La Hyper-saga - Leyendas del Dodo y el Hiesho.

◘ Capítulo 3: Sopa y guisantes ◘

Tras lo sucedido en la aldea oprimida por un gobernante tirano, Kevin y Darkox avanzaron por un largo camino lleno de montañas, ríos, lagunas y campos. La gente parecía estar tranquila, pues la presencia de monstruos por la región había disminuido gracias al gremio de aventureros local. Gremio que se encontraba en una ciudad bastante cercana a una granja bastante popular; de quienes eran dueños una familia pequeña de granjeros muy unidos al pueblo.

Al llegar a la zona, Kevin paro un momento en el camino. Parecía ser que el estómago del amigable zombi estaba completamente vacío y, de igual forma, el de Darkox también. Al notar esto, los dos aventureros decidieron que pararían en el pueblo granjero en búsqueda de un refugio y un lugar en donde conseguir comida. Al pasar por la granja, dos amables granjeros de la familia vieron a los jóvenes aventureros pasar y notaron su muy mala condición; por lo que les invitaron a pasar a la granja a comer algo y a quedarse tanto tiempo como quisieran. Darkox y Kevin aceptaron la oferta, pero comenzaron a sospechar un poco del trato tan amable que se les estaba dando. Así que, sin la intención de ofender, Darkox le pregunto a uno de los granjeros el si eran muy amables con las personas. A lo que los granjeros les contestaron que lo eran con todas las personas que iban y venían del pueblo. Con esta respuesta, el viajero con la túnica roja se tranquilizó un poco y siguió caminando hasta llegar a la granja.

Al pasar por las vallas que daban la entrada a la casa de la familia, el padre de uno de los granjeros parecía haberse puesto a la ofensiva en contra de Kevin. Era solo un malentendido, pues después de que Darkox le explicará que él no era un zombi malvado, el padre se relajó un poco y depuso la hoz que llevaba en la mano.

Pasaron un rato comiendo y bebiendo con la familia, contando que ellos provenían del pueblo vecino que había sido esclavizado y que ellos ya habían resuelto el problema. La conversación no paraba, la familia estaba encantada con los viajeros; hasta que, en un momento inesperado, uno de los granjeros salió por la puerta y volvió al comedor a avisar que algo estaba pasando fuera.

Todos corrieron a ver qué era lo que estaba sucediendo. Una vaina de guisantes en el campo se había transformado en dos criaturas jamás vistas por alguno de los viajeros. Los granjeros parecían ya haber vivido algo como eso, por lo que Kevin intento preguntar qué estaba pasando, sin embargo, su voz no estaba del todo recuperada, por lo que Darkox pregunto en su lugar. La familia de granjeros explicó que esa vaina de guisantes era una planta nueva que nació de una semilla que uno de los aventureros que alguna vez pasó por el lugar les había regalado. La vaina creció y una hermosa planta comenzó a dar guisantes muy deliciosos. Tan deliciosos que se vendían a precios muy caros en el mercado del pueblo; sin embargo, tras un par de días de haber cosechado la planta, esas mismas criaturas comenzaron a emerger de la planta y a atacar a todo aquel que decidiera tocar la planta o acercarse a ella.

La familia pidió ayuda a Kevin y a Darkox. Ellos aceptaron como una forma de agradecimiento por la estadía en la granja y la comida; pero pidieron que nadie se acercara a la planta mientras ellos comenzaban a prepararse para saber porque esas criaturas atacaban a la gente.

Kevin y Darkox tomaron sus espadas y escudos, y con eso se acercaron a la planta. Las criaturas, al ver que ellos se aproximaban, comenzaron a dispararles guisantes muy grandes para que ellos no se acercaran. Los aventureros bloquearon cada guisante con sus escudos y al llegar hasta las criaturas intentaron detenerlas con sus espadas. Pero desafortunadamente, fallaron en el intento, ocasionando que el tallo que las unida a la planta fuera cortado. Las criaturas cayeron al suelo, después de eso, se levantaron nuevamente e intentaron seguir atacando a Kevin y a Darkox; sin embargo, ya no podían lanzar guisantes. Esto porque el tallo que les conectaba a su planta era la fuente de tales proyectiles.

Indefensos, las criaturas comenzaron a correr y se ocultaron tras la planta, pensando que los aventureros iban a hacerles daño. Confundidos, Kevin y Darkox pensaron que sería una buena idea intentar dialogar con ellos y, afortunadamente, las criaturas podían hablar el idioma humano.

Ya una vez hablando con ellos, los aventureros supieron las razones por las que la vaina de guisantes atacaba a la gente que se le acercaba. ¡Aquellos guisantes eran toda una especie de criaturas de tipo planta!, y los guisantes que se le habían cosechado eran nada más, ni nada menos, que sus hijos.

Tras descubrir esto y hablarlo un poco, las dos criaturas fueron a disculparse con los granjeros por haberles atacado. De igual forma, pidieron que dejaran en paz a la pobre vaina de guisantes, pues esa era su casa y de ahí provenían las futuras generaciones de su especie. Tras una charla amistosa, los guisantes y los granjeros llegaron a un acuerdo y juntos dejaron de lado sus conflictos. Más tarde, los aventureros debían seguir su camino; pero antes de dar un paso fuera de la granja, aquellos dos "Lanza guisantes" (nombre que fue sugerido por Kevin tras todo esto), preguntaron a Darkox que si se podían unir a su grupo de aventuras. Darkox y Kevin no negaron su solicitud y les dieron espacio en el pequeño grupo que poco a poco se agrandaba más y más.

Y así fue como, tras varios malentendidos y un día lleno de sopa y guisantes; Kevin, Dino, Zilio y Darkox continuarían su aventura por todo el basto mundo de la dimensión madre. Siendo su siguiente parada un pueblo pesquero en la base de la montaña más alta del territorio Dodo...