Capitulo 39: Impacto De Realidad

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Traté de calmarme, juro que lo hice, cuando Amelie me confirmó que mi peor pesadilla se había hecho realidad lo único que hice fue alejarme de ellas. Me fui a la zona de primaria donde trataba de calmar el temblor en mis manos, sin embargo, eso resulto imposible. No había manera de detenerlo, las lágrimas contenidas hacían que mis ojos ardieran.

Perdí la cuenta de cuantas vueltas alcance a dar, el hambre que tenía cuando estábamos en la fila con Violette se había desaparecido, para mí no existía nada más aparte de la decepción.

¿En serio Zian cayó tan bajo?

¿Tanto me odia?

¿Qué hice para merecerme esto?

¿Quererlo estaba tan mal?

La cantidad de preguntas que pasaron por mi mente fue insoportable, sin embargo, hubo un momento en el que empecé a sentir que la sangre me hervía.

Yo no podía ser responsable de todo esto, yo solo confié y el me traicionó, a medida que avanzaban mis pensamientos la rabia también lo hacia.

Ahora sí se viene lo chido.

Está bien, si no la entendió por las buenas va a tener que entenderlo de otra manera.

Uy, el modo perverso es mi favorito.

Probablemente ya casi era la hora de la salida, no me detuve a mirar el reloj, pero los niños pequeños ya se habían ido a su punto de encuentro, esa era la señal de que no podía perder el tiempo, tenía que, por primera vez, enfrentarlo. Entonces me puse a caminar rumbo a las canchas de futbol, no había que ser muy astutos para averiguar dónde estaba.

En eso sí era predecible.

Fue hasta que lo tuve enfrente, para mi suerte y su desgracia se encontraba solo, en medio de las canchas con una llovizna suave.

Vaya que esto parece una película.

Tenía que soltarlo, detener de una vez por todas este ciclo, porque todo esta situación, las acciones y mi cobardía se habían vuelto una bola de nieve que estaba a punto de aplastarme, si no es que ya lo había hecho.

Caminé con prisa, y a medida que daba cada paso mi seguridad crecía, ya sin más rodeo, lo encaré. Conectando sus ojos con los míos, él no sabía qué hacía ahí o no sabía la que se iba a armar

—Milledge...— se notaba nervioso, iba a hablar, pero no lo permití.

—¡¿No podías guarte las cosas para ti?! Solo te pedí una cosa con esa carta, una sola y ni eso pudiste hacer.

Zian me miraba perplejo por la agresividad de mi voz, sus ojos trataron de desciframe como siempre, pero algo en su mirada me decía que no podía todo debido a que no se lo estaba permitiendo.

Ya no más, nunca le había hablado de esta manera a nadie que yo recordara, lo peor de todo es que solo era la punta del iceberg de todo lo que estaba sintiendo en ese momento.

—¿Qué ganabas con mostrar la carta a todos? —le pregunté, yo simplemente no lo entendía, había confiado en el ciegamente y me resultaba pagando con la misma moneda, pero yo no quería aceptarlo, no hasta ahora.

— Mira Zian, te confíe algo que no era difícil de guardar, se supone que toda esta mierda era entre tú y yo, pero al parecer a tu coeficiente si le cuesta entender cosas básicos— le dije con un matiz de veneno— Ahora que lo analizo ¿Si pudiste entender de la carta?

No me importaba ser cruel, la verdad ya todo me daba igual, hasta dañarlo.

—Claire las cosas no fueron así, mira yo guardé la carta, pero ellos...

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⏰ Última actualización: Aug 05 ⏰

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