Espadas Y Lanzadores [AU Bajoterra Crossover]

5

La noche ya había caído, apenas hace media hora pasó desde que Tad se marchó, Eli pudo escuchar a lo lejos un ruido que le alegró por completo.

—¡Chicos! ¡Estan aqui! —Comento alegre al ver a sus babosas ir hacia donde estaba él junto a sus lanzadoras y cinto— me alegra que estén bien.

Las babosas le respondieron con su característico chillido demostrando su felicidad, entre las rejas le pasaron las cosas a Eli y una vez que estuvo armado nuevamente cargo a su Lavalinx y la disparó contra el candado, una vez el metal se deshizo de una patada sacó la puerta de la celda recuperando su libertad, o parte de ella mejor dicho. Aún tenia que salir de aquel inmenso castillo.

Tejedora se colocó en su hombro y rápidamente guío al Shane hacia la salida, Eli inmediatamente captó las direcciones que le brindaba su babosa y corrió por las escaleras hasta llegar a uno de los grandes pasillos del lugar.

Por otro lado, a las afueras del castillo.

—Déjame ver si entendí —Decía un hombre musculoso, de piel azulada, que iba sobre un caballo acompañado de Pronto—, dices que Eli está aquí sólo porque viste a unos guardias ingresar con alguien quien probablemente no sea Eli directamente hacia el castillo por órdenes del rey de este espantoso reino.

—Asi es mi amigo Troll —Aseguró el de baja estatura.

—¿Sabes lo que nos pasará si nos llegan a descubrir aquí, no?

—Ellos no nos atraparan, lo tengo todo completamente planeado, veras, por esta ruta casi no pasan guardias, además nos llevará justo a una de las ventanas que están en el pasillo que da  para el calabozo donde nos encontraremos con nuestro Eli. Será pan comido.

—Si tu dices, ha de tener toda la guardia vigilando su celda, no será exactamente fácil Pronto.

Ataron sus caballos cerca de su punto de interés y con cuerdas y armas en mano se dirigieron a cumplir su misión, pero la sombra de una persona los puso en alerta ¿Quién era?

Kord rápidamente con el mango de su gran martillo se acercó lentamente hacia la persona que se encontraba de espaldas delante suyo, golpeó su cabeza dejándolo tumbado en el suelo completamente inconsciente.

—Toma eso inútil-- ¿¡Eli!? —Chilló al notar que el que cayó inconsciente era a quien iban a rescatar.

—¡¿Qué!? ¿¡Eli!? —Pronto inmediatamente se puso a su lado y al ver el cuerpo del peli-azul se llevó ambas manos a la cabeza entrando en pánico— ¿¡Pero que hiciste!? ¡Lo mataste!

—¡No lo mate! ¡Sigue respirando! ¿No ves? —Respondió rápidamente, tratando de mantenerse tranquilo— ¡Y deja de gritar! Atraerás a los guardias.

—¡Cargalo y saquemoslo de aquí! ¡Estará a salvo una vez crucemos la frontera!

Dicho esto Kord tomó al joven inconsciente y lo cargó como un costal de papas. Debido a la oscuridad del lugar no notaron exactamente que ese no era exactamente su Eli. Sin pensarlo mucho montaron sus caballos nuevamente y se marcharon del lugar.

Lo que no sabían es que Tad los veía a lo lejos desde uno de los balcones del castillo. El chico llevo su mano al mentón meditando el hecho de que dejó el camino libre a su prisionero.

—Esto de verdad es interesante...

—¿Crees que estuvo bien dejarlo ir así nada más? —Le habló una voz a sus espaldas.

—Eso no me preocupa. Me interesa lo que puede pasar después. Síguelos, quiero que los vigiles muy de cerca y toda novedad me la hagas saber de inmediato. Algo me dice que ellos serán la clave para encontrar al verdadero Eli y quizás, más tierras para dominar.