CAPÍTULO 3

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     —Necesito un trago —dijo Jungkook, con sus ojos perdidos en algún lugar.

     —Me parece una excelente idea  —concordó el rubio, para luego observar la pared al fondo de la barra, inspeccionando los licores que allí habían. Su vista se fijó en un Jack Daniells Fire, el cual pidió a la misma pelinegra de antes para que les sirviera dos vasos bien cargados.

     Taehyung volteó su vista hacia su amigo que parecía estar absorto en su mundo, por lo que giró totalmente su cuerpo en su dirección y sacudió una mano delante de su cara para llamar su atención.

     —¿Me dirás qué es realmente lo que te preocupa?

     — Además del hecho de que estoy por coger con una persona totalmente desconocida que bien podría ser psicópata o asesino, nada... estoy perfecto — respondió el castaño con una bella pero falsa sonrisa.

     — Mira Kook, sé que no nos conocemos desde hace demasiados años para que me cuentes sobre tus experiencias sexuales, de hecho es poco o nada lo que sé de ti en ese aspecto pero... — Tae colocó una mano sobre el hombro de su amigo y le dio su mirada más firme. — si hay algo en lo que necesites consejo, puedes decirlo, sabes que no te juzgaré.

     El castaño quería decirle que sí, en efecto había algo que quería decirle o más bien confesarle. Pero no, no esa noche.

     —Gracias, Tae, y perdón si no parezco tan entusiasta. Es sólo que... jamás he venido a sitios como estos —dijo Jungkook en un suspiro.

     Justo cuando terminaron de dialogar, la pelinegra se acercó nuevamente con sus vasos y se los extendió con una sonrisa.

     —Aquí tienen, caballeros. Que lo disfruten, y si necesitan algo, no duden en consultarme.

     — Ehh de hecho... — habló el castaño haciendo que la chica se quedara en su lugar para escuchar con más atención. — tengo dudas con respecto al tema de la "protección" de ambas partes.

     —¡Oh, bien! Olvidé comentarles que los preservativos los encontraran sobre las mesitas ubicadas a cada lado de las puertas en el Choosing Room. Son libres de tomar los que deseen.

     —Gracias, pero yo... eh... me refería a... ¿Cómo sabemos que nuestros acompañantes están limpios? Porque... bueno, el coito no es la única manera de contraer enfermedades —comentó el castaño con un ligero sonrojo.

     — Entiendo su preocupación joven, y puede estar tranquilo ya que los acompañantes se someten cada dos semanas a análisis de ETS, y mientras se esperan los resultados se van haciendo rotaciones para que solo puedan trabajar quienes tengan resultados óptimos.

     —¡Eso es genial! Muchas gracias —contestó el castaño mucho más aliviado.

     —¿Ves? Te dije que todo va a estar bien. Ahora mi querido, Kook, brindemos por una gran noche —agregó el rubio, chocando su vaso contra el de su amigo, sorbiendo su contenido hasta el fondo. Jungkook lo imitó, y con el calor subiendo por su garganta, se puso de pie y caminó junto a Taehyung hacia la primera puerta de la noche.

    Luego de hacer la fila para entrar al cuarto de los lockers, los cuales se abrían con una moneda especial que se entregaba también en la barra, ambos chicos dejaron todas sus pertenecías y tomaron unas batas blancas con lunares en otro materia...

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    Luego de hacer la fila para entrar al cuarto de los lockers, los cuales se abrían con una moneda especial que se entregaba también en la barra, ambos chicos dejaron todas sus pertenecías y tomaron unas batas blancas con lunares en otro material, bastante extraño, y luego se dirigieron a los baños para despojarse de sus ropas. Una vez que ya no tenían nada más encima que aquella curiosa bata, debían pasar por un escáner que confirmaba que realmente no poseían ningún objeto.

     Jungkook miró a las personas que allí había, que eran tanto mujeres como hombres de muy variadas edades y aspectos, y a medida que cada uno pasaba sin problemas por el escáner, giraban hacia la derecha perdiéndose por un pasillo que suponía, llevaba al famoso Choosing Room.

     A medida que se acercaba su turno para pasar, sentía como su corazón latía más rápido, teniendo la necesidad de mirar su pecho, como si en algún momento éste se abriera y pudiera ver su agitado corazón. Por otro lado Taehyung estaba totalmente entusiasmado, como quien está haciendo la fila para subirse a una atracción en un parque de diversiones.

     Cuando la luz verde les dio el okey para seguir avanzando, el castaño se giró para quedar de frente a su amigo.

     —M-mejor... ve tu primero, Tae —dijo Jungkook, con voz suplicante y nerviosa.

     — Bien, pero si la que chica que te toca no te agrada, será tu culpa Kook — contestó el rubio, y cambiando de lugares, quedó ahora delante de su amigo.

     —¿Crees que hay muchas personas ahí dentro para elegir? —preguntó el castaño frunciendo sus cejas.

     — Escuché a unas chicas decir que habían habitaciones a ambos lados del pasillo, así que deben ser dos personas por cada opción —explicó Taehyung.

     Quedando ya solo una persona delante del rubio, este se giró para colocar su mano en el hombro de su amigo y susurrarle un "¡Fighting!"  y cuando finalmente la persona delante de él, pasó por aquella puerta, Jungkook le respondió con un tenue "Gracias". Segundos después vio a su amigo desaparecer también hacia la siguiente habitación.

     A estas alturas el corazón de Jungkook, más que latir, galopaba dentro de su pecho y casi que se detuvo cuando la luz sobre la puerta se marcaba verde y lista para ser abierta. Suspiró lo más hondo que sus pulmones le permitieron y finalmente entró.

     Tal como su amigo le había dicho, en aquel cuarto apenas iluminado habían puertas tanto de un lado como del otro, y al extremo opuesto, la que sería la puerta de salida, que llevaba de nuevo a los lockers

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     Tal como su amigo le había dicho, en aquel cuarto apenas iluminado habían puertas tanto de un lado como del otro, y al extremo opuesto, la que sería la puerta de salida, que llevaba de nuevo a los lockers.

     El Choosing Room era un lugar en donde reinaba la paz, nada se oía y sólo se podía ver sobre las puertas, las luces que alumbraban los carteles que indicaban la orientación sexual y el sexo de cada persona en su interior. Al costado de cada puerta, dentro de unos recipientes de vidrio, se localizaban los preservativos de distintos tipos.

     Jungkook leyó con atención los nombres en cada puerta, meditando qué hacer y en cuál ingresar. Deteniéndose con una corazonada frente de una de las puertas, tomó un condón al azar y lo metió en uno de los bolsillos de su bata.

     Cerró sus ojos con fuerza y exhaló el aire en sus pulmones de forma suave antes de tomar la manija de aquella puerta y finalmente, con pasos lentos, decidió entrar.

"Hombre homosexual"

     Y ahí estaba, su más grande y profundo secreto. 

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