Capítulo 18

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Ryalville, atardecer

24 de noviembre de 2014

Rachel Stone

¿Era posible amar y odiar a la misma persona a la vez? ¿Qué hay acerca del miedo? ¿Puede una persona temer a quien dice amar? Estaba envuelta en un círculo vicioso del cual no podía escapar. Luke y yo teníamos una relación complicada y ambos los sabíamos desde antes de iniciar, sin embargo, jamás creí que pudiésemos llegar a este punto. Perdimos tantas cosas en el camino, entre ellas el respeto hacia el otro.

La casa Hamilton siempre abría sus puertas fielmente cada fin de semana, ofreciendo las mejores fiestas desenfrenadas que prometían ayudarte a olvidar cualquier preocupación o problema que tuvieras, la filosofía del anfitrión, Luke, no hay asunto lo suficientemente fuerte que el alcohol - y otras sustancias - no sean capaces de anestesiar.

Entendía que era joven y que quisiera divertirse, tenía más que claro que se escudaba en las fiestas y sustancias para lidiar con su vida, pero observarlo ebrio y drogado era cada vez más agotador. Cada vez eran menos los momentos que podía compartir junto a él, como una tarde que caminamos por el campo mientras escuchábamos a Queen. No pedía mucho, solo unos momentos con mi novio.

Luke no me entendía cuando le pedía estar solos él y yo, o pasar más tiempo juntos erróneamente asociaba mi petición con la compra de obsequios. Y no lo juzgaba, él fue criado de esa forma, con la creencia que se puede reemplazar la ausencia con dinero. Nunca fui una chica interesada, por el contrario, me gustaba ganarme mis propias cosas, sin embargo Luke parecía no entenderlo, o quizá no quería hacerlo.

Invertía muchas horas en el día pensando, tratando de comprender lo que nos estaba sucediendo a Luke y a mí, no era el chico perfecto, todo lo contrario, era el más idiota de Ryalville, pero era al chico que quería para mí, siempre que estemos juntos tengo la sensación de que todo estará bien. Pero ¿nuestra vida será así? ¿Qué sucederá cuando vayamos a la universidad?

Un problema a la vez, Rachel, ya encontrarás una solución.

Esta noche sería una de las tantas fiestas organizadas por Luke, ni siquiera era la seis de la tarde y mi novio se encontraba completamente ebrio afinando líneas de cocaína sobre una de las mesas. Le insistí muchísimo para que cancele la fiesta de hoy, solo hoy, tan solo necesitaba un jodido día para hablar con él.

Pero como siempre, pedía más de lo que él podía darme.

Solía ser comprensiva con él, ponía a Luke primero que todo, incluso primero que a mí misma, no obstante, hoy era distinto. Estaba tan enojada, se aprovechaba de mis sentimientos por él para hacer todo lo que quería conmigo, este no es el fin de semana que planee.

- ¿Podrías cambiar tu cara de culo? - preguntó fastidiado antes de inhalar otra línea- Siempre tan malagradecida, Ray Ray, organicé toda esta maldita fiesta para ti y ni siquiera puedas apreciarla.

- No seas mentiroso, esta fiesta la hiciste para empezar con esa mierda del post- Halloween, no por mí - repliqué de inmediato poniéndome de pie.

- Querías diversión para el fin de semana, aquí la tienes, aunque claro, tú siempre quieres más - respondió acomodándose en el sofá - ¿Por qué te paras? ¿A dónde irás?

- No pedí ninguna fiesta, lo único que deseaba era estar contigo a solas, Luke, una estúpida conversación, eso era todo - me quejé - Pero estaba pidiendo mucho para alguien que solo puede ofrecer licor y drogas.

- Ten cuidado y fíjate en cómo me hablas, Rachel, yo no soy como el imbécil de Matt, porque yo sí respondo - dijo dándome el alcance para tomar con fuerza mi brazo - ahora te vas a sentar a mi lado hasta que vengan mis amigos para empezar la puta fiesta.

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