Capítulo 46: Elliot

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Llegué a casa totalmente desanimado, arrojé mi portafolios por ahí y fuí directo a mi cuarto a cambiarme para salir a correr otra vez

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Llegué a casa totalmente desanimado, arrojé mi portafolios por ahí y fuí directo a mi cuarto a cambiarme para salir a correr otra vez.

Esto era simplemente una mierda.

A penas fue el primer día "ignorando" a Sabrina y se me hizo una eternidad por no poder hablarle y ni siquiera mirarla sin levantar alguna sospecha, además de que trataba de mantenerme lo más atento posible a lo que ocurría a mi alrededor. Saber que tenía a alguien siguiendome constantemente era algo sumamente agobiante, eso ya había afectado un poco mi ahora casi inexistente, relación con Sabrina y no podía permitir que arruinara otro aspecto de mi vida.

De alguna forma, correr me daba la sensación de que todo lo que me estaba pasando iba quedando cada vez más atrás y que los problemas desaparecían poco a poco, pero claro... solo era un falso intento de autoconsuelo que se esfumaba cuando mis piernas se quedaban quietas. Decidí darle un pequeño descanso a mis piernas y caminar a casa pero el enojo y la tristeza volvían a alojarse en mi interior a medida que todos los recuerdos volvían a mi cabeza. Coloqué mis manos en los bolsillos de mi pantalón para ocultar los puños que se habían formado en éstas debido a aquellos pensamientos invasivos que aparecían en mi cabeza una y otra vez haciendo que todas las emociones se intensificaran aún más.

Volví a casa completamente sudado por las casi dos horas de ejercicio que me había tomado desahogar al menos un poco de lo que sentía y cuando abrí la puerta fui sorprendido por Cleo, que me esperaba pacientemente del otro lado con su juguete favorito en el hocico. Solo ahí se me fue completamente lo que estaba sintiendo.

—Ven Cleo —me dio el juguete y comencé a llamar su atención con el— ven aquí chica —corrí al jardín con Cleo detrás de mi—

No estaba cansado así que fácilmente accedí a jugar con ella, nos divertimos un buen rato hasta que me dieron ganas de acariciarla un poco, me senté en el césped con Cleo apoyada en mi regazo y me dediqué a mimarla un poco hasta que note que la tarde estaba a punto de llegar a su fin, resoplé un tanto nostálgico y mire a Cleo, quien yacía tirada boca arriba recibiendo gustosa mis caricias en su panza peluda.

—Creo que alguien necesita un baño, y no hablo de mi... —me quedé callado un segundo pensando lo que acababa de decir— bueno si, pero ahora Cleo, te toca a ti primero

Pude cargarla en brazos antes que pudiera escaparse, los baños no eran precisamente su cosa favorita en el mundo pero ya tenía mucho desde la última vez que la había higienizado, muy a pesar de lo mucho que se quejaba y luchaba por liberarse de mi, aún podía dominarla físicamente aunque no faltaba mucho para que sea al revés, con casi seis meses Cleo ya pesaba un poco más de 20 kilos y la verdad no era nada sorprendente, siempre me preocupo de alimentarla muy bien así que estaba muy feliz con su peso.

Dejé a Cleo en el baño del primer piso junto con la bañera llenándose y fuí a buscar sus productos para baño y algunos juguetes además de dejarle lista una bonita flor que servía de adorno para su collar. Al volver, controle la temperatura del agua antes de meter a Cleo en la tina, al principio intento escapar varias veces pero se dio por vencida a la cuarta.

BLIND: Aunque no te pueda ver [Michael Jackson y Sabrina Carpenter Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora