♠ Capítulo 26: Entre el bosque y la niebla. ♠

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Habían pasado seis horas desde que chocamos con algo al intentar escapar de la tormenta. La oscura niebla que el huracán sombrío había dejado no parecía comenzar a despejarse, y como problema principal, las raciones de comida y agua se nos estaban agotando. Poco era lo que Zerok y Gian habían logrado pescar, y de igual forma, la cantidad de suministros que habíamos traído desde Megacraft.

Fue entonces que, después de una larga espera, la neblina comenzó a dispersarse y la vista en el exterior se despejaba poco a poco. La iluminación en el barco se restauró como si nada, y el mapa, junto con la brújula, parecían comenzar a funcionar normalmente otra vez. Una vez que la niebla se despejó, observamos a través del vidrio de la cabina contra que era lo que chocamos.

Parecía ser que el barco había encallado en un arrecife de corales muy grande. Más allá de este arrecife, se encontraba lo que parecía ser una playa bordeada por un extenso bosque. Así que, cuando la poca niebla que quedaba se había dispersado, optamos por salir de la cabina del barco y descubrir en donde estábamos; siendo así que bajamos del barco y pusimos pie en el hermoso arrecife de corales que decoraba la orilla de la playa.

Una vez en la superficie revisamos los daños que el barco había sufrido tras el estrepitoso choque. Notamos que gran parte de la parte frontal del barco no estaba en su lugar, siendo así que un hoyo enorme al interior del barco se había hecho y por consecuencia de esto todo nuestro equipaje se había ido flotando en el mar. Pocas eran las cosas que logramos rescatar y, en su mayoría, eran cosas inútiles y de pocos usos; como lo eran una espada de práctica que Kevin había empacado y algunas figuras de madera que no se sabe a quién pertenecían.

Sin embargo, con estas piezas logramos hacer equipamientos básicos de supervivencia, y con un poco más de suerte, conseguimos reunir varias piezas de metal para hacer algunas armaduras improvisadas. Esto nos vendría bien por si debíamos pelear en algún momento de nuestra estancia en esta isla desierta.

Pero, antes de que eso pasase, caminamos hacia la playa con algunos materiales de sobra y construimos un pequeño campamento. Instalamos una fogata y una tienda de campaña para descansar, después de eso, colocamos una pequeña señalización para que, en un caso inseguro, pudiéramos ser rescatados por alguien que estuviera pasando por allí. No obstante, no teníamos fe en que eso pudiera funcionar.

Una vez estábamos preparados para pasar la noche, utilizamos el resto del día para comenzar a explorar un poco la isla en búsqueda de comida y materiales para reparar el barco. Hacía falta una cantidad monstruosa de madera para parchar el gigantesco agujero que se había hecho en el frente del barco tras el choque; por lo que sí queríamos salir de la isla a tiempo, tendríamos que comenzar a trabajar en eso.

Por lo tanto, nos tuvimos que dividir en dos equipos distintos. Bueno... fueron tres en realidad pero este último solo hacía de guardia en el campamento. Fue así como Kevin y Yo nos quedamos en el campamento para resguardarlo de criaturas hostiles que pudieran aparecer a lo largo del día; Darkox y Gian fueron el primer equipo en partir en búsqueda de recursos; y por último, Zerok y Sebas también buscarían recursos, pero por otra parte de la isla.

Así fue como ambos equipos partieron, mientras Kevin y yo manteníamos guardia sobre el campamento, y de paso cocinábamos alguno que otro pescado para la cena.

El tiempo pasó y el sol comenzaba a descender. Darkox y Gian llegaron al campamento sosteniendo un par de conjuntos de leña para la fogata y también algo que no esperábamos encontrar por allí: ¡Una inmensa vaca para comer!

Era increíble el trabajo que ellos dos habían hecho. Así que, sin nada más que esperar, Gian y Kevin comenzaron a cortarla en filetes para después ahumarlos en la hoguera. Mientras tanto, hable con Darkox para informarle que Zerok y Sebas no habían llegado aún.

La Hyper-saga - Leyendas del Dodo y el Hiesho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora