CAPÍTULO 7

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     Ya era lunes por la tarde cuando Jungkook y Taehyung salían de su última clase de ergonomía de su carrera de diseño industrial. Decidieron almorzar en la cafetería del campus por esa vez, y luego de haberse sentado uno frente al otro, vieron que alguien se acercaba alegremente hacia ellos.

     Seokjin era un compañero del último año de su carrera, y además amigo del club de equitación de Taehyung que cada tanto conversaba con ellos, sobre todo cuando se trataba de chismes acerca de quiénes concurrían a la facultad o a las fiestas que ambos chicos frecuentaban.

     —¡Hola, chicos! Tiempo sin vernos ¿eh? —saludó el pelinegro, colocando su sándwich y su jugo, en la mesa que los amigos compartían.

     —¡Jinnie! ¡Qué alegría volver a verte! —respondió Taehyung, mientras le extendía su mano para darse un amistoso apretón.

     —¿Dónde estuvieron este fin de semana? No puedo creer que se perdieron la fiesta de disfraces de Jennie. Fue una lo-cu-ra —habló el pelinegro, mientras daba un mordisco a su comida.

     —Bueno, Jungkook y yo estuvimos... bastante ocupados —respondió el rubio con una media sonrisa pícara.

     — ¿Puedo saber en qué? — inquirió el pelinegro con curiosidad.

     —Fuimos por primera vez a un prostíbulo... Y fue increíble —susurró Taehyung, mientras inclinaba su cuerpo hacia el pelinegro.

     Jin abrió los ojos como platos ante esa confesión, e inspeccionando a sus amigos vio el rostro avergonzado de Jungkook mirando hacia sus pies, mientras que su rubio amigo sonreía triunfante.

     — Pues ahora que te veo bien conejito, sí que tienes un lindo chupón en ese cuello... y tu Tae traes una sonrisa más grande que el día que hicimos orgía con Jennie y Lisa, así que cuéntenme ¿Adónde fueron?

     —Un nuevo lugar llamado "Dark Room", donde básicamente tienes sexo en una habitación a oscuras con una persona completamente desconocida por el tiempo que quieras —explicó el rubio mientras comenzaba a degustar su almuerzo.

     —¿Bromeas?— inquirió Jin, recibiendo una negacion de cabeza por parte de Taehyung—. ¿En verdad no ves nada?. Eso suena muy sexy.

     —Nada de nada, mi amigo. Deberías acompañarnos en la próxima visita que haremos este fin de semana. Las chicas allí son increíbles —agregó Taehyung.

­     — ¿Sólo hay chicas? Es que hace tiempo que no pruebo un buen culo masculino, ya me conoces Tae — dijo el pelinegro encogiéndose de hombros.

     —Bueno, por lo que vi, hay habitaciones para todos los gustos —respondió el rubio.

     — ¡Me sirve! Para un bisexual como yo es un dato interesante — agregó Jin bebiendo de su zumo de frutas.

     —Aun no entiendo y nunca entenderé cómo es que prefieres un hombre a una mujer, Jin... pero si quieres una experiencia distinta, ven con nosotros el próximo sábado —dijo Taehyung luego de limpiarse sus manos con una servilleta.

    El resto de su plática continuó amena mientras ultimaban los detalles de su próxima ida a dicho lugar.

     Siendo esta vez Seokjin el conductor designado de ese sábado por la noche, los tres amigos se dirigieron al sitio indicando, y luego de que el pelinegro quedara boquiabierto con la hermosa recepción, todos se dirigieron a la barra a firmar la...

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     Siendo esta vez Seokjin el conductor designado de ese sábado por la noche, los tres amigos se dirigieron al sitio indicando, y luego de que el pelinegro quedara boquiabierto con la hermosa recepción, todos se dirigieron a la barra a firmar la planilla necesaria para ingresar a las habitaciones.

     Luego de pasar por los lockers y teniendo ya todos sus batas con lunares puestas, Jin se le acercó a Jungkook, quien se mostraba sumamente sonriente y entusiasmado, pues iba a ser él el primero de ellos en entrar en las habitaciones luego de haber pasado exitosamente por el escáner.

     —Oye, Kook... ¿Has escuchado qué tal son los hombres aquí? —le susurró el pelinegro en la oreja al castaño con disimulo—. Te lo pregunto a ti porque pareces más indiferente en este tema de que me gusten también los hombres, en cambio, Tae... Siento que es más probable que me hable de que coger con una mujer es mejor, cuando no es cuestión de qué es mejor sino de qué cosas puedo hacer con cada uno. Aunque... bueno, no creo que comprendas eso, claro.

     Jungkook no sabía qué responder ya que no quería decirle a Seokjin la verdad sobre su encuentro con aquel chico. Él no se consideraba bisexual como Jin, ya que sus pocas experiencias sexuales con mujeres no fueron de su agrado.

     — No lo sé Jin, amm... supongo que serán buenos. Solo sé que las chicas hacen muy bien su trabajo... ¿No piensas ir con ellas? — preguntó el castaño con intriga, y a su vez tratando de convencer al pelinegro que se decidiera por una fémina.

     — Aun no lo sé, es que hace mucho no tengo sexo con un hombre, así que probablemente hoy sea el día.

     Jungkook sintió su corazón acelerarse ante aquella confesión, temiendo que su amigo tuviera la dicha de compartir la noche con el chico de piel suave y voz de ángel. Su cuerpo respiraba pesado de solo pensarlo, pero él era el primero de los tres y eso le daba la ventaja en un 50% de probabilidades.

     Cuando por fin entró al Choosing Room, miró hacia ambas puertas con  cautela. Inspiró hondo para darse ánimos y tomó un condón antes de entrar por la puerta derecha, al igual que habia hecho la vez anterior.

     Una vez dentro tragó grueso antes de hablar y soltar un simple "Hola" al aire, para segundos después recibir como respuesta un par de manos aprisionándolo contra la pared, y bajando enseguida a tocar su entrepierna con desesperación.

     —Hola, cariño ¿Cómo quieres empezar esta noche? —susurraron en su oído, mientras seguían tocándolo a la altura de su cintura—. Mi especialidad es el rimming, por si te interesa —le dijo una voz casi sobre sus labios, mientras con sus manos intentaba desabrochar el nudo de la bata.

     Jungkook enseguida supo que no era él. No era ese el chico de voz dulce y manos suaves y gentiles que lo había cautivado la semana anterior.

     —Yo... en verdad lo siento pero debo irme —habló el castaño mientras interponía sus manos entre ambos, evitando ser besado—. No... No eres lo que busco, perdón.

     — Otro "hetero-curioso" que se arrepiente... Bien, como quieras — espetó el chico mientras se escuchaba como se alejaba hacia la cama. El castaño acomodó el nudo de su bata y sin decir nada más, abandonó la habitación con desesperación.

     Jungkook apoyó su espalda sobre la puerta tras de sí y se jaló el cabello hacia atrás con frustración por lo sucedido. Sin poder calmar su acelerado corazón, miró hacia la "Sala de espera" con tristeza y antes de dirigirse a ella, observó la que tenía en frente preguntándose si igual debería intentar entrar o no.

Dark RoomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora