Ryalville, anochecer,
Luke Hamilton
Ese fin de semana organicé la mejor fiesta de todas, recordaron aquel acontecimiento durante semanas. La palabra descontrol adquiere otro significado en mi casa, el hogar de nadie en donde todos eran libres de hacer lo que les viniera en gana. Si yo no puedo ser feliz al menos puedo brindar todo para que los demás se diviertan.
No puedo hacer al mundo feliz, pero puedo darles las herramientas para anestesiar su dolor, todo lo que deseen olvidar.
- Luke, es suficiente - susurra Dylan en mi habitación una vez que los demás se fueron. No tengo claro exactamente la hora, estoy muy mareado como para que me importe - Te estás haciendo daño, Luke.
- Prefiero dañarme yo a que los demás lo hagan. Deja de juzgarme, no todos tenemos la vida perfecta - reclamé, enojado sin saber la razón.
- ¿Crees que yo tengo una vida perfecta? Luke, todos tenemos problemas, algunos más graves que otros, pero no por eso andaré metiéndome todo lo que encuentre en el camino - dijo, y sé que tenía buenas intenciones, sin embargo, estaba tan dolido y drogado, que no me importaba.
-Para ti es fácil decirlo, no eres nadie para juzgar la forma en la que desahogo mi dolor - reprendí en su contra.
- Me preocupo por ti, idiota. Estás mal, y quiero ayudarte, dime qué puedo hacer - pidió y pude notar una notoria preocupación en sus ojos, Dylan siempre fue un buen amigo, a pesar de lo mal que lo traté la mayor parte del tiempo, parecía entender lo mal que me sentía, y era capaz de mover cielo y tierra con tal que me sintiera mejor.
-Pásame una cuchara, cocinaré un par de anfetaminas, necesito algo nuevo que me haga sentir - contesto obteniendo un chasquido de su lengua - y si vas a tener esa actitud de mierda mejor lárgate.
- No dejaré que te sigas metiendo esas mierdas, sé que estás pasando por un mal momento, pero cuentas conmigo.
- Gracias Dylan, eres un gran amigo. No te merezco... Espera, Dy, ¿tú sientes que yo te he corrompido de alguna forma? - pregunté pensando en todo. Si en el tiempo que llevo conociendo a Dylan nunca ha probado drogas, ¿podría significar que no necesariamente lastimaría a Rachel?
-Bueno, si no fuera por ti todavía sería virgen - contesta y ambos reímos - no, para nada, ¿por qué la pregunta?
- Nada en especial - respondí esperando poder dejar el tema, pero la suerte parecía no estar de mi lado.
-Sigues pensando en Matt ¿no? - preguntó, como si fuera capaz de leer mis pensamientos.
- Mejor iré por la maldita cuchara yo solo.
Ryalville, anochecer
Octubre de 2013
Rachel Stone
La habitación de Carly era sumamente cómoda, y no podía dejar de sentirme agradecida por haber congeniado con personas tan geniales como lo son Carly y Matt, quizá no seríamos los más populares, pero éramos un grupo real.
Mis mejores amigos notaron lo extraña que me sentía tras haber sido exiliada de la vida del complicado Luke Hamilton. Y es que no entendía la razón de su repentino cambio, había algo que no tenía sentido, pero no me arriesgaría a perder más dignidad por él.
Los tres estábamos en casa de Carly, decidimos pedir pizza y ver películas, hasta que se hizo tarde y solo nos quedamos Carly y yo para hacer una pijamada. Aprendí a disfrutar de estos pequeños momentos en los que podía mantener conversaciones casuales, no todo en la vida debían ser problemas o evitar que Dean tuviera una recaída.
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Secrets Around Us
Teen FictionRachel y Luke son ex novios que juraron nunca más volverse a ver en la vida, hasta que un mensaje anónimo que amenaza con revelar sus más íntimos secretos los obliga a juntarse en un reencuentro de secundaria. Se amaron y ahora se odian, dicen que n...