Clase práctica

28 4 6
                                    

—Hay cuatro magias elementales básicas.

La clase se había trasladado al patio. En esos momentos formábamos una fila en un extremo del patio mientras escuchábamos atentamente a la maestra Rosemira. Del otro lado del patio había unos muñecos y unas dianas que servían de práctica de tiro al blanco. Estaban en buen estado, mientras que el área a su alrededor se veía algo chamuscada y desordenada. Parece que lo que había dicho la maestra Rosemira era cierto, faltaba afinar la puntería.

—Fuego, Agua, Tierra y Viento. Estas son las cuatro magias que un usuario de mana azul puede llevar a cabo. La mayoría de la gente solo puede usar un elemento. Este elemento se llama elemento afín, puesto que es el elemento con el que su mana establece la relación más cercana. Al igual que sucedía con el mana rojo y azul, si un usuario de magia de agua intenta usar magia de fuego sin ser afín a este elemento, quizá pueda lograr algunos resultados básicos, pero los hechizos serán débiles o podrían salir mal, por lo que a veces puede resultar incluso peligroso.

Tenía ganas de tirarme de los pelos. Tanta información, mi cerebro estaba que bullía del entusiasmo y yo me había dejado mis pergaminos y mi pluma arriba. 

—Dicho esto —continuó Rosemira—, hay magos que pueden usar dos elementos. No son comunes, pero tampoco son muy raros. Luego hay magos que pueden usar tres elementos, pero les costará mucho dar con uno, y lo más probable es que sea un mago de élite que haya sido capaz de escalar muy alto debido a su inusual poder. 

—¿Existe alguien capaz de dominar los cuatro elementos? —preguntó Patrick, el niño que se había reído de mí en mi primer día porque no sabía leer ni escribir.

Le eché un vistazo. Era pequeño y tenía un dedo metido en la nariz, no como si se estuviera sacando un moco, sino más bien como si disfrutara con el simple hecho de tenerlo en ese lugar. Tenía cara de idiota y la mirada perdida. Me sorprendí de que hubiese podido formular siquiera aquella pregunta.

—¡Quítate el dedo de ahí! —rugió Rosemira. Patrick obedeció asustado—. En la actualidad no se tiene conocimiento de ningún mago que sea capaz de dominar los cuatro elementos básicos. Pero no se descarta la posibilidad de que algo así sea posible. 

—¿Qué significa eso de "elementos básicos? —pregunté—. ¿Hay otros elementos?

—Excelente pregunta, veo que eres muy perspicaz.

Rosemira sonrió. Leera miró en mi dirección y me dirigió una sonrisa también. ¡Ey, paren ya! Si el color de mi cara sigue aumentando lo más seguro es que Edgar me confunda con un enorme tomate y me venda en la feria del pueblo. Pensándolo bien, Edgar estaría muy contento de venderme en la feria del pueblo aún sabiendo que soy su hijo y no un tomate... En fin. 

—Los elementos básicos pueden combinarse para formar elementos compuestos. Por ejemplo, si combino magia de agua y magia de fuego, puedo crear magia de niebla, o lanzar agua hirviendo, la cual es mucho más dañina. La magia de viento y la de agua pueden combinarse para crear magia de hielo, y así. Las posibilidades son infinitas, y dependen de la imaginación y la capacidad del usuario. ¡No lo olviden, lo que define a un buen mago es su imaginación!

—Me pregunto si podré usar alguna magia compuesta —comentó Leera mirándose las manos.

—A mi también me gustaría —dijo Randolf.

—Ni se te ocurra... 

Ese último comentario había sido de la maestra Rosemira para Peet, al ver que este abría la boca para comentar algo. Peet se calló inmediatamente.

—Las magias compuestas son difíciles de aprender. Para empezar, el mago necesita tener cierto nivel de control sobre los dos tipos de magia que se desean combinar. El nivel necesario sería de Avanzado para arriba, como mínimo. 

REINCARNATED Isekai (Saga Diarios de Sol y Sombras I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora