Recuperando al amor de mi vida

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Samuel

Los días pasaron y no la volví a ver, habían pasado ya tres semanas...

El trabajo me iba muy bien, mi relación con mis hermanos también, pero a mi me seguía faltando ella, yo seguía sin asimilar que le había dicho que estaba orgulloso de ella... Un pasito más cerca de darle las explicaciones que merecía de una vez por todas.

Estaba vigilando mi sala - como no- cuando Alexandre nos llamó a mi y a Adèle por el pinganillo, ambos nos miramos y juntos fuimos hacia su despacho.

—No hemos hecho nada, ¿no?

—Que yo sepa no, Samuel, pero con este hombre nunca se sabe...

Y eso era verdad, Alexandre era una caja de sorpresas...

—Pasad chicos  —dijo después de escuchar dos toquecitos en la puerta— Tengo que contaros las nuevas noticias.

Mmmm... ahora si que tengo curiosidad...

—Os vais a volver a infiltrar como vigilantes de seguridad en el Louvre, pero esta vez no será un desfile de estudiantes de moda, ni mucho menos, será de Pierre Renard, manager y diseñador de moda más importante de París, así que debe haber el doble de seguridad, vosotros dos y vuestros compañeros estareis infiltrados...

¿Nos ve con cara de espía o algo parecido? Efectivamente... pero como me gusta lo que me encanta

Ambos nos miramos y sonreímos, Adèle y yo parecíamos el dúo de espías típicos de las películas, como me gustaba infiltrarme en estas cosas.

—Os daré la ropa, las indicaciones y todo eso más adelante, ¿vale, chicos?

—Perfecto...

Me gustaba mucho que confiase en mí para estas cosas, porque perfectamente podría haber confiado solo en Adèle.

—Podéis salir chicos...

Asentimos y volvimos al trabajo, quedaba una hora para que nuestro turno acabase... Una vez fuera del Louvre, cogí el metro y una vez en el apartamento de Mat y mio me duché.

Empecé a pensar en Pierre y la nueva misión esta, así que enseguida busqué en internet quien era, pura curiosidad.

La hostia

Enseguida reconocí a este hombre, ese era el hombre que vino con otra mujer hacía Mar el día del desfile, "¿Y si Mar irá al desfile?" Ojalá.

Cruzaba los dedos para que fuera, así que decidí que mañana hablaría con Adèle para pensar qué hacer en el caso de que si fuera.

Llegó mi hermano interrumpiendo mis pensamientos, venía con Chloé, se les veía muy felices, Mat últimamente pasaba mucho tiempo con ella, estaba raro aunque pronto averiguaria el porqué.

—¡Nos vamos a casar! —Dijo Chloé saltando de alegría y corriendo hacia mi para enseñarme el anillo.

¿Cómo que casarse?

Mat vino sonriente detrás de ella...

—Me alegro mucho Chloé... —Dije abrazándola, y eso era verdad, me alegraba tanto, después de lo hecho mierda que le dejó Olivia, por fin había vuelto a sonreír.

—Ven que te lo contamos todo...

Me contaron que se casaran de aquí un par de años, pero que estaban muy ilusionados, me alegraba mucho por ellos.

Hicimos café y charlamos durante horas, horas, Mat y Chloé hicieron la cena, Chloé trabajaba de Marketing de moda, era la mejor en Francia, y ya que trabajaba en el factor moda, así que inevitablemente le pregunté si sabía algo de Mar.

Pensemos

—Oye y conoces a una tal Mar, ¿Mar Anderson?

Se le abrieron los ojos como platos al acabar de pronunciar su nombre

—Para no conocerla, está teniendo un boom en París increíble, se rumorea que Pierre Renard está interesado en ella como modelo tras su éxito en el desfile del Louvre, es una chica con mucho talento, ¿por qué preguntas?

—Nada, curiosidad simplemente...

Tras mi falsa contestación mi hermano no tardó en fusilarme con la mirada.

—Y tú qué sabes de esto, he mirado en el periódico online y también se rumorea que está con un tal Adrien, ¿eso es cierto?

—Para nada, son amigos y ya está, si salen juntos en revistas y eso es por promoción...

Suspiré y segui cenando

—Samuel pregunta por Mar, porque... Porque esa chica era el amor de su vida...

—Mateo cállate.

—No Samuel joder....

—¿Cómo que el "amor de su vida''?

—Me enamoré de Mar hace dos años ya, y la cagué por imbécil...

La cara de Chloé fue un cuadro.

—Bueno Samuel, si quieres recuperarla haz lo que tengas que hacer, pero no la cagues por segunda vez...

Le sonreí y le asentí

Me despedí de ellos y me encerré en mi cuarto, abrí ese armario, ese armario que ni a Mat le había dejado abrirlo, allí tenía todo lo de Mar. Habían pasado dos años, me perdí sus dos cumpleaños, sus 17 y por supuesto su 18 cumpleaños, pero aún así le compré sus regalos, y los guardé en Noosa, pero como ahora mi hogar era esto, los regalos de Mar tenían que estar aquí.

Enseguida que llegué tuve la oportunidad de hablar con Adèle, lo hice,  tenía que empezar a elaborar mi plan para hablar con Mar o que Adèle lo hiciese, lo había llamado, "recuperando al amor de mi vida"

—A ver Adèle te tengo que contar, y mucho...

Nos fuimos a la cafetería más cerca del Louvre para poder estar más tiempo charlando...

—Resulta que la comprometida de mi hermano es la jefa de marketing de moda, y...

Le conté todo lo de la cena de ayer, a lo que ella casi se atraganta con el croissant.

—Adèle joder, no te me atragantes...

—Perdón, perdón estoy intentando asimilar lo que me estás diciendo...

—Necesito que hables con ella, Adèle...

—Samuel no me voy a declarar por ti.

—Joder no te estoy pidienso eso...

—Anda volvamos que queda un minuto.

Nos levantamos y fuimos de vuelta al trabajo, las horas pasaron, pero mi mente pensaba en Mar y en la semana que viene, "esta vez tengo que estar mejor que la del desfile, joder..." Pensé mientras miraba el reloj.

Volví a casa feliz, cada vez estaba más segura de que la iba a ver la semana que viene y las mariposas del estómago me iban a estallar.

Me puse mis auriculares, y me preparé la cena mientras mi cuerpo sentía cada melodía de las canciones, estaba feliz, porque cada minuto que pasaba la notaba más cerca.

Algo más que un amor de verano [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora