Capítulo 6
Podría enamorarme de ti.
Lo observo pasearse hasta estar parado frente a mí, las sombras no me permiten ver su cara, pero puedo apostar a que su expresión está plagada de la neutralidad de un felino segundos antes de atacar.
He pecado de confiada, tenía que prever que Vincens podía atraparme. Ahora no tengo una excusa convincente qué darle.
Permanezco callada, esperando a que siga hablando, que haga algo.
—¿Sabes, Nix? —Me rodea mientras habla, deteniéndose detrás de mí—. Cuando me casé contigo, creí que Rafaelo era tu amante, y mis creencias se hicieron más fuertes cuando empezaste a escaparte por las noches con él. Pero luego lo pensé mejor. —Aparta la coleta de mi cabello a un lado y acaricia mi cuello con un toque ligero que me provoca un temblor, mi cuerpo no queriendo sentir sus manos—. Si fuera tu amante, no tendría caso salir, pueden encerrarse en esta habitación y engañarme en mis narices. Salir sería más peligroso. —Siento su aliento en mi cuello y trato de mantenerme impasible para que no note mi miedo—. Entonces, se encendió un bombillo en mi mente. —La piel de gallina se despierta ahí donde su aliento y dedos tocan, y no de la buena manera—. Él no es tu amante, él te acompaña a encontrarte con tus amantes. —Se aleja y suelto la respiración que estaba conteniendo. Termina de rodearme y se detiene de nuevo frente a mí, la poca luz haciendo que las sombras en su rostro lo hagan ver terrorífico—. Sé que no es uno el que has tenido, son varios, y no me ha importado que lo hagas, después de todo, yo no te doy lo que ellos pueden darte. —Aprieto los dientes, negándome a darle una respuesta. Una sonrisa tira de sus labios—. Sin embargo, me gustaría saber quién es él.
Da media vuelta y regresa al sillón, se sienta y cruza las piernas, mirándome mientras espera a que hable.
—Yo no... —empiezo a hablar, pero él chasquea, interrumpiendo.
—No lo niegues, no hace falta.
Respirando profundo, camino hacia la cama, dándome tiempo para buscar las palabras correctas qué decirle. Es una mejor opción que crea que me estoy escabullendo de casa para encontrarme con un amante a que sepa la verdad. Sin embargo, no puedo soltar la mentira de buenas a primeras. Tengo que hacerle creer que me ha atrapado, pero que me niego decirle la verdad así de rápido. Sería sospechoso.
Me siento en la esquina de la cama e imito su postura, cruzando las piernas.
—¿Puedo saber por qué la posibilidad de que tenga un amante no te perturba? —pregunto, fingiendo estar interesada en su respuesta. Hace un tiempo me habría gustado saberlo, ahora solo quiero despistarlo—. Después de todo, soy tu esposa, y que tu gente sepa que te engaño no habla bien de ti.
Suelta una carcajada y yo sonrío, aunque no estoy ni un poco divertida por la situación.
—Nixie —dice mi nombre como si fuese una niña a la que hay que explicarle todo—, todos en este lugar saben que tengo mis aventuras y que las paseo enfrente tuyo. También saben que no dormimos en la misma habitación, solo los días en los que quiero sentir un cuerpo caliente a mi lado...
—Porque tu amante de turno no está cerca —supongo, él asiente.
—Exacto. —Sonríe satisfecho, la expresión de un hombre que cree tener a Dios tomado de la barba—. Por eso vine hoy aquí. Sally fue a casa de su madre esta noche y me sentía muy solo.
—¿Sabes? Me golpea el ego que me engañes con mujeres que son tan poca cosa comparadas conmigo. —Pongo cara de asco—. Mírala, es torpe y sin un poco de gracia. Uno pensaría que buscarías algo mejor que yo, no una secretaria simplona.
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Evil ©
RomanceMaldad. Según diccionarios, maldad significa: "Cualidad de ser malo", o "Inclinación a hacer el mal". Según yo, la maldad es una cualidad que se adopta cuando has experimentado sucesos trágicos causados por otra persona que también tiene dicha cuali...