Espadas Y Lanzadores [AU Bajoterra Crossover]

✨️Escena extra/bonus✨️

El rubio miraba desde lo lejos en lo alto de la copa de un árbol el ex reino del Blakk, la brila calida movia las ramas y le ayudaba a camuflar su precensia en el lugar, analizando todo lo que había ocurrido hasta el momento.

Desde que empezó a trabajar para el pelirrojo hace casi tres años noto varias cosas a su al rededor, los obvios sentimientos del rey, su soledad, asi como la presión de todo lo que debia y no hacer, la reaccion del pueblo ante su toma de poder, asi como empezar a dudar de las acciones del rey con respecto a las órdenes y trata que le daba. Digamos que si bien su relación no era cercana sino más bien profesional, Twist en el fondo no lo sentía tanto asi.
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La princesa se encontraba frente a la celda, de brazos cruzados, Twist jugaba con una pelota rebotandola contra la pared, ignorando por completo las palabras de la chica.

—Ay princesita ¿aun no te queda claro mis intenciones?

—Solo te estoy explicando la situación. Esto afecta a todos, y lo sabes.

—¿Y eso a mi que?

—Yo sé que en el fondo no quieres eso.

—Ay por favor ¿Desde cuando aquí puedes leer la mente de los demás? Suponiendo que este en lo correcto, cosa que no es.

—¿Por qué trabajar para Tad entonces? Investigué sobre ti, cosas ciertas, algunas falsas ¿quién sabe qué es verdad y que no sobre tu pasado? Eres el único que puede negar o corroborar pero hay algo que no entiendo ¿por qué encubrir tanto a Tad entonces?

—Mi relación con su majestad es algo altamente profesional, no estoy en disposición de brindarte información al respecto ya que mi contrato lo impide.

—Que yo sepa no hay ningún papel legal sobre eso. Esto es más personal.

—¿Y eso nos lleva a...?

—En que no estas obligado a ocultar información, lo haces por querer, y yo te pregunto ¿Por qué?

"Yo me pregunto lo mismo" pensó el rubio, dejando de rebotar la pelota, pero seguia sin mirar a la pelirroja, quien mantenia su ser de autoridad y firmeza.

—Sólo te pido una cosa, y te dejaré ir, nadie saldrá a buscarte y tampoco te verás envuelto en todo lo que pase de aqui en adelante bajo mi responsabilidad, salvo caso contrario ye veas envuelto nuevamente en un asunto contra mi y mi reino.

—¿Algún seguro se vida?

—¿Dudas de mi palabra pero confías en la de Tad?

Twist no estaba dispuesto a vender a Tad a la ligera. Pero de no hacerlo ¿qué sucedería? ¿Sería capaz de aceptar la responsabilidad?

—...Qué necesitan saber.
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El rubio aun pensaba en aquella conversación antes de su liberación, fue lo último que supo con algo involucrado con la realeza. Cuando ocurrió la muerte de Tad, él había huido lejos de la guerra, no se sentía capaz de encarar al joven rey, aunque lo que realmente le dolió fue que nunca preguntó o si quiera lo mandó a buscar. Pero ¿por qué lo haría? No eran amigos, era su simple mano derecha, fácilmente se podía conseguir otro, él era completamente reemplazable.

¿Entonces por qué se encontraba velando lo que era el castillo donde vivió por tres años junto al Blakk? ¿Algún tipo de cariño? Quién sabe.

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Twist caminaba por los pasillos del castillo, escucho el sonido de unos pasos junto a un tarareo, era constante, rítmico, agradable. Se acercó a la puerta y se asomó sin causar algún tipo de sonido, y ahí estaba él. Su alteza movía su lanza con gracia al compás de su propia canción, la vara danzaba con agilidad, su sonido ante un movimiento brusco era claro y firme.