Gracias Por Cagarme La Vida.

28: Fin...

••• Josie •••

Cada paso que daba me acercaba más a él, mi corazón latía desbocado en mi pecho, mis ojos desobedientes asomaron  lágrimas, no quería seguir avanzando pero ahí estaba él, con su silla de ruedas, a solo media hora de irse lejos de mi...

Mis piernas se detuvieron a pocos pasos de Alex, mis oídos se volvieron sordos a los ruidos externos hasta que él pronunció mi nombre.

—Josie... —susurró con dificultad.

Ambos sabíamos lo que pasaría, pero el nudo en la garganta me impedía hablar, simplemente me acerque a él y lo abracé sin decir palabra alguna.

Dicen que el silencio dice más que mil palabras, pero ni el silencio es capaz de expresar todo lo que siento.

Estamos todos en la vereda del departamento se Liss.

Me abrazaba fuerte y yo... Yo no quería que me suelte, quería detener el tiempo, pero el reloj seguía avanzando, el mundo seguía girando y nuestras lágrimas seguían cayendo.

Y acá estoy, acá estamos a solo media hora de un triste final sin retorno.

Todos estábamos aquí, pero en este momento sólo éramos Alex y yo, el mundo no existía en aquel abrazo.

Quiero decirle que no se vaya, pero sé que eso es imposible, su vuelo es en una hora y eso hace que mi pecho duela.

—Creeme que lo que sentís, yo también lo siento —. Alex susurró en mi oído y me apretó fuertemente, como si escuchara mis pensamientos.

"¿Sentís el corazón roto?" Quería preguntar.

Me separé de él para mirarlo a los ojos.

—Alex —hablé con dificultad. — ¿Aún hay tiempo de cambiarle el final a esta historia?

—Lo lamento Josie —sonrió con tristeza y los ojos llorosos—. No hay vuelta atrás —susurró detenidamente sabiendo que aquellas palabras me rompían poco a poco.

De repente sentí no solo sus brazos, sino que el todos los presentes, de todos mis amigos.

—Espero que mantengan su locura, es una de las cosas que más amo de todos ustedes —Dijo Alex con la voz rota entre un descontrolado llanto.

—Espero que vuelvas. —Dijo Agus, casi como una orden. Alex sonrió y asintió a su pedido.

—Si vuelves, no olvides traernos regalos. — Aki intentaba ocultar su dolor pero lamentablemente las lágrimas la delataron.

—Recorda abrir nuestro regalo. —Liam le recordó.

—Mañana haremos una llamada grupal para cantarte el feliz cumpleaños, así que no quiero que andes de llorón encerrado en tu cuarto. — Jimena le ordenó con ambas manos en su cintura y una sonrisa.

—En la caja hay un sobre bastante grande, abrilo cuando nos extrañes. — Mía le dió un abrazo.

—Te extrañaré. —Scott, Evan y Santiago hablaron al mismo tiempo causandonos risa.

—Todos te extrañaremos. — Dijo Kim aguantando las lágrimas. —Mierda odio las despedidas.

—Todos las odiamos. —Afirmó Nina mientras las lágrimas recorrían sus mejillas.

Alex secó sus lágrimas, apretó los labios y dijo lo que todos teníamos miedo a escuchar.

—Debo irme ahora, —mordió su labio aguantando las lágrimas— Gracias por cagarme la vida de una manera tan hermosa...