REINCARNATED Isekai (Saga Diarios de Sol y Sombras I)

2da Parte: El reino de Asharia. Cap: Me meto en problemas

DATOS

-Par del reino: título de alta dignidad en algunos estados, otorgado por la corona (el rey), y que proporciona ciertos beneficios dependiendo del lugar.

-Condestable: persona que ejerce, en nombre del rey, el máximo poder en los ejércitos

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—He oído que vendrá.

—Hace años que un rey de los elfos no toca estas tierras, ¿verdad?

—No se llevan bien con la Santa Iglesia.

—He oído que desde la Santa Sede en Ruon ven con recelo esta visita.

—¿Y cuál crees que será el motivo de su visita?

—Algún pacto comercial, seguramente. Los burgueses de Enssura han estado presionando luego de que el rey impusiera nuevos impuestos sobre sus mercaderías. 

—Siempre son más y más impuestos, nunca menos.

—¡Cierto!

—Pero al menos el reino es seguro. Aquí puedes recorrer los caminos tranquilo, no como en Blarkan.

—En Blarkan son los mismos nobles los que se dedican a hacer canalladas. 

—Por cierto, ¿has oído lo que sucedió en las Marcas?

—Oí sobre eso el otro día en una taberna. Dicen que atraparon a algunos nobles y soldados luego de una refriega, ¿será cierto?

—Es cierto, yo vi cuando lo traían encerrado. Se trata del heredero de Lord Howland. 

—¿Creen que el Conde de Rangwen tomará alguna represalia por la captura de su hijo?

—No lo sé. Fueron ellos quienes invadieron las tierras del Marqués de Froster.

—Aquí hay algo raro.

Los rumores se esparcían por Enssura veloces como un rayo. Aquí y allá se hablaba de esto o de aquello y se sazonaban las historias con condimentos propios. Al final, el resultado de todo aquello era una salsa espesa de la cual era difícil sacar algo en claro. 

Se hablaba de un incidente en la frontera, puesto que estas cosas siempre surgen de un hecho real, pero puedo asegurarles que no hubo ninguna batalla a gran escala donde el ejército de los Froster había arrasado con el de los Howland e incursionado en tierras de estos. A la gente le gustaba exagerar los hechos e inventar historias. Era algo así como un pasatiempo para ellos, una forma de divertirse.

Esto dificultaba enormemente mi trabajo de investigación. Durante las últimas dos semanas había estado yendo de un lado a otro haciendo preguntas, lo cual ya de por sí era bastante difícil cuando tenías doce años y lo único que obtenías por respuesta era una mirada hosca y la frase: "deja de molestar, niño, ¿no ves que estoy ocupado?". El trabajo se volvía entonces doblemente tortuoso, puesto que discernir lo real de la fantasía no era tarea sencilla, tanto más cuanto que la gente parecía forzar el triple su imaginación cuando veían que era un niño el que preguntaba. No estoy seguro de si querían impresionarme para quedar bien, o si simplemente se estaban burlando de mí. Pero el resultado era, a fin de cuentas, el mismo.

Durante el tiempo transcurrido desde mi llegada a Enssura, no había logrado averiguar nada de utilidad. Ni siquiera conocía la suerte de Howland, mi rival en aquella refriega en las Marcas. No sabía qué había sido de él ni de sus soldados. Tras una semana errando por las calles empedradas decidí armarme de valor y presentarme en el castillo del rey. Allí dije que conocía a Loyd Ferguson y que necesitaba hablar con él. Un par de guardias aburridos me miraron con hastío y me dijeron que me echarían al calabozo por vagabundo si no desaparecía de su vista. ¡Qué difícil era ser un niño en este mundo!