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El Shane daba vueltas en círculos tratando de idear un plan para escapar, no poseía sus lanzadoras y aún no sabía dónde estaban sus babosas ni cómo estaban, le daba terror que aquel Tad les hiciera algo terrible.

El miedo constante de que sus babosas no estuvieran con él en ese instante lo mantenía en alerta, era un mundo desconocido, donde tal vez sus enemigos sean los mismos que en su hogar. No tenía ni vista hacia las afueras, dedujo que la celda estaba en bajo el castillo o tal vez aparte ¿Quién sabe? Sólo le quedaba fe en que sus babosas pudieran averiguar dónde diablos estaba.

Por otro lado, en la sala especial del Blakk, o mejor dicho su elaborado laboratorio, las babosas se encontraban encerradas en una jaula mas o menos elaborada, algunas de ellas temblaba de miedo, otras veían hacia los lados vigilando si viene alguien, otras trataban de descubrir cómo escapar. Hasta que Joules descubrió que abrir la puerta de una jaula para pájaros era más fácil de lo que parecía. Todas las presentes siguieron a su "lider suplente", Dirigible escucho como alguien se acercaba, rápidamente se apresuraron a liberar a las demás con ayuda de Tejedora, rápidamente se escondieron debajo del escritorio o cajones que consiguieron por ahí.

—¡Diablos! ¡Escaparon! —Exclamo quien parecía ser un guardia que venía en compañía con otro— ¡Rápido, ve a avisar a los demás! —Le ordenó a su compañero.

Mientras su compañero iba a cumplir lo que se le mandó, el otro empezó a buscar a dónde podría estar aquellas pequeñas criaturas. Joules notó como el guardia se acercaba cada vez más a la jabonosa y la gelatinosa que estaban escondidas en uno de los cajones. Joules rápidamente se movilizó y confrontó al tipo, le lanzó un rayo lo suficientemente fuerte como para lograr electrocutarlo y llamar su atención, la Slirena también se le unió y empezó a cantar para poder ponerlo a dormir.

Inmediatamente el guardia cayó al suelo en un profundo sueño, dando el tiempo suficiente para que las demás babosas pudieran encontrar alguna salida, la enigma y la jabonosa consiguieron el cinturón y ambas lanzadoras de su dueño, llamaron a Tejedora para que pudieran llevarlas consigo, la Aracniredes fue con ellos no sin antes dejar bien atado al guardia a una de las mesas que estaba cerca.

Una vez estuvieron todas juntas de nuevo se dispusieron a salir de aquella habitación, pero no fueron muy lejos, pues a unos metros, lograron ver a Tad hablando con otros dos guardias.

—¿¡Cómo que escaparon!? —Reclamó su alteza.

—N-No lo sé--

—¡No me interesa sus tontas excusas! ¡Encuentren a esas cosas y asegúrense de que no pase otra vez! —Ordenó— tengo cosas más importantes que hacer, hagan bien su trabajo o los siguientes a pasar a la guillotina serán ustedes —Amenazó.

Las babosas decidieron seguir al Blakk, capaz él les podría dar una idea a donde podría estar su lider

Por otro lado el Blakk trataba de relajarse, el gran estrés que le causaba sus sirvientes era suficiente para colmar su paciencia. Suspiro pesadamente, tomó rumbo hacia su objetivo, se dirigió hasta un pasillo y tras abrir unas puertas, descendió por unas escaleras donde la luz iba de a poco fue dependiendo por el brillo de las antorchas que se encargaban de iluminar los escalones. Llegó hasta el final dejando ver lo que era la prisión del castillo, pero aún no terminaba su recorrido, fue nada más unos dos pisos más de profundidad y recorrió el pasillo hasta llegar a la última celda, donde pudo notar como el "impostor" estaba notoriamente ansioso.

—Veo que tu herida ya dejó de sangrar —Comento con cierta diversión sacando de los pensamientos al Shane.

—¿Qué quieres de mi?

—¿De ti? Nada en particular, vine a hablar —Contesto simplemente, mientras se cruzaba de brazos, a pesar de que una reja los separaba, Eli mantuvo su distancia.

—¿Hablar? ¡Ja! ¿Qué crees que te diré?

—Tal vez información del lugar de donde provienes. Reconozco que me equivoque y te confundí con otra persona, pero eso no quita el hecho de que seas un extranjero que parece ser una copia casi exacta del chico al que busco.

—¿Exactamente qué quieres con él? —Se atrevió a preguntar.

—Pensé que quedó claro, lo quiero muerto. Pero, como dije, no vine a hablar de eso.

—¿Entonces qué?

—Tus armas, ropas, la forma tan rara con la que me hablas. Tu definitivamente no eres de estos lados, me atrevo a decir, que ni siquiera de este mundo —Comento el Blakk, Eli simplemente se quedó callado—. Por la expresión de tu rostro adivino que es cierto.

—¿Y qué hay con eso?

—Me interesa mucho la existencias de seres o lugares que creemos que son sólo un mito, una historia para niños para hacerlos dormir.

—No te diré nada ¿Lo sabes no?

—Eso supuse, asi que pensé que podríamos negociar —Propuso.

—¿Negociar?

—Dime dónde esta el verdadero Eli y te dejaré ir, ya no te verás involucrado en nada de esto —Le ofreció.

—No lo sé, y si lo supiera, no te lo diría.

—Que pena.

Sin decir más se dio la vuelta y se marcho, Eli observó como la silueta del joven pelirrojo desaparecía en la oscuridad dejándolo sólo en aquella celda nuevamente, el chico golpeó su cabeza contra la rejas por frustración y cansancio.

—Burpy, chicos, espero que se encuentren bien...

——————

Al otro lado del reino, en un lugar más pacífico, donde abundaba la tranquilidad y sus buenos aires, en el gran castillo de colores blanco y dorado una joven princesa miraba desde su ventanal esperando ansiosa una noticia sobre el paradero se su amigo. Debía mantenerse tranquila, pero una parte de ella le aterra en dónde podría estar.

—¡Señorita Princesa! ¡He localizado el lugar donde se encuentra el joven Eli! —Anuncio irrumpiendo en el lugar donde se encontraba la chica, era alguna clase de topo, de muy baja estatura, de ojos grandes, piel morada y un extraño bigote.

—Pronto, llámame por mi nombre, no hace falta que te dirijas con tantos títulos hacia mi —Corrigió la chica dando la vuelta para poder dirigirse hacia él.

—¡Disculpe! Según mi gran sentido de rastreo, el joven Eli se encuentra en el calabozo del castillo del reino de Tad Blakk, mañana será su ejecución a las 3 de la tarde.

—¿Tan pronto lo ejecutaran? —Murmuró para si misma alarmada— ¡Pronto!

—¿Si su majestad?

—Vé junto a Kord e infiltrarse para liberarlo, con ustedes dos bastará. Mientras menos sean mejor —Ordenó—. Saquenlo de ahí esta noche, no permitiremos que lo ejecuten.

—¡A la orden señori---

—Trixie, ya te dije que me llames así.

Espadas Y Lanzadores [AU Bajoterra Crossover] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora