—N-no... no puede ser cierto.—Dijo el castaño negando con la cabeza. No podía, o mejor dicho no quería creer que su novia lo estaba engañando.—¡M-mientes! Baby nunca me haría eso.
—Es tu problema si no me crees. ¿Acaso quieres seguir viviendo en una mentira?—Respondió Chica tomando su bolsa.—Ahora me voy.
Pero antes de que pudiera salir de su habitación, Freddy la tomó de la mano.
—N-no te vayas..., por favor.
—En vez de estar perdiendo tiempo conmigo, deberías ir por tu... novia. Es mejor que hablen.
Y eso fue lo que Freddy hizo.
El ojiazul bajó al primer piso en busca de Baby, quien se encontraba sentada en el sillón. Ésta, al ver a su novio, sonrió poniéndose de pie y acercándose a él depositando un beso en su mejilla.
—¡Amor! ¿Qué tal si hoy vamos de compras? Hoy vi una camisa que te quedaría perfecta.
—Baby..., quiero hablar seriamente contigo.
—¿Seriamente? ¿Por qué?
—Baby..., ¿por qué me hiciste esto?—Freddy empezó a acumular lágrimas en sus bellos ojos azules, mientras que apretaba sus puños.
—¿Hacer, qué?—Baby se hacía la qué no entendía. Pero en el fondo sabía a lo que Freddy se refería.
—¡No te hagas la tonta, Circus!—El moreno alzó la voz acercándose más a la pelirroja—Tú sabes perfectamente de lo qué hablo.
—Fre-Freddy, no sé a lo que te refieres.
—¡Me engañaste con mi amigo! ¿O me lo vas a negar?
Él no aguantó más. Comenzó a derramar lágrimas, las cuales se deslizaban por sus mejillas hasta llegar a su mentón.
—¿D-de dónde sacas eso? Te juro que no es ver-
—¡Ya cállate! ¡Tú sabes perfectamente lo que hiciste!
—¡Freddy, é-él se me insinuó, había veces que me seducía!
—Sí, y tú le seguiste el juego.—El castaño aún derramaba lágrimas, empapando sus mejillas.—¿N-no era que me amabas? ¿Acaso él te dio más de lo que yo te di?
—¡A-Amor, ya te dije que él me seducía, l-lo siento, yo sí te amo, te amo a ti!—Respondió Baby tomando las manos de Freddy, quien las quitó de enseguida.
—¡¿Cómo te atreves a llamarme "amor" después de engañarme con mi mejor amigo?!
—Yo... yo... yo...—La joven no sabía que decir al respecto.
—No digas nada.—Dijo él limpiando las lágrimas con la manga de su abrigo.—No quiero verte más. Nunca más.
Freddy salió corriendo de la mansión dejando a Baby sin palabras.
—M-mierda...—Susurró la pelirroja sentándose en el sillón. Sentía débiles las piernas.
Freddy buscaba a Foxy.
—Oye, Bonnie.—Exclamaba Foxy caminando a la par del pelimorado.—¿Qué tal si vamos por un helado después de...-
Ese fue el momento en el que Freddy apareció, dándole una piña a la cara del pelirrojo, tirandolo al suelo.
—¡¿Oye, qué te pasa Freddy?! ¡¿por qué demonios me golpeas?! ¡¿Estás loco?!—Decía Foxy tocando la zona en que recibió el golpe.
—¡Eres una basura, una mierda!—Gritó el ojiazul aún llorando.
—¡¿Qué te pasa?!—Exclamó Bonnie poniéndose delante de Freddy impidiendo que siga golpeando a Foxy.
—¡¿Por qué me dices así?!
—¡¿Cómo te atreves a meterte con mi novia?!
—¡¿De qué hablas?!—Respondió él pelirrojo poniéndose de pie.
—¡Me engañaste con mi novia, pedazo de basura!
—¡Freddy, para!—Dijo Bonnie otra vez.
—¡Nunca te lo voy a perdonar, nunca!
Y así fue cuando Freddy se dirigió a la mansión. Baby ya no estaba allí.
Se fue inmediatamente a su habitación, tirándose a la cama a llorar mientras que abrazaba una almohada.
—¿P-por qué...?
Hasta que se escucho tres golpes en la puerta.
—¡Si eres Baby, vete, vete, no quiero verte!
—N-no, Freddy, no soy Baby..., soy Chica.
—¿Chi-Chica?—Éste se sentó limpiando sus lágrimas con la palma de la mano.
—¿Puedo... puedo pasar?
—... Puedes.
La rubia abrió la puerta, adentrándose a la habitación.
Ésta se acercó y se sentó en la orilla de la cama.
—Yo..., yo lo siento por meterme en tu relación, pero debía decírtelo.
—N-no. Tú no hiciste nada malo. Solo me abriste los ojos.
Chica tomó uno de los mechones que caían en la frente de ojiazul, llevándolo detrás de la oreja del contrario. Éste se ruborizó un poco, llevando la cabeza hacia abajo.
—Nunca tuve pareja, pero sé que duele mucho lo que Baby te hizo.
—D-duele... mucho.—Freddy miraba hacia abajo, aún soltando lágrimas.—Baby fue mi primer y único amor. La conozco desde que éramos niños. Yo siempre la amé, y le di todo. Pero no sirvió de nada...—Ésta vez, Freddy dirigió la mirada a los ojos de la rubia —Chica, v-voy a salir a dar una vuelta en moto. Q-quiero despejarme.
—Bien. Luego te veo. Ten cuidado.—Respondió ella poniéndose de pie y retirándose del cuarto.
Freddy salió de la mansión y buscó su moto, en la cual se montó, olvidándose del casco.
Gran error.
Comenzó a conducir a alta velocidad. No se daba cuenta, debido a que estaba hundido en sus pensamientos.
Los momentos de los últimos años junto a Baby dominaron su mente; como su primer abrazo, su primer beso y su primer salida.
Éste lloraba muy desconsolado, las lágrimas empapaban sus mejillas. Llevó una de las mangas de su abrigo a sus ojos limpiándose.
Hasta que sucedió lo peor.
Freddy se estrelló contra un auto, quedando en el suelo herido.
