Después de la gran guerra con los dragones, las pocas tribus y clanes de los remanentes de la humanidad se distribuyeron a lo largo del extenso mundo de la dimensión madre. El portal a la dimensión abisal de los dragones había sido destrozado y su acceso había sido restringido por dos grandes guardianes que los 5 magos habían creado para que no se repitiera una catástrofe de tal magnitud.
Entre dichas tribus, una de ellas era conformada por una gran cantidad de viajeros que surcaban mares y kilómetros de tierra virgen para establecerse. Su objetivo era encontrar una tierra apta para sus necesidades y su prosperidad, lamentablemente, sin éxito alguno en sus esfuerzos.
Mientras tanto, durante su gran viaje, los viajeros poco a poco se separaban del grupo para dejar la búsqueda y enfocarse más en sus propios asuntos. Dejando al grupo original escaso de gente para seguir y debilitando el sentimiento de esperanza que todos tenían de encontrar un lugar para ellos.
Durante un día caluroso de verano, el aquel líder del grupo paró el camino en un desierto, cuyo panorama estaba rodeado de mejores biomas y climas que los que aquel caluroso desierto poseía. Al parar en este lugar abandonado por los dioses, dio la orden a su gente de comenzar a establecerse justamente ahí. La gente cansada decidió tomar la idea como la de un descanso temporal y comenzó a plantar sus tiendas de campaña y a desempacar sus suministros para quedarse un momento ahí. Sin embargo, al siguiente día, el jefe anunció que el viaje no continuaría, pues ellos ya habían encontrado las tierras aptas que necesitaban.
La gente confundida comenzó a cuestionar la orden de su líder. Reclamando una razón por la cual su jefe les había hecho asentarse en un desierto, si a su alrededor había mejores biomas que parecían mucho más habitables que un desierto. El jefe respondió las quejas de su pueblo con las siguientes palabras, dignas de un sabio líder...
"Aun sabiendo que existen mejores biomas en nuestros alrededores, todos aquellos que quieran fundar las bases de un nuevo pueblo en esos biomas son unos tontos. Pues a quien le somos fieles sabe que la vida es dura, y, por lo tanto, esta implica de esfuerzo y dedicación, trabajo duro y la unión de nuestro pueblo para salir adelante y ser bendecidos por aquel al que le confiamos nuestra mera existencia.
Podrán elegir quedarse, o caminar por el lado fácil y sencillo. Pero les garantizó que nuestra nueva sociedad aquí será una sociedad que sepa el valor del trabajo duro y el esfuerzo como ya les he dicho. Y con esto dicho, la recompensa de mañana será mayor si seguimos el camino duro y terminamos con la prueba que nuestro gran señor nos ha dado."
Al escuchar esto, el pueblo se levantó con herramientas en mano y comenzaron a trabajar en los asentamientos del pueblo. Dentro de 1 mes ya tenían varios cultivos realizados; la ciudad era mucho más bella y resistente gracias a los materiales duros que se encontraban debajo de sus pies. Los monstruos eran mucho mejor visibles por las noches, lo que facilitaba el trabajo de los guardias del pueblo para defender a su gente.
Se construyeron puentes a lo largo del gran río que separaba el gran desierto de los otros biomas, con estos puentes, el pueblo del desierto fue capaz de llevar a su gente las grandes recompensas que se les había dado por no dañar la naturaleza del bosque. La miel de abeja feliz que habitaba en los bosques era un manjar gracias a que las abejas podían recolectar el polen de flores que para un ser humano podrían ser dañinas.
El jefe de la aldea tenía razón, no haber dañado ni un solo metro cuadrado de aquellos bosques alrededor del gran desierto fue, inesperadamente, la más sabia decisión que se había tomado. Y gracias a ello, una gran ciudad surgió en el corazón de un desierto que para cualquiera podría haber sido inhabitable.
Con el paso de los años, la ciudad fue volviéndose más popular entre mercaderes ambulantes que comerciaban sus bienes con su gente. Sin embargo, la ciudad parecía cada vez más apagada y sin sentimientos. La gente ahí la pasaba duro debido a una gran sequía que hubo en los bosques adyacentes al río. Además de eso, la presencia de monstruos cada vez más aumentaba como en otros lugares más grandes del mundo. Cada vez más la prosperidad de la ciudad estaba debilitándose, y más rápido con cada año nuevo que pasaba. La gente comenzó a pasar por hambrunas muy fuertes; las enfermedades y plagas se esparcían con más frecuencia en la ciudad. En pocas palabras, el paraíso a la mitad del desierto se estaba deteriorando, y nada podía evitar esto...
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La Hyper-saga - Leyendas del Dodo y el Hiesho.
FanfictionLas aventuras no son divertidas si no son en compañía de tus mejores amigos. En esta saga se presentan las aventuras y viajes de un grupo de amigos que fueron conociéndose poco a poco, fundando así, un gran vínculo entre ellos, e igualmente sembrand...