Le alcanzo una taza a Dylan mientras intentaba distraerlo con otros temas, ha sido una noche difícil para todos, en especial para él. Junto sus manos con las mías, acto ante el que obtengo sorpresa de su parte, bastan unos cuantos segundos para que lo sienta: era una forma de apoyarlo, no sabía cómo hacerlo sentir mejor, pero quería que supiera que no estaba solo. Finalmente, después de lo que parece una eternidad, Alex se hace presente obteniendo toda nuestra atención. Nuestro apretón de manos se vuelve más fuerte al percatarnos de su presencia.
- Su amigo ha tenido mucha suerte. Estará bien, probablemente se la pase durmiendo un buen rato, pero nada de cuidado - dice Alex ante lo cual quedamos mucho más calmados.
- Muchas gracias Alex - respondo mucho más aliviada con sus palabras. Dylan tomó dinero de la caja fuerte de Luke para pagarle, era triste, un chico con tanto dinero y oportunidades, con el mundo ante sus pies, como muchos dicen, pero se sentía tan miserable. Y es que no hay fortuna que alcance para comprar el pegamento necesario para pegar todas las piezas de tu alma quebrada.
Y es que nadie habla de lo complicado que es recoger pieza por pieza, en un desastre interno, batallar contra demonios internos que amenazan con acabar con nosotros sin que nadie más lo note. La adolescencia es una máscara que cubre todos aquellos problemas que podemos tener. Y no nos damos cuenta hasta que es muy tarde.
No es tarde para ti aún, Luke. No estás solo.
Dylan y yo nos turnamos para atenderlo, es triste que una casa tan grande y linda como la de Luke siempre esté vacía, sus tíos se la pasan viajando sin ponerse a pensar en las necesidades de su sobrino. Se está ahogando y todos lo miran en lugar de lanzarle un salvavidas.
- Anda a casa Rach - me pide Dylan mientras nos sentamos al lado de Luke, observándolo dormido - tu familia debe estar preocupada, viniste en la madrugada y ya casi está anocheciendo de nuevo, yo me quedaré con él, no creo que vaya a despertar aún.
- No te dejaré solo cuidándolo, tú también necesitas descansar, Dy - respondí negando ante su petición, acaricié con afecto su hombro, luce fatal, es increíble lo rápido que se ha desgastado, su cabello lo trae despeinado, tiene ojeras marcadas debajo de sus ojos, y ni qué decir sobre sus párpados caídos.
- No sé lo que haría sin ti Rachel, todo ha sido tan fuerte - dice cansado, le ofrezco mis brazos en uno de los abrazos más sinceros que nos hemos dado, sentí cómo sollozaba, pero decidí no intervenir, era su forma de afrontar el dolor y debía respetarlo.
- Lo sé, tranquilo, es mejor que saques todo lo que llevas guardando - digo frotando su espalda - todos trabajaremos juntos a partir de ahora, para que no vuelva a pasar algo así nunca más.
- Si algo le pasaba a Luke...
- No pienses en eso, estará bien, ahora debemos esperar a que se recupere y seguir adelante - le digo secando sus lágrimas.
- ¿Acaso estoy muerto o por qué traen esas caras? - escuchamos una tercera voz unirse a nuestra conversación, y creo que puedo hablar en nombre de Dylan también, si digo que fue la mayor alegría que pudimos recibir en ese momento, algo tan simple como escuchar su voz.
- No vuelvas a hacer algo así en la vida Luke, me hiciste llorar imbécil - le reclama Dylan aventando un cojín directo al rostro, la risa del rubio invade la habitación, era tan extraño escucharlo reír, pero mucho mejor a tenerlo en el suelo al borde de una sobredosis.
- No es mi culpa que seas un maricón, pero descuida, tendrás que soportarme por muchos más años, ¿me explicas lo que la zanahoria hace en casa? - cuestiona al percatarse de mi presencia. Acomodo mi cabello con incomodidad, ni siquiera después de estar al borde de la muerte puede dejar de comportarse como un idiota.
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Secrets Around Us
Fiksi RemajaRachel y Luke son ex novios que juraron nunca más volverse a ver en la vida, hasta que un mensaje anónimo que amenaza con revelar sus más íntimos secretos los obliga a juntarse en un reencuentro de secundaria. Se amaron y ahora se odian, dicen que n...