Capítulo 16

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Ryalville, anochecer

26 de octubre de 2014

Luke Hamilton

Honestamente, me importa muy poco lo que hagas con tu vida, pero sí me importa Rachel, ella es la persona más importante en mi vida. Es mi mejor amiga y quiero lo mejor para ella. Ha pasado por mucho y te conozco Luke. Tú no quieres a Rachel, simplemente te parece interesante, sólo quieres acercarte porque te escucha y te entiende. Te gusta la atención de ella, no lo que ella es. Y eres la peor persona que puede existir en el mundo, si te interesa en verdad como dices, deberías alejarte de ella. La harás sufrir, y ella ya tiene suficientes problemas.

- No sabes lo que dices - respondí pretendiendo que sus palabras no me dolieron.

- Sé muy bien lo que digo, y por eso esperé a decirlo cuando estemos solo los dos, si quieres golpéame, humíllame, no me importa, pero con Rachel no te metas. Es cierto que ambos han pasado por situaciones fuertes, no es sorpresa, pero la diferencia entre ustedes es que Rachel intenta ser mejor, no importa lo destruida que se encuentre, siempre halla la manera de sonreír y busca el bien de todos, mientras que tú te encargas de hundir a los demás, quieres que todos seamos infelices porque tú lo eres.

- Cállate - le pedí.

- ¿Me estoy equivocando acaso? - inquirió - Y si te acercas a ella la vas a contaminar, como la fruta podrida que eres.

Lo único certero en la vida, es que nada es para siempre, todo lo que te rodea tiene fecha de expiración, vivimos en una época en la que el destino es incierto y el futuro cada vez se encuentra más lejos, al menos es en mi caso, mi vida se ha convertido en un barco a la deriva, el cual se hundirá en el momento menos esperado. Y es que cuando tenía la impresión de que las cosas nos podían empeorar, la vida hallaba una nueva forma de sorprenderme y demostrarme lo equivocado que estaba. Siempre puede ser peor.

No había droga capaz de hacerme olvidar las palabras de Matt, en especial los días en los que Rachel y yo peleamos, como hoy. Era increíble la facilidad con la que cualquier posee todo el potencial para convertirse en una discusión. Finalmente, se estaban cumpliendo las palabras del idiota, no importaba cuanto intentara evitarlo, parecía que mi destino era lastimarla.

Rachel no lo admitía, pero cambiaba sus planes por mí, dejaba a sus amigos en un segundo plano, inclusive, aquellas proyecciones de su futuro eran cada vez menos parecidas a sus sueños. No sé si es el efecto que Ryalville ocasiona en los demás, o si simplemente era yo el que la estancaba, el punto es que aquella muchacha soñadora y excéntrica que conocí no era ni siquiera la sombra de la pelirroja que me acompaña hoy.

Y eso no era lo peor de todo, sino que no hacía nada para ayudarla. Se estaba hundiendo en la mediocridad de este pueblo, al punto de cambiar sus planes, y toda su vida para continuar aquí. Mi orgullo, o mi estupidez no me permitían ver que yo la estaba cambiando. Y preferí buscar a culpables ajenos al problema.

Los más vulnerables son los que sufren más.

Los patos.

Rachel los trata como si fueran humanos, es tan irritante como su vida entera parece girar en torno de esos torpes y asquerosos animales. Es tan ridícula que me enerva. Ayer tuvimos una gran pelea precisamente por los repentinos cambios que sus planes han sufrido. Todo era tan ambivalente cuando se trataba de ella: o la amaba o la odiaba, eso me asustaba porque no quería odiarla, y mucho menos hacerle daño, sin embargo, sabía que tarde o temprano lo haría.

Un gran defecto que tengo es lo impulsivo que puedo llegar a ser, en especial cuando estoy enojado, una parte de mí deseaba tanto lastimar a Rachel, que no me importaba nada más en ese momento, era mi señal para alejarme de ella, antes de hacer algo de lo que pueda arrepentirme luego.

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