Érase una vez en un universo solitario, un mundo prospero lleno de vida. Dichas tierras eran habitadas por humanos y animales de distintas especies, razas, clanes, etc. Entre estas criaturas, destacaban los "dioses". Seres mitológicos que deambulaban en la naturaleza obsequiando "dones" a quienes eran dignos, dando fortuna a quienes eran de buen corazón y dando coraje a los guerreros más fuertes de todos los reinos.
Entre todos estos seres, solamente destacaban 3 de ellos; siendo los más reconocidos y admirados por los humanos, quienes gobernaban alrededor del mundo. Estos 3 seres casi omnipotentes eran el dios Dodo, quien era el encargado de repartir la fortuna a quienes la merecieran y fueran de corazón noble. El dios Hiesho, quien se encargaba de darle coraje al guerrero más noble en sus tierras y daba poder al que tuviera una causa justa y bondadosa. Por último, la diosa Dodo, quien supuestamente era la esposa del dios Dodo y se encargaba de repartir la vida por el mundo; siendo esta diosa la representación de la madre naturaleza en su forma más pura.
Tan solo hemos hablado de 3 dioses de todos los que hay repartidos por el mundo, sin embargo, y desafortunadamente, ni un solo humano en la faz de estas tierras ha sido capaz de ver la forma de alguno de estos dioses, por lo que se les considera como "seres omnipotentes y omnipresentes" debido a esto.
Siguiendo con nuestra historia, los dioses se acercaban una vez cada año a las tierras habitadas por los humanos para dar bendiciones y recibir ofrendas que todos sus fieles preparaban para ellos. Esto con el fin de mantener la fe en ellos y evitar una serie de hechos que podrían llevar a lo que muchas leyendas proféticas de siglos pasados habían dictado que sucedería en algún momento del tiempo, el dichoso Cataclismo. Evento que marcaría el final de los tiempos y la extinción de la vida en tales tierras pacíficas; desafortunadamente, el momento exacto jamás se determinó y el tema fue olvidado con el paso de los años. Pues, si los dioses seguían jurando proteger el mundo, ¿quién se tendría que molestar por tal cosa?
La tranquilidad no duraría mucho en el mundo, pues debido al avance de descubrimientos humanos, se lograron localizar algunas ruinas de lo que parecía ser un portal antiguo construido milenios atrás. Lo cual abría varios caminos de exploración e investigación nuevos, que, si bien no tendrían malas intenciones, fueron lo que se conoce como "el primer error" ...
Al descubrir los secretos de aquel portal, una dimensión desconocida se presentó ante los ojos de la humanidad. Tras esto, eventos raros comenzaron a ocurrir por todas partes en el mundo original. Monstruos comenzaron a invadir las aldeas y ciudades por las oscuras y frías noches. Avistamientos de figuras sombrías sucedían en el interior de los grandes bosques cerca de donde el portal había sido encontrado; y sobre todo esto, la presencia de los dioses con cada año que pasaba fue disminuyendo.
La humanidad comenzaba a perder la fe en ellos, sus salvadores y guardianes ya no estaban ahí para asistirles, y ahora no había quien repartiera los dones a quienes más habían sido nobles. Con esto, la humanidad comenzó a fragmentarse en dos bandos completamente opuestos el uno del otro; por un lado, estaban los clanes creyentes de cada dios, quienes mantenían la tradición de venerar a sus dioses pese a que ellos ya no mostraban alguna señal de presencia, ellos no habían perdido la fe.
Por otro lado, se encontraba el clan OF, quienes habían dejado atrás sus creencias y, en cambio, optaron por una visión en la que el ser humano era el ser supremo en todo lo que era la dimensión del "Overworld", o, mejor dicho, la dimensión madre.
Sin embargo, una era de conflictos bélicos por intentar hacer que una de las dos creencias prevaleciera, provocó el segundo paso al cataclismo, que los antiguos sabios habían prescrito en las sagradas leyendas que regían el mundo.
Años más tarde, la humanidad firmaría una tregua temporal para investigar más a fondo que era lo que estaba causando la aparición de tantos monstruos en la dimensión madre. Semanas después de largas investigaciones, se dedujo que la razón provenía del portal ancestral que fue previamente abierto y prohibido por una generación de humanos anterior. Al descubrir esto, todos los clanes se aliaron para detener a lo que estuviera detrás de la contaminación de maldad en el mundo. Pero esto únicamente arruinaría más las cosas, pues se encontró que la dimensión paralela a la que habían llegado era completamente habitada por oscuridad y maldad.
Criaturas sombrías paseaban y deambulaban sin muestra de poseer un alma propia, como si fueran controladas por algo que estaba más a fondo de la dimensión. Explorando un poco, los humanos llegaron a lo que parecía ser una región controlada por magos sumamente superiores a todos los que habitaban en la dimensión madre; y tras adentrarse más en la boca del lobo, un reino de dragones oscuros se encontraba en la región.
Los clanes decidieron no molestar a los dragones y seguir en búsqueda de la fuente de donde los monstruos provenían, pero después de todo, no hubo éxito en la búsqueda. Tras no encontrar nada, los clanes volvieron a la dimensión madre y acordaron seguir en la búsqueda de la fuente de la maldad; sin embargo, el clan OF tenía otro objetivo en mente que, desgraciadamente, ya habían puesto en marcha.
Durante una reunión con los líderes de otros clanes, el líder del clan OF conocido como Joaco, mostró en plena reunión un trofeo obtenido en la otra dimensión, era ni más ni menos que un robusto huevo de dragón. Algunos quedaron impactados por la belleza que este gran huevo resplandecía, otros lo habían tomado como una muestra de rivalidad y, los últimos grupos y aquellos que sabían que el cataclismo estaba cerca, lo vieron como el peor de los errores que la humanidad pudo haber cometido. Y tenían razón...
Más tarde, una batalla abisal entre dragones y humanos se desataría en las tierras de la dimensión madre. Los dioses reaparecieron para demostrar que aquellos que no habían perdido la fe en ellos eran los más sabios de todos; lamentablemente, el dios más poderoso sucumbió ante la ira de los dragones... el dios Dodo había caído en combate.
Tras esta perdida, la humanidad se vio en el borde de la extinción. Ya no había manera de detener a los dragones, que, aunque eran muy pocos, sus ejércitos estaban repletos de aquellas criaturas sombrías que eran producto de almas perdidas entre dimensiones. La guerra parecía perdida, hasta que, en un esperanzador día soleado, 5 grandes magos hallaron la manera de detener a los destructivos dragones.
La solución era un veneno mágico capaz de penetrar las duras escamas sombrías de los dragones, el cual fue imbuido en todo el armamento de la humanidad; resultando así, en una victoria milagrosa para la humanidad y poniendo fin al conflicto bélico que, se creía, desataría el gran cataclismo...
Pero que este ocurriese, aún tenía una posibilidad...
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La Hyper-saga - Leyendas del Dodo y el Hiesho.
Hayran KurguLas aventuras no son divertidas si no son en compañía de tus mejores amigos. En esta saga se presentan las aventuras y viajes de un grupo de amigos que fueron conociéndose poco a poco, fundando así, un gran vínculo entre ellos, e igualmente sembrand...