Hora de los exámenes.

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Clases de refuerzo a máxima velocidad...

CLASES–DE REFUERZO–A MÁXIMA VELOCIDAD.

TN solo dejó caer su cabeza en su mesa, golpeándose con el cuaderno en la frente, e hizo un sonido que mostraba fastidio absoluto. Ya se había pasado días en lo mismo, con la nariz hundida en los libros de japonés e historia, cuidando sus notas perfectas y solo quería descansar un rato su pobre cerebro, que parecía perder más neuronas con el paso de los días.

—¡Venga, TN-chan!—el clon del pulpo tocó su cabeza repetidamente—. ¡Debes mantenerte en la cima!

—Y lo haré, pero necesito descansar un poco—respondió, su voz sonando amortiguada—. He estudiado mucho estos días.

—¿Ah, sí? ¡Haz unos ejercicios y te dejo tranquila!—ella soltó otro “mmnnghh” y se enderezó, recibiendo el libro de ejercicios.

Cuando subió la cabeza, notó que la cara sonriente se deformó de un lado.

—¡Karma!—movió la cabeza al nombrado, que levantaba un cuchillo, con su lengua asomada entre sus labios, juguetón—. ¡No es momento de intentos de asesinato! ¡Tener que esquivarte arruinará mi imagen residual!

Rio un poco y se puso a hacer sus deberes para salir de esa tortura, negando con la cabeza ante la actitud de Karma.

Con cada día que pasaba se hacía mas cercana a Nagisa, Karma, Kayano y Nakamura, siendo el pelirrojo y la rubia lo más cercano a sus mejores amigos, ya que compartían algo de su personalidad y hacían bromas y chistes entre ellos.
Con el resto se divertía en cualquier otra ocasión, como en clase o también a la hora de asesinar, ya que compartían sus planes e ideas, resaltando puntos fuertes y contrarrestando entre ellos los débiles.

A la hora de salida se apareció el director Asano, encerrándose junto a sus demás profesores en la sala de estos. Ante eso hizo una mueca de desagrado, caminando tras Nakamura pues ese día no les tocaba limpiar.

No le daba buena espina la presencia de ese hombre allí, seguro tenía algo planeado para volver a humillarlos y ponerlos en su lugar por la extrañamente osada actitud de su clase, tal vez hasta le hayan contado el chisme de su respuesta a las amenazas del par de imbéciles de la clase D.

Sonrió con malicia. Le abrirían los ojos para que dejase de joder. Demostrarle que su sistema era una mierda y que la clase Especial no solo lo era por su fama de rompe reglas o notas deplorables, sino también por las capacidades de cada estudiante y el buen equipo que hacían.

Ellos romperían la jerarquía de ese instituto.

Evidentemente ya estaba acojonado de que su política corría peligro, y ellos solo le darían mas razones.

Al nublado día siguiente, Koro-Sensei se esforzó el doble que ayer, ya que los clones estaban bastante mal hechos, ni siquiera eran iguales y además les metía bastante presión, por lo que fue fácil deducir lo que le había dicho el director de aquella prestigiosa academia.

Tras las clases de refuerzo y que el pulpo amarillo quedara machacado, todos se acercaron a él, queriendo aprovechar la oportunidad, aunque ella tenía más curiosidad por saber exactamente la razón de su trabajo duro.

—Lo hago para que saquen buenas notas en los parciales, y si eso pasa...—Anda a saber en qué morbosidades estará pensando, pensó ante la cara rosa—, no tendré que preocuparme por que me maten y podré vivir la mar de bien.

ª

No le hubiese tomado más importancia al asunto de no ser por las palabras de uno de sus compañeros—. Bueno, eso de estudiar está muy bien, pero...

Mitades Complementarias || Karma Akabane Donde viven las historias. Descúbrelo ahora