY.
Novela Juvenil«Pronto sabrán que ser una chica y tener ocho hermanos no es la mejor combinación...» Mackencie White tendrá que aprender a sobrevivir a un hogar en el que no existen los límites, y donde todo está dominado bajo la influencia de sus hermanos atrayen...