Ser Hugh del Valle había muerto. Tal como marcaban las costumbres, su cuerpo fue entregado a las hermanas silenciosas, quienes se encargarían de él para el funeral.
Era de noche, los alrededores, de las tiendas del torneo, estaban desiertos. Las pocas luces del interior de la carpa del difunto caballero del Valle dejaban ver únicamente tres siluetas, una recostada sobre una mesa y otras dos arrodilladas a un lado.
Artys quiso ir a verlo. ¿Acaso no era eso lo que se hacía con los muertos? Se les velaba durante la noche. El halcón debía admitir que apenas lo había tratado, su muerte no era algo que le provocara una enorme tristeza, pero había sido escudero de su padre y, aunque por poco tiempo, también caballero del Valle.
Ser Hugh no tenía a nadie allí, su única familia era una anciana madre que estaba en Puerto Gaviota, seguramente en aquellos momentos aún desconocía el destino de su hijo, faltarían unos pocos días para que la notica la golpeara, a saber como respondía...
La tienda apestaba, las hermanas silenciosas rezaban en voz baja, tan ensimismadas en su tarea que no prestaron atención a la llegada de Artys. Las dos mujeres seguirían rezando durante unas horas, al amanecer limpiarían el cuerpo, coserían sus heridas y prepararían su armadura.
Poco después de la llegada del halcón, apareció Ser Borrell.
—Mi señor, tal como ordenasteis, está todo preparado para que cuerpo salga mañana hacia el Valle.
Artys solo asintió. Miraba fijamente a Ser Hugh, rígido sobre aquella superficie de madera. No pudo evitar preguntarse en qué habría pensado antes de morir. ¿En sus errores pasados? ¿Su infancia? ¿Alguna mujer? Puede que solo pensara en lo diferente que hubieran sido las cosas si en lugar de vivir el torneo como participante, lo hubiera hecho como espectador. La mente del halcón voló hacia su padre.
— ¿Quién veló a mi padre?
—El rey lo acompañó gran parte de la noche, estaba tan borracho que dudo que lo recuerde. Ser Gawen, yo...casi todos sus hombres y gente estuvo con él. Jon Arryn era querido por todos.
— ¿Mi madre?
—Bueno... — Ser Borrell reflexionó bastante su respuesta. —Vuestra madre acababa de perder a su esposo...la tristeza la sobrepasó, no salió de su alcoba en toda la noche. —Artys volvió a quedarse pensativo. —Quien si lo acompañó sin separarse, fue el maestre Colemon.
— ¿Quién?
—Es el maestre del Valle. Aún es muy joven, pero muy inteligente. Intentó por todos los medios hallar un remedio para la enfermedad de vuestro padre, pero no pudo. Poco después fue sustituido por el maestre Pycelle. Colemon no recibió bien la noticia. Sé que se sintió culpable por la muerte de Jon Arryn, incluso siguió intentando entender su mal. Estoy convencido de que aún busca un remedio.
— ¿Por qué?
—No estoy seguro, tal vez porque ansia conocimiento o puede que quiera demostrarse algo a sí mismo.
—O demostrárselo a mi padre...que era digno de él.
Ser Borrell dudó de si su señor decía aquello por el maestre Colemon o por él mismo.
Pasaron unas horas allí, hasta que de pronto alguien atravesó la tela de la tienda, era Ser Barristan Selmy, el Lord Comandante de la Guardia Real, un anciano de pelo blanco y ojos azules que para su edad era mucho más fuerte que otros la mitad de jóvenes.
—Lord Arryn. —le saludó el caballero.
—Ser Barristan, esperaba poder conoceros, lástima que sea en estas circunstancias. —desvió la mirada a Ser Hugh.
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El Halcón Dorado |GoT|
Fiksi PenggemarArtys Arryn, nacido de un halcón, criado por lobos, obligado a madurar por leones y ciervos, testigo de como rosas y krakens buscan día a día obtener más poder y de como en la lejanía los rugidos de los dragones se oyen cada vez más cerca...En concl...