La Hyper-saga - Leyendas del Dodo y el Hiesho.

◘ Capítulo 11: La fortaleza Dodo ◘

El grupo de Darkox se encontraría con Chespin a la entrada de una fortaleza muy extraña. Chespin les daría las gracias por asistir en su ayuda, y de igual forma, por ser ellos quienes salvarían a la humanidad del caos inminente. Los aventureros no entenderían del todo eso último, pero aceptarían con amabilidad ayudar en lo que fuera necesario para cumplir con el mandato de los dioses.

Chespin, al retirarse su casco de caballero, reveló que antes pertenecía a la guardia real de la fortaleza que yacía justo enfrente suyo: La gran fortaleza del imperio Dodo. Al oír eso, todos estaban interesados por saber, por que un sitio tan importante se encontraba en ruinas. Chespin explicaría lo sucedido en la guerra contra los dragones, narrando así los hechos que llevaron a la caída de un gran bastión y de uno de los más importantes dioses del universo.

Después de eso, todos entenderían el porque se encontraban allí. Su misión era acabar con la fuente de tales monstruos oscuros que la maldición de los dragones había invocado a lo largo de tantos años. No obstante, también sabían que no sería un trabajo fácil y que, si algo salía mal, la humanidad correría mucho peligro; por lo que ahora, esto había que tomárselo enserio.

Así que, con bastante valor reunido, y algunas preparaciones después, los aventureros se abrieron paso a través de la enorme fortaleza en ruinas.

Primero había que despejar el patio de la entrada. El cual, afortunadamente, fue la sección más sencilla. Pues al parecer los monstruos no habían logrado derribar las puertas principales hacía la ciudadela de la fortaleza y se habían contenido dentro de la fortaleza, evitando así que más bestias oscuras salieran.

Tras eliminar a todas las bestias, los aventureros buscaron una forma más segura de acceder a la ciudadela de la fortaleza, por lo que, investigando un poco, descubrieron que la entrada más rápida al interior de la sala del trono era por una de las gigantescas torres que se encontraban fuera de las murallas de la ciudadela. De esa forma, podrían evitar una pelea mortal en un nido de criaturas sombrías; pero, acceder a una de las torres no iba a ser fácil, pues los accesos estaban cubiertos de una extraña masa oscura con algunas venas de color morado. Asqueroso.

Sin embargo, los aventureros reunieron valor y lograron destruir el obstáculo de masa oscura. Y una vez accedieron a la torre, comenzaron a subir por las gigantescas escaleras que llevaban a lo más alto de la fortaleza.

Más adelante, casi al llegar a la primera sala con la que la torre se conectaba, los aventureros sintieron un aura muy fuerte de magia oscura. Nadie sabía como describir aquella sensación, pero parecía dar una advertencia de que más adelante habría un riesgo mayor. Segundos después, justo antes de que todos se pudiesen dar cuenta, una criatura enorme derribo una de las paredes de la torre e ingresó a donde los aventureros se encontraban subiendo las escaleras.

La enorme criatura sombría parecía ser algún tipo de gólem extraño que portaba alas. La corrupción en su cuerpo hizo que el gólem se reactivase y se estrellase en la torre, destrozando por completo el muro y cayendo hasta el fondo de esta. Afortunadamente, nadie del grupo de aventureros salió herido y, aún con más cuidado, siguieron su camino hasta la sala del trono. Sin embargo, casi al llegar hasta la cima, un ruido extraño comenzó a surgir desde lo más profundo de la torre.

Todos miraron al fondo, justo de donde había venido todo este tiempo, para intentar observar que fue lo que produjo tal extraño y horrible sonido. Segundos después, una luz se pudo apreciar subiendo hasta donde ellos estaban. Al verla subir tan rápido, Darkox grito a los demás que se alejaran del borde de la escalera y se pegaran al muro de la torre; después de eso, el gólem que había caído salió disparado hacía el techo de la torre, colisionando con este y destruyendo el techo completo. Parecía ser que aquel gólem estaba luchando por su supervivencia e intentando resistir ser consumido por la extraña masa oscura que rodeaba su cuerpo.