Baby y Bonnie se encontraban en el jardín de la mansión. Freddy fue por unas cosas, mientras que estos dos estaban sentados en una mesa que estaba en el centro del patio.
-¿Cómo dices? ¿volcó la sopa en tu ropa?.-Hablaba Bonnie sentado del otro lado de la mesa.
-¡Sí, esa inútil manchó mi ropa de marca con esa estúpida sopa!.-El pelimorado rió.-¡Y lo peor es que Freddy la defendió!.
-Desde que esa huerfana llegó a la mansión, Freddy siempre se puso de su lado.-Baby lo miró de repente.
-¿Qué quieres decir con eso?.
-No lo sé...
-¿C-crees que le guste?.
-No creo. Pero tú eres mejor que ella, es más, el Señor Fazbear te adora y prefiere que una chica con clase como tú esté con su hijo.
-Eso es verdad. No creo que se fije en esa huérfana, yo soy mejor que ella en todos los sentidos.-Rió bebiendo un poco del vaso de jugo.
En ese momento, Freddy llegó al lugar sentándose en la otra parte de la mesa.
-Freddy, amor.-La pelirroja tomó de las manos a su novio.-Como sabes, dentro de una semana en mi cumpleaños. ¿Lo recuerdas?.
-Claro que lo recuerdo.-Sonrió depositando un pequeño beso en las manos de Baby.-¿Planeas hacer algo?.
-¡Obvio!. Haré una súper fiesta en mi casa, invitaré a todos nuestros amigos y compañeros del colegio y será la mejor fiesta.
Justo en ese momento Chica llega con la merienda lista. Una vez allí apoya la bandeja en la mesa.
-Como dije.-Baby decidió hablar otra vez al ver que Chica estaba ahí.-Dentro de una semana será mi cumpleaños e invitaré a tooodos.-emitió una risa chillona.-Ah, incluso tú.-Comentó mirando a la rubia.
Ella la miró con extrañeza.
-¿Y por qué me invitas?
-¿No ves que intento ser amable?.
-Gracias, pero no creo ir.
-¿Vas a rechazar mi invitación después de como me estoy comportando contigo?
-Sí. No me sentiré cómoda allí.-Y antes de que pudiera irse, Freddy habló llamando su atención.
-Vamos Chica, será divertido.
-Freddy, ya dije que no.
-Al menos píensalo.
Chica dio un suspiro.
-... Está bien, lo pensaré. Pero no prometo nada.-Una vez dicho eso, se retiró del lugar, dejando al joven castaño con una sonrisa.
-Wow.-Habló el pelimorado sorprendido.-¿De en verdad la invitaste?.
-Sí. ¡Para que vea lo buena persona que soy!.-Le dio un sorbo a su vaso de jugo.
-Me parece muy bien lo que hiciste.-Volvió a sonreír Freddy depositando un beso en la frente de la pelirroja..-Esa es mi Baby.
Por otro lado, Chica se encontraba regando las plantas y flores del gran jardín de la mansión. Ésta era la parte favorita de todo su trabajo. Amaba admirar las formas y colores que las pequeñas plantitas presentaban. Mientras les echaba agua cantaba suavemente.
A decir verdad, la menor tenía una voz angelical, muy hermosa y dulce.
Pero no tenía idea de que alguien escuchaba su voz.
Escuchó unos pasos y exaltada volteó encontrándose con Freddy, quien la observaba apoyado en un árbol.
-¿J-joven Freddy? ¿qué hace aquí?.
-No te detengas, sigue.
-Mm, n-no, de todos modos ya terminé de regar.-Iba a pasar de largo, pero el castaño la tomó del brazo.
-¿Alguna vez te dijeron que tienes una voz preciosa?.
Otra vez sucedió.
Ambas miradas se cruzaron. Freddy observó los encantadores y brillantes ojos de la menor, causándole un pequeño sonrojo a ésta al sentir su mirada.
-A-ah.-Movió su cabeza dejando de observar al ojiazul.-Debo... debo hacer cosas.
-Espera. ¿Pensaste lo de la fiesta de Baby?.
-Aún no, pero no creo ir...
-¿Por qué? La pasaremos muy bien.
-Me sentiré incómoda, eso es todo.-Iba a marcharse, pero Freddy se puso en su camino bloqueándole el paso.
-¿Incómoda?.
-Es que..., es que yo soy diferente a ustedes.
-¿Por qué dices eso?
-No te hagas, hasta tu propia novia me lo dice todo el tiempo. Yo soy la mucama, la huérfana, y ustedes son de clase alta. Tenemos mucha diferencia. No iré a esa fiesta, no creo ser bienvenida allí, ni por tus amigos y ni por tus compañeros de colegio. Además... ¿por qué insistes a que vaya?
-Chica, que tú seas "la mucama y huérfana" como tú dices, no te hace menos. Lo que importa es como eres de persona.
-¡Pero no todos se fijan en eso! Y no te ofendas, pero tu novia me lo marca todo el tiempo. No entiendo porque quieres que vaya a esa fiesta, ni ropa para la ocasión tengo.
-De eso no te preocupes, yo te ayudaré. Pero di que sí, ¡estarás todo el tiempo junto a mí!
Chica subió la mirada encontrándose con los ojos azules más bellos que jamás había visto.
-¿Estarás conmigo todo el tiempo...?.
Él sonrió levemente.
-Claro que sí. Es una promesa.
