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El grupo se había dirigido hacia el gran patio del castillo, según lo que dijo Eli necesitaba un espacio abierto para asi evitar inconvenientes. Kord y Pronto le seguían entusiasmados mientras Trixie sentía cierta desconfianza ante la idea, pero también sentía curiosidad. No es que dudara del Eli frente a ella, pero la confianza se gana.

—Bien ¿Qué tal un tiro de truco? —Propuso Eli a sus babosas quienes chillaron en su aprobación. Por lo general usaba a Burpy para demostraciones, pero ahora que no estaba debía pensar bien qué babosa usar para asi no aterrar a sus espectadores.

—¿Puedo escoger una yo? —Preguntó Trixie acercándose al chico con ambos brazos cruzados.

—Claro —Aseguro el chico, le hizo una seña a sus babosas para que se colocaran una al lado de la otra frente a la chica.

Trixie les vió con cierta emoción, pero aún no sabía cuál escoger, es decir ¿Debería dejarse guiar por su apariencia o por su habilidad? Es más ¿Cuál era el poder de cada una?

—Hum... ¿Qué tal esta? —Señaló a la punzante, Stunts chilló aceptando a la chica.

—Ok, demuestra qué es lo que haces amigo —Le habló a su babosa mientras lo cargaba en su lanzadora— tranquilos, no es letal ni nada, ya verán —Aseguró antes de proseguir.

La mirada del chico inspeccionaba el lugar buscando dónde lanzar a su babosa Stunts también miraba el posible trayecto que debía tomar hasta que se tomó una desición.

Con la mirada curiosa y ansiosa de sus espectadores, Eli disparó hacia su izquierda, la babosa una vez tomó velocidad se transformó y rebotó en uno de los barriles, luego en las cajas, pared, en tres objetos para practicar arquería y luego volvió con su lanzador, quien sentía a sus espaldas el asombro de sus espectadores.

—Increible —Soltó Kord.

—¿¡Entonces de verdad vienes de otro mundo!? ¡Pronto jamás había visto una criatura capaz de hacer algo asi!

—¿Aún dudabas de mí? —Le preguntó el Shane.

—Pronto no cedería confianza asi de fácil joven otro-Eli, sobretodo si hablamos del aventurero que personalmente me encargué de cuidar como si fuera mío.

—Las otras... "Babosas" ¿Qué más pueden hacer? —Preguntó Trixie tratando de contener su impresión, una debilidad de ella era la curiosidad hacia lo desconocido, Eli sonrió de lado.

—¿Qué me dices Joules? ¿Quieres también? —Le preguntó a su Electroshock, la babosa en respuesta ingresó a la lanzadora.

Eli la disparó hacia uno de los blancos para arquería, haciéndolo pedazos una vez que Joules le dio con un fuerte voltaje. Rápidamente cargó otra babosa y disparó también hacia otro de los blancos, uno tras otro variando entre las carnero, bengala y congeladas. Trixie seguía sin poder creerlo ¿Entonces de verdad no estaba mintiendo? ¿Un mundo donde de verdad dependen de esas pequeñas criaturas? Era un poco difícil de creer, pero delante suyo estaba la prueba.

—Me cuesta creerlo, pero veo que decías la verdad —Confesó la chica, captando la atención del lanzador— pero entonces...

—Si, estoy casi seguro que el Eli que ustedes conocen está donde se supone que debo estar yo. Pero eso es lo de menos, el problema está en que no sé cómo volver y dudo que mi otro yo sepa algo.

—Supongo que no son exactamente buenas noticias —Concluyo Trixie de brazos cruzados.

—Tal vez, pero en mi mundo hay otros como ustedes ¿Recuerdas? Ellos se encargaran de mi otro yo, eso te lo puedo garantizar.

—Tendré que confiar en tu palabra.

——————

—¿Aun ninguna información al respecto? —Le pregunto Tad al guardia a cargo, quien negó con la cabeza para disgusto de su majestad.

Tad pegó media vuelta y se marcho de ahí. "Aún no puedo creer que estos incompetentes tengan un gran poder, no sirven ni para atrapar a un chico de 16 años" pensó mientras se dirigía a su laboratorio, donde anteriormente aquellas criaturas que había traído consigo ese otro Eli habían huido. A petición, había mandado a buscar unos libros para investigar sobre el tema.

Tad no dudaba ante la existencia de cualquier tipo de magia, siendo esa la razón por la cual está donde está. Le interesaba esos temas desde que obtuvo las pruebas de que era real. Revisó el segundo libro donde hablaba sobre leyendas y mitologías, siendo la mayoría muy reales debido a la existencias de los Troles y topoides que habitan en casi todos los reinos ¿Cristales mágicos? También, pero los poseía únicamente los de la realeza limitando asi el acceso a cualquiera a la magia. ¿Brujos, hechicería, seres extraños? Los dos primeros dejaron de existir hace siglos gracias al miedo humano (he de ahí el por qué sólo la realeza tiene acceso a la magia) y lo último lo estaba poniendo a prueba.

"Aquí no hay información de otros mundos" pensó el Blakk cerrando el libro, vio los que estaban sobre la mesa, les hecho una ojeada rápido y obtuvo lo mismo: nada.

Con una mueca de desagrado devolvió el libro a la mesa, no podía depender de su informante. Apoyó ambas manos sobre la mesa tratando de pensar en algo, sus ojos chocaron con unas peculiares telarañas que colgaban donde anteriormente habían encerrado a las pequeñas criaturas. Lo tomó y lo examinó con la mirada, se veía como una telaraña común y corriente, pero había algo que le decía que podría ser una pista.

Con esa idea en mente se dirigió a la otra mesa donde estaban sus instrumentos de laboratorio, si realmente era una telaraña ordinaria no pasaría nada si hace algunas pruebas con ella ¿No?

"¿Aún sigues sin obtener resultados?"

Un escalofrío recorrió la espalda del Blakk al escuchar aquella voz, pero supo mantenerse indiferente, tras él una sombra se avistaba, deforme, pero con dos puntos rojos brillantes simulando sus ojos.

—Cálmate, todo a su tiempo, no creas que olvidé nuestro trato —Le respondió sin girarse a ver la criatura.

"Tus métodos son lentos, el tiempo se agota y sólo haz hecho en estos últimos tres años perseguir la cabeza de ese chico prodigio sin resultados."

—Tranquilo, creo que al fin he encontrado el método para atraerlo, y así ambos tendremos lo que queremos.

"Estas advertido Blakk, ya sabes lo que te sucederá si no cumples tu parte, recuerda, estoy siempre vigilando."

Aquella sombra se fue dejándolo completamente solo, con un amargo sabor de boca. El también estaba cansado, de todo, pero fue el precio que decidió pagar. Miró la telaraña en su mano, debía acelerar el paso.

Espadas Y Lanzadores [AU Bajoterra Crossover] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora