Gian...
Gian se había nombrado candidato para realizar tal acto heroico en dicha situación desesperada. Nadie lo quería creer. ¿Por qué un hombre como Gian querría hacer esto?
No importaba cuánto nos detuviéramos a hacerle reconsiderar el plan. Gian estaba decidido en hacer eso, tanto, que incluso se despojo de sus pertenencias y de su armadura.
—¿Gian...?, pero... ¿por qué? —dijo Sebas, mientras veía como Gian caminaba lentamente hacía el tablero de controles del portal.
—No tengo nada que perder... Y no importa cuánto intenten detenerme, seré yo el que les de una segunda oportunidad... —respondió Gian de forma desalentadora, y completamente seguro de su decisión.
Su decisión era completamente racional, pues su oscuro pasado había hecho que varios de sus familiares y amigos murieran por su culpa. Su estancia en el clan OF fue más dura de lo que el podía soportar, y la decisión de sacrificarse por todos nosotros era su única forma de redimirse.
Pero, antes de que Gian pudiera tomar el control del tablero, le detuve con mi ala derecha. Después de esto le pregunté: —¿Estas seguro de qué quieres hacer esto? —, y con una mirada decaída, y un aura de seguridad total, Gian me respondió: —Aunque no pueda volver con ustedes, estoy decidido de pagar por mis pecados de esta forma... Al menos Samurái lo entendería...
Con esta respuesta, le cedi el paso al tablero. Entendía su punto como nadie más, y si se diera algo parecido conmigo involucrado, estaría dispuesto a darle la oportunidad a otros más. Sin embargo, no había tiempo para reflexiones. Era momento de encender el portal y escapar del lugar antes de que la bestia derribara la puerta.
Así, todos bajamos rápidamente a donde el marco del portal se encontraba. Gian activó una serie de mecanismos que bajaron del techo y comenzaron a transmitir una energía poderosa al portal. Finalmente, el portal fue abierto y el otro lado, nuestro destino en el inframundo, podía ser visto.
Comenzamos a entrar en el portal uno por uno. Kevin y yo fuimos los últimos en acceder al otro lado; sin embargo, justo antes de que ambos entráramos, la bestia logró derribar la puerta y azotar fuertemente contra el tablero de controles, dañando así la máquina y volviéndola inestable en el acto. Gian había saltado a una esquina de las escaleras que daban con la cabina de control que la bestia había destruido, mientras que en esta última la bestia había quedado atorada entre el marco del vidrio de seguridad.
Esto daba tiempo suficiente para que Gian lograse escapar con nosotros, no obstante, no parecía cambiar de parecer al respecto de su decisión. Siendo así que, a pocos segundos de que la bestia se liberará de su obstáculo, Gian tomó su espada y la lanzó contra la inmensa máquina que yacía sobre nosotros; esto mientras corría hacía nosotros para que, en una arriesgada maniobra, lograse empujarnos al interior del portal y, de esta forma, cerrarlo definitivamente y quedándose el atrapado en el laboratorio junto con la inmensa bestia.
El portal en nuestro lado se cerró a consecuencia de lo anterior, siendo así como el destino que Gian había escogido fue sellado a cal y canto. No podíamos creerlo...
Gian había sacrificado su vida por nosotros...
—¡No!, ¡esto no puede estar pasando!, ¡tiene que haber una forma de rescatarlo! —gritaba Zerok mientras intentaba de mil formas volver a poner en marcha el funcionamiento del portal.
—¡Zerok basta! Gian dio su vida por las nuestras. ¡No podemos rescatarle, ya no hay nada que hacer! —decía Sebas mientras detenía a Zerok con fuerza.
—Suéltalo Sebas. Es inútil... —le dijo Darkox mientras veíamos como esos dos peleaban por una cosa irracional. —Tenemos que seguir adelante y buscar la forma de salir de este lugar infernal.
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La Hyper-saga - Leyendas del Dodo y el Hiesho.
Fiksi PenggemarLas aventuras no son divertidas si no son en compañía de tus mejores amigos. En esta saga se presentan las aventuras y viajes de un grupo de amigos que fueron conociéndose poco a poco, fundando así, un gran vínculo entre ellos, e igualmente sembrand...