Algo más que un amor de verano [#2]

Cerrado con llave

Mar

La semana más estresante de mi vida había empezado nada más pisar clase, las nuevas indicaciones que dio Isabelle ayer.

Y no, no había vuelto a saber nada más de Samuel...

La primera media hora me tomé las medidas con ayuda de Adrien y Dennise, hice los bocetos y el patronaje, para así después empezar a coser con la máquina.

Mi idea era hacerme un vestido parecido al que Adrien me compró, pero el color de la tela diferente y la espalda mucho más descubierta, "si esto sale bien, va a ser una locura..." Pensé mientras recortaba el patronaje que ya tenía acabado.

—Mira esto hazlo, así y así, te quedará
mejor... —Me dijo Isabelle

—Gracias por el consejo... —Le contesté sonriendo, me devolvió la sonrisa y siguió paseando por la clase para ver a los demás.

Un buen rato después el timbre sonó finalizando la clase.

—Chicos guardarlo todo en vuestras taquillas, que no se os pierda nada por favor...

Obviamente le hicimos caso y lo dejamos en las taquillas, cogimos un par de cosas y salimos a merendar.

Una vez llegamos a la cafetería de la universidad, empezamos a ponernos al día mientras esperábamos la merienda.

—Oye... ¿y que os vais a confeccionar? —No tardó en decir Dennise, tan curiosa como siempre, me encantaba...

—Pues yo me he inspirado en el vestido que me regaló Adrien el año pasado... Lo haré de otro color, y la espalda abierta...

—Me encanta la idea... —Dijeron a la vez.

—Pues yo voy a intentar hacerme un vestido rojo, que la idea que tengo en la cabeza es espectacular...

—Espectacular estarás tú con el puesto.

Que mono Adrien

Dennise se sonrojó y Adrien empezó a hablar:

—Pues yo no tengo ni la menor idea.... —Dijo un poco avergonzado— Es que ni siquiera me acordé de comprar los materiales...

Cuando fui a hablar llegaron, nuestros cafés con los croissants.

—¿Y por qué no vais a conjunto?

Me miraron arqueando las cejas pero con mucha atención me escuchaban

—Te escuchamos, te escuchamos...

—Si Dennise va a ir con un vestido rojo, porque no vas tú con un traje rojo, quiero decirte, los pantalones y la pajarita roja, y la camisa... Una blanca que tengas por casa.

—Mar eres la mejor...

La verdad que la idea me había gustado hasta para mi, enseguida Dennise le dio las direcciones de donde compro la tela a lo cual Adrien y yo escuchábamos muy atentos.

Después volvimos a clases, las cuales se pasaron muy rápido, nada más salir miré el móvil y vi un mensaje de Mat, el cual me llamó mucho la atención.

—Ven a casa después de clase, tengo algo muy importante que decirte.

¿Samuel?

Rápidamente mi mente pensó en Samuel y en algo malo que le podría haber pasado, así que corrí hacia la plaza estación de metro, y en menos de lo que canta un gallo llegué al apartamento de Mat.

—¿Mat que ha pasado?

—¿Se puede saber porque coño vienes corriendo mujer de Dios?

—Me has asustado...

—Pasa, anda pasa...

Dejé mis cosas de la universidad en su cuarto y volví para sentarme con él en la mesa.

—¿Te apetece chocolate caliente?

—Eso siempre Mat

Esperamos un par de minutos a que se hiciera y nos sentamos, bebí un sorbo y soltó la noticia

—¡Me voy a casar Mar!

Le escupí el chocolate encima

—¿¡Cómo que te vas a casar?!

—Que si, que si...

Se limpió el chocolate que le había escupido y me enseñó la alianza, corrí a sus brazos y lo abracé muy fuerte, empecé a llorar, a llorar de emoción, de alegría, y de todos los sentimientos positivos del mundo.

Joder Mat ya te estas haciendo mayor

Me dio un pañuelo para que me secase las lágrimas y escuché atentamente como ayer le hizo la propuesta, "ojalá algún día yo" pensé mientras le acariciaba la mano.

—Entonces... A Samuel no le ha pasado nada, ¿no?

—Pensabas que el mensaje iba por Samuel...

Asentí con la cabeza

—Te quiero enseñar algo cariño...

Arqueé una ceja, me cogió de la mano y fuimos a una habitación, la cual nunca había entrado hasta hoy.

Abrió la puerta y un olor muy familiar me vino nada más acercarme un poco

—Es la habitación de...

—De Samuel. —Me adelanté

Asintió y se puso delante mia

—Pasa Mar...

Cuanto más me adentraba en su habitación más nostalgia sentía, no tardé en analizar la habitación, era muy suya, el color, la decoración que él había puesto... Todo.

—Mira Mar, no se si esto tiene que ver contigo pero...

Mat me devolvió a la realidad.

—Dime...

—Este armario lo tiene cerrado con llave, y no, no es donde tiene su ropa, porque ese es el que tienes a tu derecha... Nadie lo ha visto, ni siquiera yo, y mi intuición me dice que aquí hay cosas tuyas...

Una vez me dijo eso, me dejó sola en su habitación, me senté en su cama y enseguida me fije en su mesita de noche, allí tenía varias fotos y un despertador.

Mi intuición me dijo que mirase las fotos, me sentí muy mal, pero si Mateo me había traído hasta aquí era por algo... No acababa de percatar sus intenciones pero sabía que lo que estaba haciendo era lo correcto.

Cogí las fotos y empecé a mirarlas una por una, eran del campamento, una era con Mat, en otra salíamos todos, me acordaba perfectamente de ese momento, fue el primer día, primero me fije en él, y hacia donde iba su mirada.

No puede ser verdad

Miraba hacia mi dirección con una sonrisa, sin saber porqué, giré la foto y vi un pequeño texto...

Y sin saberlo, la chica a la cual miraba, iba a poner mi mundo patas arriba y quedarse en un gran trozo de mi corazón siempre...

Notaba como mis ojos se humedecían poco a poco, hasta que vi otra que también me tocó el corazón fuertemente y la cual le tuve que sacar una foto con mi móvil, salíamos él y yo besándonos, era el día de la fiesta Euphoria, "estábamos tan guapos..." Pensé mientras acariciaba la foto, como no, había también un pequeño texto:

Junto al amor de mi vida

Dejé las fotos en su sitio, intentando que quedasen tal cual estaban antes, cuando escuché que me tocaban la puerta, el corazón me dio un vuelco.

—Cariño, de aquí poco vendrá Samuel de trabajar...

—Ya me voy Mat, gracias por enseñarme esto...

—Faltaría menos Mar... Sé que no me tendría que meter, pero... Creo que tenéis que hablar...

Le sonreí y salí medio corriendo, me había dejado muy tocada ver esas fotos en la mesita de noche y sus texto, cuanto más tiempo pasaba mas tenia claro que algo le había pasado a Samuel ese dia para que me dijese la mierda que me dijo.

Y tenía claro que lo iba a averiguar.