BLIND: Aunque no te pueda ver [Michael Jackson y Sabrina Carpenter Fanfic]

Capítulo 49: No está nada sexy

Me quedé congelado un segundo mirando el rostro asustado de mi enana allí acurrucada antes de reaccionar y actuar me quité mi saco y lo coloqué encima de sus hombros fijando mi vista solo en su rostro para no mirar lo que no debía y me encargué de cerrar el saco y cubrirla bien del frío.

—Hailey y sus amigas se llevaron todas mis cosas y me dejaron desnuda —dijo aún llorando—

—Tranquila... iré por ayuda ¿Ok? —me enderecé para irme pero en cuanto intente dar el primer paso para salir, su mano me detuvo—

—No me dejes sola —dijo en un susurro—

De verdad quería quedarme con ella y consolarla como de verdad se merecía pero no podía permitir que se quedara así, el clima en el campamento era realmente frío a esta hora y ella estaba solo cubierta con mi saco... debía apresurarme y conseguirle ropa de abrigo

—Por favor... —suplico posiblemente al ver que de todos modos planeaba irme—

La miré unos segundos más intentando pensar algún plan para no dejarla sola y rápidamente se me ocurrió salir con ella a escondidas (obviamente) la tomé de los hombros mientras ella ocupaba sus dos manos en cubrirse bien y así dimos un paso para salir de la ducha pero nos detuvimos en seco al escuchar claramente unos pasos dirigiéndose hacia nosotros, Sabrina y yo nos miramos durante un micro segundo mientras pensábamos que íbamos a hacer hasta que, presas del pánico y la incertidumbre retrocedimos entrando nuevamente al cubículo de la ducha. Nos quedamos allí en silencio mirandonos frente a frente y con nuestras espaldas pegadas a los azulejos, escuché algo que parecían ser dos pares de pies que se acercaban lentamente hacia las duchas, llegaron hasta la última y luego se detuvieron cerca de donde estábamos.

Mis ojos estaban clavados en el suelo viendo las sombras que se reflejaban allí de las personas que se encontraban detrás de la puerta, por eso no me sorprendí cuando pude escuchar el sonido de algo parecido a una caja abriéndose seguido de una araña aproximandose a nosotros, yo no tuve ninguna reacción y miré a Sabrina, quien aún parecía no haberse percatado que ya no estábamos solos allí. Ella seguía con miedo, podía verlo en sus ojos, pero cuando bajó la vista, pude identificar el terror en ella.

Su piel se volvió más pálida de lo normal y sus ojos se abrieron a más no poder, su cuerpo tembló de algo que ya no era frío y empezó a tomar pequeñas bocanadas de aire mientras se alejaba lentamente del pequeño arácnido. Yo traté de acercarme lentamente a ella para calmarla pero su grito de terror no tardó en salir de su boca, la araña se había acercado a paso veloz hacia ella y eso la aterrorizó. Saltó hacia mi, que estaba del lado más lejano a la araña, mientras sus manos en un pequeño descuido y completamente presas del miedo, dejaron caer el abrigo al suelo.

Las risas no dejaron de oírse a lo lejos... a este punto solo sentí las manos de Sabria aferrándose a mi camisa y su rostro escondido en mi pecho, por instinto la sujete de los brazos cuando me di cuenta que nuevamente estaba completamente desnuda ante mi.