Capítulo 36

312 77 6
                                    

Nena buena

Lilian

Tranquilidad, mucha tranquilidad es lo que he sentido en estas últimas semanas, gracias ha Jace. Después de aquella noche de Halloween todo mejoró entre nosotros un montón y no me refiero solo en lo sexual, en lo personal también.

Mis calificaciones habían mejorado bastantes, ya que le prestaba atención a todas las clases aunque a las de él mucho más.

¿Sabían que tiré y quemé sus feos zapatos? Genial ¿no?

Ambos hicimos un trato, él no usaba más sus feos zapatos a cambio de que yo usara correctamente mi uniforme escolar. Tenía que dejar de usar la blusa con el amarre delante, la cuál mostraba parte de mi estómago y el hermoso piercing de ombligo. Acepté su trato y ambos cumplimos, lo que a última hora Jace añadió que debía usar la falda un poco más larga.

Según el, cada vez que caminaba por el pasillo de la escuela todos los chicos me miraban en culo. Obviamente no utilizó la palabra culo, eso es parte de mi sucio vocabulario. Él jamás diría una palabra como esa, es tan educado y aburrido algunas veces.

Como venganza de lo que me pidió y también por precaución, le pedí que me entregara sus feos zapatos. Los cuáles quemé y más tarde lancé a la basura.

Dato interesante: Casi me mata por ello.

Le compré unos zapatos, el último modelo de Nike, pero se negó a aceptarlos. Aún así no desistí y le compré otro regalo.

—Te traje un regalo—comenté sentándome sentando en las mesas de las afuera de un pequeño restaurante al cuál asistíamos todos los viernes. No era un gran restaurante y apenas tenían unas pocas ofertas, pero era de mi agrado.

—Si son esos zapatos ya te dije que no los quiero.

—Cálmate Valerio—torcí mis ojos—, Es otra cosa.

Le extendí la caja y él la tomó con sumo cuidado. La abrió despacio y al ver el regalo rió.

—¿Un collarín cervical?—volvió a reír—, ¿Para que quiero un collarín cervical?

—Te la pasas quejándote todo el día que te duele el cuello, así que busqué en internet que servía para ello y encontré esto—levanté el collarín—, Créeme me da dolor de cabeza y me irrita el escuchar como te quejas todo el tiempo.

Jace tomó el collarín y se lo probó,—¿Como me queda?

Contuve la risa, parecía un pato.

Una señora un poco mayor se acercó a nuestra mesa y nos sirvió varios platos de comidas, las cuales no conocía y se veían un tanto extraño, junto a unos cubiertos de plástico.

—¿Que es?—le pregunté a Jace y miré raro la comida.

—Son croquetas de queso, unos dumpling y unos tacos.—explicó para luego llevar una cucharada de la sopa a su boca.

Puse cara de asco al ver los dumpling, parecía una masa blanca cruda.

¡Wuakala!

Lo primero que probé fueron los tacos, sin duda eran una delicia y luego tomé las croquetas.

Estaban tan deliciosas.

—No comeré eso—aparté los dumpling.

—¿Pero acaso lo has probado antes?

—No, pero no me gusta.

—Primero pruébalos y luego decides si te gusta o no.—volvió a insistir.

Bitches friends forever.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora