EXTRA SAN VALENTIN

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Pienso en mi pasado y me doy cuenta de como ha cambiado mi vida, y para bien. Pase por varios momentos extraños, como el supuesto secuestro de Brat (quien cada vez que le pregunto por que rayos lo hizo me da una excusa diferente). Respecto a mi familia, mis padres adoptivos me visitan cada tanto, ahora formaban parte de la manada, pero decidieron cambiar su forma de vida y ahora se la pasan viajando y conociendo nuevos lugares, Maylen quiere adoptar a un adolescente. ¿Por qué? Nadie lo sabe. Simplemente se le puso en la cabeza, y aunque su amado esposo no esta conforme con la idea, todos sabemos que terminará por convencerlo. Respecto a mí, mi hijo esta cada vez mas grande y fuerte, estoy segura de que en su llegado momento será un maravilloso Alpha. Estoy muy orgullosa de mi creación, nuestra creación. William es igual de amoroso que siempre, y hace tiempo que no peleamos, es un matrimonio feliz, tuvimos otro hijo, no lo sabían ¿eh? Pues sí, es tres años mas chico que Tayler, y se llama Trevor, hay veces que puede llegar a ser inmaduro, tiene quince años, es entendible, pero es un buen muchacho, y lo amamos con todo y sus locuras.

-- ¡Mamá!-- pues hablando de Roma. Tengo a Trevor en la puerta de la cocina mirandome con los brazos en forma de jarra y una mirada recriminadora.

-- ¿Qué pasa hijo?

-- Te he estado llamando por mas de diez minutos. ¿Te andan bien los oidos?-- se acerca y me planta un beso en la mejilla. Mira en la isla de la cocina buscando la canasta con frutas y elije un durazno. Lo miro con asco.-- No puedo creer que no te guste el durazno.

-- Pues no, y ahora... ¿para que me llamabas?

-- Me dijo Bianca, que le dijo Tayler, que le dijo Alexa, que la llamo Elias, que le dijo Maylen que...

-- Ve al punto hijo.

-- Papá te tiene una sorpresa.

-- Si me lo dices ya no es sorpresa, corazón.-- contesto mirándolo con una sonrisa ladeada.

-- Mira mamá, yo solo te estoy diciendo lo que me dijeron, tienes que estar a las 20:00 en la fuente, con ropa vieja y dispuesta a todo.-- saca el celular del bolsillo de su pantalón y me vuelve a ver.-- Tienes quince minutos.

-- ¡Trevor! ¿Por que no me avisaste con tiempo?

-- Si me hubieses contestado a la primera que te llame tendrias como otros quince minutos mas de sobra.

-- Por la Diosa Luna... me voy a cambiar, te amo.-- acaricio su brazo y salgo corriendo escaleras arriba.

Me pongo una calza vieja, zapatillas y una remera común con varios años de uso, nada fuera de lo común, cómodo y viejo como es pedido. Agarro la pequeña, fina y alargada caja que tengo escondida debajo de la cama, le acomodo el moño de ceda rosa, la dejo sobre la almohada y de nuevo salgo corriendo pero esta vez escaleras abajo y me dirijo a la fuente -Uuuff la famosa fuente- estando alli esperando por unos minutos llega William con una sonrisa plasmada en su cara.

-- Buenas noches, mi Luna.

-- Buenas noches, mi Alpha.

-- ¿Te llegó bien el correo? ¿Nada distorsionado?

-- Tú si que hiciste correr la voz eh.-- me acerco a él y me abraza por la cintura, el ser mas alto que yo hace que deba inclinar un poco hacia atras mi cabeza para poder verlo.

-- ¿Que te dijeron?

-- Trevor me dijo a pocos minutos de la hora acordada que debía estar aquí y con ropa vieja, nada más... Oh, y que debía estar dispuesta a todo, ¿que planeas lobito?

-- Ya verás.-- me toma de la mano y me mira con ese amor intenso que solo me deja ver a mí.-- ¿Estás lista?

-- Supongo.

Mío, Solo Mío. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora