BLIND: Aunque no te pueda ver [Michael Jackson y Sabrina Carpenter Fanfic]

Capítulo 54: Yo no fuí

Luego de esa maldita discusión que tuve con Michael, salí corriendo de allí, no soportaba ver su cara ni un segundo más, no podía permitir que me viera llorar, no saben las ganas que tenía de hacerlo así que lo que hice fue correr al baño intentando cubrir mi rostro.

Para mi mala suerte, ya era plena hora de recreo y los pasillos estaban llenos de gente pero de todos modos me las ingenié para llega al baño sin ser vista. Me metí a uno de los cubículos del fondo y una vez allí me senté en el inodoro y dejé salir todo, tratando de hacer el mayor silencio posible, por supuesto. Mis lágrimas caían y caían sin parar, es que no entendía nada, de verdad que no podía entenderlo.

Un día estaba todo absolutamente bien, hablábamos siempre de muchas cosas, bromeabamos, reíamos, disfrutábamos y todo estaba de lo mejor y luego de la nada, dejaba de responder por todos los medios, ignoraba completamente mi presencia y me trataba como si fuera una molestia. Yo no podía soportar ese trato de el, dolía muchisimo.

Lo soporté estos días pero ya era demasiado, el jamás me había gritado, su voz conmigo siempre solía ser tranquila, cálida y me trasmitia paz, no era tan fría y agresiva como lo era ultimamente. Sentía una gran angustia en mi pecho que no me dejaba respirar, no le encontraba respuesta alguna a su comportamiento y eso me mataba, aunque no lo demostraba en realidad mi mente y mi corazón no encontraban paz tratando de comprender...

No se cuanto tiempo pasó pero unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos.

—¡Sabrina! —reconocí la voz de Tori—  ¿Estás bien? Nos tienes preocupados

—No estoy bien —créanme que me hubiese encantado poder mentirles pero de todos modos se iban a dar cuenta—

Saqué el cerrojo y las dejé pasar, ellas se arrodillaron a cada lado mientras me abrazaban. Esta de más que volví a llorar como una magdalena pero estando acompañada ya no dolía tanto.

—Estarás bien —dijo Ari sobando mi espalda— no sabemos que pasó pero se arrepentirá

—Yo tampoco se que pasó, su comportamiento cambió literalmente de un día para otro —expliqué—

—Hombres —dijo Tori rodando los ojos— ¿Te sientes mejor? —preguntó al ver que ya no lloraba, yo solo asentí—

—Si, gracias chicas —las abracé, mis amigas son de oro—

—Deberíamos salir —los chicos están esperándonos a fuera—

Nos fuimos todos a la cafetería a comer algo, luego de la lloradera se me abrió el apetito, estaba comiendo mientras escribía notas en mi cuaderno, cuando un choque en el brazo me hizo soltar de golpe mi bolígrafo

—Lo lamento —escuché a mi lado, volteé la cabeza y vi a un chico que parecía ser más o menos de mi edad—

—Descuida —no le di importancia y comence a tantear bajo la mesa hasta que encontre el bolígrafo— pero ten más cuidado la próxima vez —no se si me escucho y la verdad no me importaba, yo solo continúe con mis notas—