Había llorado mucho, pero eso ya no era un secreto para nadie. Justo cuando entré al salón las miradas dirigidas hacia mi eran casi imposibles de ignorar. No faltaron aquellas que estaban llena de pesar y otras que destilaban fastidio, como si todo lo que estuviera sintiendo fuera parte del espectáculo.
Ya quisiera yo que todo fuera una broma.
Aunque sinceramente esto era una de mis menores preocupaciones. Cuando entré el salón no estaba acomodado como en la clase de biología, esta vez estaba organizado alrededor de las paredes, traté de ubicar mi maleta ya que esa era más fácil de encontrar que un puesto cualquiera.
Cuando visualice mi lugar el corazón se me lleno de cariño al saber que Mia me había acomodado al lado de ella.
Agradecía eso.
Me acerque a donde se encontraba, ella me miraba precavida de sus acciones, como si esperara que en cualquier momento yo me fuera a romper. No la culpaba, estaba segura de que mi apariencia en este momento era pésima.
Sentía los ojos hinchados, la nariz me ardía debido a la cantidad de veces que la frote y ni hablar del frio que sentía que desde hace ya bastante tiempo no se iba, sin embargo, dejando de un lado mi terrible aspecto no me sentía con más ganas de llorar.
Seguía doliendo, era ilógico que no lo hiciera, acababa de expresar mis emociones de la manera más explosiva enfrente de tantas personas.
Tomé asiento, no me preocupe por tomar un computador como todos que tenían uno en su puesto, la plataforma que ellos estaban haciendo yo ya la tenia avanzada por lo tanto ningún problema iba a surgir con el profesor.
Rondaba en mi cabeza las palabras emitidas por Cameron cuando se casi que se las susurraba a Blake "Si está de esta manera en este momento, no quiero imaginar cómo se va a desmoronar cuando los vea en el descanso" ellos pensaban que no los estaba escuchando no obstante lo hice.
A buen entendedor, pocas palabras.
Iban a tener otro descanso. Ya comenzaba a perder la cuenta de cuentos habían sido en la semana, no quería imaginar cuantos mas seguirían.
Todos los días con ella, pero jamás uno contigo
Dicen que tu mente es tu peor enemiga y cuanta verdad tiene esa frase. Solté un suspiro profundo que no pasó desapercibido por Mia.
—¿Por qué ese suspiro Clay? — Pregunto suave, teniendo mucho cuidado con las palabras para no lastimarme.
—¿Por quién más que él Mia? Quiero dejar de sentirme asi solo que es muy difícil. Nunca fuimos nada y me duele demasiado— mi grado de frustración fue tan extremo que simplemente apoye mi cabeza en su hombro.
—Lo quieres Claire, de ahí tu dolor. Pero te devolveré el consejo que me diste hace unos meses cuando ocurrió lo de Daniel. Eres muy valiosa para estar preocupada por no encajar en los estándares de alguien que no sabe ni lo que quiere.
—La quiere a ella.
—No Clay, eso no lo sabes. Zian en toda su vida nunca ha sabido que es lo que quiere y no intentes contradecirme por que nada más el inicio del año es la verdadera prueba de ello. ¿Cuántas veces no te confundía para luego decir que no? ¿Cuántas veces no te ha dado indicios de algo para cambiarlo de un momento a otro?
—Demasiadas.
—Exacto mi bella Claire, Zian simplemente no sabe lo que quiere y tu no puedes adaptarte a un molde que simplemente no es para ti. Tu no eres un pedazo de arcilla que todos pueden moldear, tu tienes tu propia línea, tus diseños y aquellos matices que te hacen única.
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Entre sueños
RomanceLas fantasías no son tangibles, no puedo decir que fue real, ni mucho menos afirmar un "nosotros" , por qué no fue así . Claire Milledge inicia su nuevo año escolar teniendo en mente que ya superó el pasado, más específicamente a Zian Howell, aquel...