Capítulo 11

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La primera gran explosión fue con Matt, al enterarse de mis salidas con Luke enloqueció, parecía tan enojado conmigo, y esta vez yo también lo estaba con él.

- Es que en verdad no lo entiendo, Rachel, por favor reacciona, ese chico lo único que hará es destruirte - se quejaba enojado frente a mí - no quiero que estés mal, Rach, mereces mucho más.

- No sé lo que merezco, pero es lo que quiero, y en lugar de actuar a mis espaldas podrías simplemente brindarme tu apoyo, como cualquier amigo lo haría - le dije enojada.

- Yo no soy cualquier amigo, y lo sabes bien, Rachel. No te dejes cegar por él, sé que quieres ayudarlo, pero no eres Jesús, demonios, no puedes salvar a todo el mundo, mucho menos cuando tú misma estás hecha pedazos - respondió e intentó tocarme, pero me alejé de inmediato.

- Cállate - grité enojada llamando su atención, era la primera vez que le alzaba la voz a Matt, ambos nos paralizamos y mi corazón terminó de quebrarse al ver sus ojos brillosos, estaba aguantando las lágrimas - Matthy...

- Tienes razón, es tu vida, puedes hacer lo que te dé en gana, solo no vengas llorando a mi tumba cuando te des cuenta de que tenía razón.

- ¿A tu tumba? ¿De qué demonios hablas? - pregunté sin entender nada.

- Nuestra relación no volverá a ser la misma Rach, y sé que no hablaremos como antes, al menos no en esta vida, así que, no te atrevas a llorar en mi tumba cuando te des cuenta de que siempre tuve la razón.

- Siempre seremos Matt y Rachel - le dije con la voz quebrada.

- Promételo - me pidió con los ojos llenos de lágrimas.

- Te lo prometo, Matthy.

...

En algún lugar de la Tierra

Rachel Stone

Actualidad

El viento azota mi cabello con fuerza, despeinando todo a su alrededor, tiene la fuerza suficiente como para destruir lo que construí, dejando únicamente un desastre en mi cabeza. Parecía ser una representación de mi mente en estos momentos, mientras más me acercaba a Ryalville los recuerdos atormentaban con mayor ímpetu acabar con mi sanidad, incluso aquellos que creí haber borrado.

Hago una parada rápida en una gasolinera a medio camino, mientras recargo el coche aprovecho en comer algo ligero antes de seguir mi rumbo, dudo que llegando a la ciudad logre probar bocado, y no es bueno quedarme en ayunas allí. Era un plan tranquilo, hasta que su llamada entró a mi teléfono.

Odiaba lo complicada que se había convertido mi relación con Dylan, es un buen chico, de verdad que lo es, desearía tanto poder contarle lo que ocurre, estoy segura que él tendría algún plan, incluso ayudarme a salir bien librada de todo este lío, pero temo que sea demasiado para su moral, y me deje, o peor aún, me delate.

- Falta poco para el anochecer, dime que por favor has comido algo - la preocupación en su voz me provoca un vuelco en el estómago. Probablemente es la culpa, o la mayonesa del sándwich estaba malograda.

- En eso estoy - respondo con la boca llena para que pueda notar que no le estaba mintiendo.

- Un sándwich de gasolinera no alimenta, Rachel - me reprende.

- ¿En qué momento te convertiste en mi padre?- me burlo - ¿Cómo va todo por allá?

- Como siempre, hay bastante trabajo por hacer, pero voy a hacer mi mejor esfuerzo y creo que voy bien hasta ahora - responde suspirando, conociendo a Dylan lleva sin dormir al menos dos días y su organismo tiene más cafeína de la que puede resistir.

Secrets Around UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora