1ra Parte: El viaje. Cap: Mi vida hasta ahora y cómo morí

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La lluvia comenzó a caer mientras yo caminaba por las calles de la Ciudad de Buenos Aires. Iba en dirección a la parada del autobús. Miré al cielo mientras la suave llovizna golpeaba mi rostro, y saboreé el frescos y la renovación del aire viciado de la ciudad. ¡Ah! Cómo me gustaba la lluvia.

Por lo general, cuando llovía mi ánimo repuntaba un poco, pero no esta vez. Los eventos catastróficos se habían sucedido rápidamente en los últimos meses, y mi vida había dado un giro de ciento ochenta grados, cambiando por completo. Hasta entonces yo no sabía que alguien podía sentirse tan desdichado. Pero aquella última semana había logrado superar el umbral de lo humanamente soportable. Ya no era capaz de ver un solo vestigio de luz entre las tinieblas que me envolvían.

Todo comenzó cuando cumplí los veintiséis años. Había invitado algunos amigos a casa para festejar. Se suponía que deberían llegar a las nueve, pero cuando me di cuenta ya eran las once y yo seguía esperando, solo. Aquella noche nadie se presentó. Más tarde me enteré que mis amigos habían conseguido entradas para una fiesta a las afueras de la ciudad, y que por eso no habían venido. Está bien, al menos podrían haberme avisado, ¿no? No volví a hablarles después de aquello, y lo más sorprendente es que no pareció importarles demasiado. Fue entonces cuando me di cuenta de que en realidad no tenía amigos.

—Hum, no me sorprende, seguro que algo habrás hecho para espantarlos —había dicho mi padre cuando él y mi madre se cansaron de esperar.

Se levantaron y se fueron de vuelta a su casa. En ese momento yo vivía solo en un monoambiente pequeño. Mi padre me reclamó el disgusto de haberlos hecho ir hasta allí para nada, a ellos, a dos personas ya mayores, y puso especial énfasis en remarcar el esfuerzo que había hecho mi madre, ya que estaba renga mientras se recuperaba de una operación. 

Mi querida madre, ¡ah! Pobre de ella. Todavía recuerdo la mirada de disgusto que me dirigió, y cómo arrugó la nariz con desaprobación y un asco bien marcado al recorrer los rincones de mi desordenado hogar. No era ninguna novedad que mis padres no me querían, ellos siempre se mostraron decepcionados con el hijo que les había tocado. Yo no era bueno en nada, y era malo en todo. Eso incluía deportes, estudios, arte, suerte, amor, y todo tipo de habilidades y disciplinas en las que un hombre se podía destacar para lograr la admiración de sus pares. En fin, no había mucho que recorrer, y era más bien un triste lugarejo, pero ¡Ey! ¡Qué es mi hogar, ¿saben?! Trabajo muy duro para poder pagar el alquiler, no deberían despreciar así mi esfuerzo.

—Por cierto —había dicho mi padre justo antes de cerrar la puerta—, no vuelvas a mentirnos. Es desagradable lo que haces. 

Al ver mi cara de sorpresa añadió:

—Esa chica... La supuesta Sofía... Te lo inventaste todo, ¿no es así? Ninguna mujer sería tan tonta como para fijarse en ti. Me repugna que intentes engañarnos.

Cerró de un portazo y se marcharon. Es cierto, Sofía. La chica con la que salía y que había invitado con intención de presentar a mis padres y amigos. Ella tampoco se había presentado, a pesar de que así lo había prometido. Solo habíamos salidos unas tres o cuatro veces, pero creí que teníamos algo especial. "Supongo que tendrá una buena razón", recuerdo que pensé en ese momento. Más tarde me enteraría que esa buena razón se llamaba Joaquín, y era uno de los amigos que habían faltado a mi cumpleaños para ir a aquella fiesta con Sofía. 

Aquella noche lloré hasta quedarme dormido.

Mientras caminaba por aquellas calles por las cuales había pasado tantas veces me di cuenta que aquella probablemente sería la última vez que pasaba por allí. Me quedé pensando en las palabras de mi jefe, que todavía resonaban en mi cabeza:

—Esta es una empresa decente, respetable. Su actitud ha sido una molestia desde hace tiempo para el resto de sus compañeros. Hemos recibido varias quejas al respecto. Y su aspecto diario tampoco ayuda, ¿Cómo se le ocurre venir al trabajo con esos zapatos viejos y agujereados? ¿Es que acaso no tiene otros pantalones? Usa los mismos todos los días.

REINCARNATED Isekai (Saga Diarios de Sol y Sombras I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora