Capítulo 5: Vueltas

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¿Cómo escondieron dos cadáveres de personas que las traicionaron?.

Tirarlos a un río es una opción.

Pero el trayecto hasta el lago era un poco largo. Mientras recorría las calles hasta llegar allá me verán y eso no podía pasar.

Mientras yo planeaba la desaparición de Mia y Daniel ellos ya se habían dejado de mirar como tortolitos y estaban hablando con las personas de sus costados.

Bueno me estoy pasando.

Jejejeje.

Pero si analizaba esto, no implicaría un escándalo, no, esa no soy yo. Puede que ni ellos mismos sepan lo que quieren o sienten y por eso no me dicen nada.

Confío en ellos.

Lo de Amelie tendrá que esperar un tiempo, por ahora me quiero ocupar de estos dos.

Tendré que preguntarle de manera indirecta.

Lo haría un poco más tarde si no sería muy obvio. Me empecé a involucrar con la conversación de Sara y Mia. Hablamos de todo y nada a la vez, era increíble como las conversaciones sin sentido se convertían en algo tan maravilloso y entretenido.

No sé en qué momento el tiempo pasó tan deprisa pero ya debíamos salir al primer descanso, como siempre lo pasaría con Violette y Sara.

Sara y yo fuimos a la salida, nos acercamos al salón de Violette que todavía no había salido. Era lógico, todavía faltan 7 minutos para la hora correspondiente al descanso.

Al ver que no estaban próximos a salir, Sara intervino.

–Claire– levante la mirada de mis uñas y la clave en sus ojos– ¿Qué te parece si jugamos a dar vueltas para matar el tiempo?

Ese juego era lo mejor, durante las últimas semanas lo jugábamos muy seguido con Mia y Sara, hasta hoy se nos unió Evelyn.

Básicamente consistía en agarrarse de las manos entre los integrantes y empezar a dar vueltas lo más rápido posible. Debido a la velocidad siempre salimos disparadas hacia cualquier dirección, quien se caía perdía.

Lo pensé ya que todos los cursos a nuestro alrededor no habían salido.

Solo sería un momento.

–Okey, dame tus manos– Sara dio unos saltitos de alegría pasándome sus manos.

–1...

–2...

–3.

En cuestión de segundos ya estábamos dando vueltas como locas.

En la primera ronda Sara chocó con una pared y yo con la puesta de nuestro salón.

Rectificamos que nadie nos fuera a regañar, al comprobar que no sería así seguimos con una segunda ronda.

En esta, las dos nos caímos al piso.

Teniendo en cuenta el puntaje que llevamos yo ganaba.

–Te gane, y no más porque no demora en salir un curso, solo faltan 2 minutos.

–No es justo, quiero la revancha– me señaló con un dedo acusador– ¿o tienes miedo que te gane?

Reto aceptado.

¿Por qué soy tan competitiva?

–Okey, pero la última.

Nos tomamos de las manos, no sé por qué sentí un aire de desconfianza– miedo– algo va a pasar, pero antes de que me pudiera retractarse Sara empezó a dar vueltas tomándome desprevenida.

Entre sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora