Las reglas previas para entrar a las habitaciones son simples:
▶ Uso de protección sin excepciones.
▶ No ingresar con objetos luminosos.
▶ No preguntar nombres o datos personales.
¿Y tú? ¿Tendrías sexo con un completo desconocido siguiendo estas reg...
-¿Puedo... hacerte una pregunta? -preguntó su acompañante, rompiendo el agradable silencio que se había formado una vez que sus respiraciones volvieron a la normalidad.
-Todas las que quieras -respondió Jungkook, acariciando suavemente con la punta de sus dedos la espalda baja del chico.
-¿Por qué estabas tan nervioso cuando entraste?
-Es que... me había equivocado de habitación -explicó el castaño, y luego de dar un breve suspiro, continuó-. Ni bien ese chico me tocó y me habló, sabía que no eras tú, entonces me fui deprisa. Lamento si incomodé a tu compañero, pero no era con él con quien quería estar... sino contigo.
Y fue en ese momento que su acompañante, por primera vez desde que estaba en ese trabajo, quiso romper todas las reglas y saber quién era la persona que tenía firmemente abrazada a su lado, y si era tan hermoso como lo imaginaba.
Pero no podía. Por más que su lengua picara por preguntar al menos su nombre, no lo haría, ya que sabía que eso conllevaría a que ese chico también quisiera saber de él y por ningún motivo quería que supiera acerca de su patética vida o que pudiera reconocerlo a la luz de día. Él no se consideraba una persona atractiva ni mucho menos y ser "invisible" era su manera de estar seguro.
Por ello, mientras la oscuridad ocultara su identidad, aprovecharía para tomar cada cálida caricia que su acompañante le brindaba y que le hacía latir su corazón de forma especial.
-Lo siento... Debes de pensar que soy un cursi que ve muchos K-dramas -expresó de repente el castaño, sacándolo de sus pensamientos, y sintiendo cómo deshacía el abrazo para levantarse, el chico se apresuró a hablarle.
- ¡No te vayas! Digo... sé que tu tiempo aquí vale dinero, pero no quiero que te vayas pensado eso, porque no es así. No creo que seas cursi ni nada por el estilo, más bien eres tierno y... cálido.
¿Así que tú también sientes esa calidez?, pensó Jungkook y volviendo a estrechar a su chico contra su cuerpo, lo besó sin prisa tomándose todo el tiempo del mundo para grabar bajo su piel esa sensación de paz que lo desconectaba del mundo.
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-¿Crees que le falte mucho todavía? -preguntó Seokjin, luego de revisar la hora en su celular que indicaba que eran las 22:15 PM
- No lo sé, la última vez estuvo 2 malditas horas y media ¿puedes creerlo? - dijo Taehyung frunciendo el ceño con incredulidad.
-¡Mierda! Sí que es un goloso, eh...
- ¡Oh! Hablando del rey de Roma... aquí viene nuestra estrella porno - acotó el rubio, y en automático Jin se giró para ver cómo Jungkook se acercaba a ellos luego de hacer su pago en la barra.
- Te preguntaría cómo te fue pero tu cara lo dice todo Kook - le dijo Jin al castaño mientras este tomaba asiento junto a Tae. - Aunque bueno... no te culpo, las chicas aquí son fantásticas ¿no lo crees?
