Capítulo 6

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Ryalville, amanecer

Agosto de 2013

Nunca me había sentido tan sola e incomprendida como ahora. La visibilidad de mi piel era cada vez menos perceptible para el resto del mundo, nuevamente me había convertido en un fantasma, con la única diferencia de que me había acostumbrado a ello, después de todo en casa siempre fue así, sin embargo, la ausencia de Matt dolió más de lo esperado, pero como todo en la vida, lo pude ir superando.

Carly cumplió su promesa de convertirse en mi amiga, era una chica muy agradable, y compartimos gustos en común, todo marchaba bien entre nosotras, hasta que tuvo un viaje de emergencia por el que se fue repentinamente de Ryalville hasta después de las vacaciones de verano, por lo que, es innecesario describir mis hermosas vacaciones, escapando de casa y de las peleas familiares.

Encontré alivio asistiendo a la biblioteca local, me sentía como Matilda, y cada semana leía un libro nuevo, aquellos personajes ficticios se volvían mis amigos impidiendo que me quede sola, hasta que terminaba de leer, cerraba el libro y nuevamente volvía a ser Rachel la rara que se quedó sin amigos.

Al menos no era tan malo, pues había descubierto el placer de leer, de sumergirte dentro de una historia, encariñarte con los personajes, comprender su personalidad. Y eso es lo genial de los libros, abrirlo es emprender un viaje hacia una realidad que tú mismo imaginas, evitando los problemas, dando riendas sueltas a tu mente.

Al menos mis vacaciones estaban dentro de todo "bien" hasta que la señorita Daysi no tuvo mejor idea que sugerirme sesiones de terapia, ella creía que de esa forma podría aprender a relacionarme con mis otros compañeros, y también solucionar mis conflictos internos, incluso, en un momento yo también lo creí, pero Ian, mi terapeuta asignado, era realmente malo en su trabajo: miraba constantemente el reloj, no parecía escucharme nunca, y asentía la cabeza cada dos minutos contados cronológicamente.

Lo único interesante de mi terapia con Ian eran las llamadas extrañas que interrumpen mis sesiones, es un pueblo pequeño, por lo que es casi un hecho de que conozco a la persona misteriosa, hasta el momento sólo sé que es un chico joven con serios problemas con su padre o alguna figura de autoridad masculina, suele llamar a Ian después de las peleas con este sujeto, se escuchan gritos y llantos, seguido de golpes por todas partes, es incómodo, y me remueve el pecho, es tan injusto que debamos sufrir por errores ajenos. Me gustaría hablar con esa persona, que sienta que no está sola en el mundo, y que tarde o temprano ese infierno acabará.

¿Se podrá terminar de leer un libro en veinte minutos? Me faltan ochenta páginas para terminar la obra que nos dejó el profesor Oscar, es el maestro más exigente de todos, y según Carly me contó, sus exámenes son los más difíciles del mundo, se encarga de preguntar cosas muy detalladas sobre los libros, con una sola mirada puede darse cuenta si leíste el libro o un resumen de internet.

Creo que estoy jodida.

El salón de clases es un caos, todos intentamos con desesperación terminar el libro, Matt y Dylan, que son los únicos que parecen haber terminado el libro, permanecen en silencio, burlándose en secreto de nuestro destino. Suspiro resignada y cierro el libro. Es imposible que pueda terminarlo y dar una buena respuesta.

"El salón del eterno resplandor" era una obra compleja, muchos de mis compañeros se quejaban del contenido del libro o de su extensión, pero el profesor Oscar lo dejó de igual manera, era de aquellos maestros que no se dejaban intimidar por malas miradas o posibles amenazas. Además, era un reconocido escritor de poesía de la ciudad, por lo que era muy respetado en esta secundaria.

Apenas ingresó al aula todos quedamos en silencio, la tensión se podía respirar en el ambiente, estábamos a punto de ser masacrados por su examen. Y lo peor de todo, es que no podía culpar a nadie más que a mi misma por fallar. Tuve tiempo para leerlo, pero puse como prioridad otras cosas...

Secrets Around UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora