Intrusos en el bosque

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—Deberíamos llegar la capital en una semana, aproximadamente.

—Eso está bien, venimos a buen ritmo.

—¿De qué demonios hablas? —se quejó Gael—. Nunca habíamos viajado tan despacio.

Mientras comíamos alrededor del fuego discutíamos sobre lo que restaba para llegar a Enssura, la capital del reino de Asharia.

Habíamos cruzado la frontera con Deria hace ya rato. El viaje de Ruon a Enssura tardaba aproximadamente tres semanas. Nosotros llevábamos ya casi un mes y aún nos restaba por hacer una semana más de viaje. Íbamos lento, era cierto. El motivo era que deteníamos la marcha temprano con el pretexto de entrenar, y no faltaban las veces en que alguno del grupo, con excepción de Gael, solicitaba una parada técnica para ir al baño, para buscar comida en el bosque o para visitar el mercado de algún pueblo o ciudad por el que pasábamos.

Yo no me quejaba. Este viaje, lleno de arduos entrenamiento y cacerías de monstruos, cargado de encargos con los cuales ganábamos algunos santos (todas mis ganancias se las daba a Ruma, y ya estaba cerca de cancelar mi deuda), con increíbles charlas a la luz de la hoguera con Traia bajo el efecto del vino y Martin relatando asombrosas historias de diversas partes del mundo, en fin, este viaje estaba siendo para mí la mejor experiencia de mi vida, y veía con malos ojos el día que tuviéramos que ponerle fin.

—El tiempo no ha sido desaprovechado —comentó Runel—. Nuestro entrenamiento va por buen camino.

—Ciertamente —agregó Traia—. Debemos estar preparados para combatir a los monstruos de las sombras en Las Escudo.

Se refería a las montañas Escudo del Sol, lugar hacia donde se dirigían los Zorros Rojos, al norte de Enssura. 

Gael soltó un gruñido despectivo. Sus habilidades, a pesar del entrenamiento, no avanzaban mucho que digamos... Gael se negaba a practicar el estilo Bestia con Runel, Ruma y yo. Se iba por su cuenta a perfeccionar, según él, su estilo sagrado. Pero lo cierto es que no parecía tener mucho éxito.

Yo, por otra parte, recibía cada tanto algún elogio de Runel, que era más bien taciturno. Según este, avanzaba a buen ritmo y ya casi había alcanzado el rango avanzado del Estilo Bestia Perfecto. Esto era un logro increíble en tan poco tiempo, según Traia. Todavía estaba por debajo de Ruma, quien a su vez estaba a años luz de Runel, pero todas las noches sin descanso practicábamos juntos y mostrábamos constantes avances. Mi dominio del mana skin y mana armor era, también, cada vez más preciso.

Ruma, por su parte, había intentado enseñarme el lenguaje de la Raza Bestia, pero sin éxito. No es que yo fuera un mal alumno, claramente, sino que ella no tenía un ápice de paciencia y era una pésima maestra. Luego de dos noches de terminar a los gritos y a punto de enzarzarnos en una pelea Traia la relevó de su cargo, ocupando ella su lugar.

Las clases con la líder de los Zorros Rojos eran algo extrañas. Al comenzar las cosas seguían un curso normal, pero a Traia le gustaba beber mientras me enseñaba, y luego de una hora era imposible entender lo que decía y ya no podíamos continuar. A pesar de las dificultades avancé mucho en este campo también. Debía ser porque tenía una mente joven (de doce años, para ser exactos) que actuaba como una esponja absorbiendo todo el conocimiento que se ponía a su alcance. 

Con Traia también mejoré mi magia de viento y de fuego, y alcancé el nivel avanzado en ambas. Si alcanzaba por lo menos el nivel Santo de ambas magia podría recurrir a la magia combinada como Traia (magia que consistía en combinar dos o más elementos y que era mucho más poderosa que la magia elemental simple). En este momento mis habilidades y su nivel son las siguientes:

*-Magia de Viento: Rango Avanzado.

*-Magia de Fuego: Rango Avanzado.

*-Magia de Agua: Rango Intermedio.

REINCARNATED Isekai (Saga Diarios de Sol y Sombras I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora