La noche pasó y la mañana llegó.
Lo primero que Chica hizo después de despertarse fue dirigirse a la habitación para ver a Freddy. Antes de ir, le preparó su desayuno para así subir al piso.
Pero al llegar, se encontró con una gran sorpresa.
Freddy estaba acompañado por Baby, quien se encontraba al lado abrazandalo mientras dormía junto a él.
Baby estaba despierta, y se sentía triunfadora al sentir la prescencia de Chica. Sonrió con los ojos cerrados fingiendo que dormía.
Quiso retirarse de ahí, pero al tratar de salir, con uno de sus pies chocó con un mueble, despertando a Freddy.
—Uhm...—Frotó sus ojos para así abrirlos y darse cuenta de la presencia de las dos. Y antes de que pudiera hablar, la pelirroja depositó varios besos en su mejilla.
—¡Freddy, Freddy, Freddy! Me quedé toda la noche cuidándote. ¿Cómo te sientes ahora?.
—Un poco mejor...—Rascó su nuca para así mirar a Chica quien se encontraba en la puerta.—Hola, Chica.—Sonrió.—¿Es para mí?.—Preguntó refiriéndose al desayuno que estaba en una bandeja.
—Ahm, sí. Aquí te...- —No pudo terminar de hablar ya que Baby se acercó a ella y le quitó la bandeja de las manos.
—No. No te preocupes. Yo le llevo el desayuno a mi Freddy. Tú vete a limpiar, lavar o barrer, ya que ese es tu trabajo. Chau chau.—Y así, le cerró la puerta en la cara.
—Fastidiosa.—Suspiró Chica para así retirarse del lugar.
Mientras tanto, Baby se encontraba con Freddy, quien estaba desayunando
—Baby, linda, ¿por qué te quedaste conmigo? No hacía falta.
—¿Cómo que no hacía falta?. Me quedé a cuidarte, por si algo te pasaba por la noche. Ah, y te traje lo que hicimos ayer en clase de física.
—Muchas gracias, Baby.—Sonrió él.
—Foxy, Bonnie y Ballora vendrán por la tarde para verte. Espero no te moleste.
—Claro que no. Está bien, me hará feliz la presencia de mis amigos.
•
La mañana pasó y llegó la tarde, eran las seis.
Bonnie, Foxy y Ballora se reunieron en la casa de Freddy, quien ya se encontraba mejor.
Estaban en la gran sala y sentados en ronda en el piso.
—Ugh, Freddy.—Se quejó el pelimorado dirigiéndole la palabra al chico de ojos azules.—¿Para cuándo estará la pizza?.
—No lo sé...
—La sirvienta la está preparando.—Comentó ésta vez Baby.
—Su nombre es Chica.—Freddy la corrigió.
—Bueno, mucama, huerfana, Chica, como se llame...—Se aclaró la garganta para así alzar la voz.—¡Chica! ¡¿para cuando la pizza?! ¡apurele pues!.
—Ughhh, zanahoria fastidiosa.—Susurró con enojo, para así llevar la pizza a la sala, donde todos se encontraban.
—Hasta que al fin vienes.—Habló ésta vez el pelimorado.—Me moría de hambre.
—Bien. Ahora puedes irte.—Dijo Baby haciendo un movimiento con la mano.
—No, Baby.—Exclamó Foxy.—Déjala que se quedé. Vamos a jugar a la botella, que se una.
—No, no. Yo no.—Se negó la rubia.
—¡Oh, vamos!.—Exclamó ésta vez Ballora.—¡Solo será por un momento!.
—No, no quiero.—Iba a voltear, pero Freddy la detuvo tomándola de la mano.
—No te vayas. Por favor juega con nosotros.—Pidió el ojiazul mirándola directamente a los ojos. No podía negarse a esa mirada.
—...Está bien.
Una vez aceptado, todos se sentaron en ronda.
Foxy puso una botella de vidrio en el centro.
—¿Quién va?.—Preguntó él mismo.
—Ve tú.—Dijo el pelimorado.
—¿Yo? ¿por qué?.
—Tú fuiste el de la idea, así que vas tú primero.
Foxy bufó para así tocar la botella y girarla.
Le tocó Bonnie.
—¡¿Qué?! ¡no me jodas!.—Se exaltó el de pelo rojizo.
—Ay, Foxy, es solo un beso.—Comentó Baby.
—¿A Bonnie? ¡qué asco!.
—¡Oye!.—Exclamó el pelimorado.
—¿Puedo cambiar?.
—Mmm... Nop.—Rió Baby.
—¡Por favoooor! ¡prefiero que me toques tú!.
—¡Hey!.—Exclamó Freddy.
—Amor, es solo un juego.
—Pero no debes besarla a ella, te tocó Bonnie.—Volvió a hablar Freddy.
—Pero... si no quieres besar a Bonnie... ¡Debes besar a la mucama!.—Rió la pelirroja mirando a Chica de forma burlona.
—¡¿A la mucama?!.—Foxy se exaltó de nuevo.—No, no. Qué asco.—Hizo de una mueca de asco.—Prefiero besar a Bonnie.
—Y sí, Foxy. Te entiendo, ¿quién querrá besar a esa huérfana sin clase?.
—... —Chica se levantó de golpe mirando a la pelirroja.—Vete al carajo, Circus.—Una vez así, se fue subiendo y corriendo las escaleras rumbo al ático.
—¡Chica!.—Freddy se puso de pie de repente. Iba tras la menor, pero su novia lo detuvo tomándolo de la mano. Pero él ya estaba furioso.—¡¿Qué te sucede con ella, Baby?! ¡¿Por qué la tratas de esa manera?! ¡¿qué te ha hecho para que la humillaras y despreciaras?!.
—A-amor, fue solo un comentario, nada más.—Baby se puso nerviosa y asustada al ver a su novio de esa manera.
—¡Pues guardate ese comentario!
Una vez de tales palabras, corrió y subió al otro piso.
Baby quedó en shock. Nunca había visto a Freddy hablarle de esa manera.
—Wow... Baby, ya valiste.—Habló Bonnie.
—¡¡Cállateee!!.—Pegó un grito chillón para así pararse e irse de la mansión.
Mientras tanto, Chica se encontraba empacando sus cosas. En bolsas, no tenía valijas.
Freddy entró, encontrándose con la menor, que además de guardar su ropa, lloraba.
—Chica... ¿qué estás haciendo?.—Preguntó observando las acciones de la menor.
—Me voy.—Volteó a mirar al ojiazul.—Me voy, Freddy.
—¿C-cómo que te vas?.
—Ya no aguanto ésta humillación y maltrato de parte de esas personas las cuales llamas "amigos". Ni hablar de Baby, tu novia. No sé que le viste a esa chica. Es la maldad en persona. Además ella no te ama de verdad.
—¿Por qué dices eso?
—¿No te diste cuenta?.
—¿Cuenta de qué?.
—Foxy.
—¿Qué pasa con él?.
—Baby te engaña con Foxy.
