Pasó un mes después del accidente de Freddy.
Para su suerte, volvió al colegio y siguió las clases con normalidad
No le dirigía la palabra ni a Foxy, y mucho menos a Baby.
En este momento, Freddy se encontraba en el salón como todos los alumnos de aquel colegio.
Él se encontraba aburrido, y dibujaba garabatos en una de las hojas de su cuaderno. El banco que se encontraba al lado estaba vacío. Pues Baby siempre se sentaba ahí, pero como Freddy estaba enojado no le permitió que se sentará allí.
Hasta que una chica de cabellera rubia llamó su atención.
Aquella joven era nueva en la secundaria, y no conocía a nadie por ese motivo.
Ella entró al salón, cargando unos cuadernos entre sus manos.
Freddy, al mirarla, se le iluminaron sus ojos. Pues era una joven muy bonita.
-Disculpa.-La chica nueva le habló a Freddy, quien al verla un leve rubor apareció en su rostro.-¿Está libre éste asiento?
-¿A-ah? ¡sí, claro que sí, está libre, puedes sentarte!-Sonrió él, aún ruborizado a lo que la chica sonrió, sentándose a su lado.
-Por cierto, soy Shic-Sonrió ésta vez ella, apoyando los libros en la mesa.-¿Tú cómo te llamas?
-Mi nombre es F-Freddy, e-encantado de c-conocerte.-Tartamudeó con nervios y jugando con sus manos.
Shic rió suavemente.
-También es un gusto conocerte, Freddy. Es mi primer día en éste colegio. Tú eres el primero en hablarme, y me pareces muy simpático con tan solo escuchar tu voz.
-¡Oh, entonces bienvenida!-Respondió él castaño, sonriendole amablemente a Shic.-Te aseguro que te sentirás cómoda en ésta secundaria, de veras.
-Qué lindo eres, Freddy. Espero que todos sean iguales a ti. Con tan solo hablarme un poco ya me caes bien.
Luego de hablar, la clase comenzó.
Era hora de Matemáticas, así que cada alumno de la clase sacó su libro respectivo a la materia.
Por suerte, Freddy era muy bueno en Matemáticas, siempre sacaba las mejores calificaciones del salón.
Luego de una hora, el timbre del colegio sonó, avisando a cada estudiantes que el recreo comienza.
Todos los jóvenes se pararon de sus bancos, para así dirigirse al patio.
Bonnie estaba ausente, no pudo ir a la secundaria debido a que estaba enfermo, por lo tanto Freddy se encontraba solo en él receso.
El ojiazul se sentó en un banco, el cual se encontraba bajo un gran árbol que daba sombra.
A lo lejos, Baby lo observaba, pero él no se daba cuenta.
Freddy estaba solo, hasta que dicha chica se sentó al lado suyo.
-¡Hola!-Habló ella, sonriente, con una manzana en su mano, la cual estaba comiendo.-¿Qué haces aquí solo? ¿No tienes amigos?
-Ahm... no tengo amigos.-Respondió él, llevando su cabeza abajo.
-¿Cómo que no? Un chico tan amable como tú debería tener amigos.
-Los tenía, Shic. Pero... prefiero no hablar de eso.
-Está bien, lo siento mucho, no quise incomodarte ni nada por el estilo.
-Tranquila, no te preocupes.
-¿Sabes? Además de ser nueva en el colegio, soy nueva en la ciudad, y para conocernos mejor, pensé si tú podrías ser mi guía.-Sonrió Shic, dando unas suaves palmadas al hombro de Freddy.-Obviamente si tienes ganas, no quiero presionarte ni nada. Solo es que me gustaría que seamos amigos.
Freddy sonrió.
-No es mala idea, Shic.-Sonrió ésta vez él-¡Seré tu guía! Y si quieres después del colegio podemos recorrer el centro de la ciudad, y si gustas, ir por unas malteadas.
