Capítulo 35

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Celos

Davanys

Molestia, enojo, rabia, más un toque de decepción fueron las emociones que sentí en ese momento cuando estuve parada entre Eidrien y su madre. No entendía porqué Eidrien no le había comentado sobre mí.

—Eidrien cariño, podrías llevar a tu...novia a su casa—parecía que le costara pronunciar la palabra—, Necesito hablar a solas contigo.

Esas fueron las únicas palabras de Aria, la madre de Eidrien. Antes de darse la vuelta e irse me miró y vi la misma mirada que me dio mi abuela Lily, la madre de mi padre, el día que me conoció cuando tenía siete años. Ambas tenían el mismo desprecio y desaprobación en sus ojos.

Eidrien hizo lo que ella ordenó y me llevó a mi casa. Porsupuesto, no le hablé en todo el camino y le pedí que él tampoco lo hiciera. Bajé de su coche y aventé con fuerza la puerta, dejando en claro mi enojo.

Eilen y Lauren pasaron a visitarme esa noche, les conté lo sucedido en casa de Eidrien y al igual que yo, hallaron todo muy extraño. Eilen se quedó pensativa unos segundos y luego dijo:

—Davy, no es por asustarte pero creo saber porque la mamá de Eidrien te miró así.

—¿Porque?—Eilen conocía más a esa familia que yo, a lo mejor podía darme un dato interesante.

—La familia de Eidrien es...racista.—escuchar esa palabra fue como si una flecha atravesara mi pecho, odiaba esa palabra—, Lin me contó una vez que a su padre lo despreciaban en esa casa por ser negro, todos se opusieron al casamiento de Elena, la madre de Lin con su padre, incluso Aria quien era su mejor amiga.

De alguna forma ya me lo había presentido, porque como dije, Aria me dio la misma mirada que mi abuela Lily. Mi cara se tornó de angustia.

—Pero a lo mejor no es eso, solo es una suposición—agregó Eilen, intentando que no me sintiera mal.

Esa noche, Eidrien me llamó unas quince veces esa noche y me envió unos treinta mensajes. Pero no respondí. Mamá me preguntó si me pasaba algo, pero le dije que todo estaba bien, no podía atormentarla con mis problemas personales, ya bastante tenía con el problema de la empresa y el de mi abuela.

Al otro día en la mañana Lilian paso a recogerme en su coche, para ir a la escuela. Eidrien me estaba esperando en la entrada de la escuela, pero pasé por su lado y le ignoré.

—¡Davanys!—me llamó y continué caminando—, Davanys, espera un segundo.

Mis amigas me miraban por el rabillo del ojo y me susurraron que intentara hablar con él pero me negué.

Eidrien se colocó delante mío e impidió que continuara caminando.

—Por favor hablemos—me pidió o prácticamente me rogó.

Solté un pequeño suspiro y asentí. Fuimos hacia el campo de fútbol y nos sentamos en las gradas. Ahí hablaríamos más cómodos y nadie nos molestaría.

—¿Puedo saber porque tú mamá no sabía que tenías novia?—empecé preguntando.

Tenía la vista fija hacia el frente.

—Como te dije, ellos estaban en un viaje de negocios y no tuve tiempo de comentarles nada—explicó y le miré.

Levanté mis dos dedos pulgares y dije:

—¿Cuál me chupo?

—¿Que?—dijo sin entender.

—No nací ayer Eidrien y mucho menos me chupo el dedo—presentía que me mentía, así que le presioné—, Dime la verdad Eidrien.

Bitches friends forever.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora